Empresas
La compañía francesa confía en que la parálisis política no afecte al macrocontrato de Renfe
La compañía ferroviaria francesa Alstom quiere hacer de su planta en Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona) la “primera fábrica 4.0” del sector en España. Para ello, está llevando a cabo proyectos innovadores tanto en la fabricación de sus productos como en el funcionamiento de la planta. Si ya el año pasado abordaron una iniciativa para eliminar el papel, dotando a los supervisores de tabletas con toda la información que necesitan, este año han puesto el foco en la impresión 3D de piezas y repuestos, según explicó este martes el presidente de Alstom España, Antonio Moreno. También apuntó otras innovaciones para mejorar sus resultados, como un sistema de carga rápida para tranvías o autobuses eléctricos o un proyecto pionero con tecnología militar para evitar el robo de cable de cobre.
Moreno definió la innovación como “uno de los ejes fundamentales” de Alstom porque “o innovamos continuamente o nos come la competencia”, por lo que pretenden que el 30% de las ventas a nivel global procedan en 2020 de productos incorporados a su cartera en los últimos años. Así, desgranó algunos de los proyectos que la compañía tiene en mente o ya en marcha para lograr aumentar sus resultados. “Estamos implementando la impresión de piezas en 3D para introducirlas en el proceso de fabricación de los trenes”, lo cual le permitirá ahorrar costes, aunque no los cuantificó. La compañía fabricará "piezas, herramientas y prototipos de plástico y metal" y no serán piezas críticas que necesiten homologación.
A bordo de los trenes, detalló que se está llevando a cabo un proceso para aumentar la sensorización de los vehículos para recoger “datos de todo lo que le ocurre a un tren y, con el el análisis de esos datos, combinándolos con otros parámetros como temperatura, clima o zonas geográficas, hacer un mantenimiento predictivo, prever qué le puede pasar al tren y hacerlo más fiable”.
Fuera del convoy, Moreno explicó un proyecto que ya ha presentado a Adif para prevenir el robo de cobre mediante un sistema de sensores instalados en la línea de alta velocidad que registra las vibraciones habituales en una zona y puede detectar, mediante las variaciones de esas vibraciones, si alguien se está acercando. Además, explicó el desarrollo dela tecnología SRS, un sistema de carga rápida para autobuses o tranvías eléctricos mediante unas “planchas de un metro cuadrado” instaladas en el suelo. Un patín de contacto del vehículo tocaría la plancha y recibiría la carga eléctrica.
Pendientes del megacontrato
La planta barcelonesa y toda la empresa está “expectante” ante la resolución del macrocontrato de Renfe, un pedido de hasta 30 trenes y su mantenimiento durante 30 años valorado en más de 2.600 millones de euros, el primer contrato para la fabricación de trenes que adjudica Renfe desde 2008. En este sentido, Moreno confía en que la parálisis política no retrase el proceso de adjudicación. “No debería retrasarse por motivos políticos”, afirmó, “la necesidad está ahí, Renfe necesita esos trenes”. Admite que será difícil que el consejo de Administración de Renfe tome una decisión tan importante con un Gobierno en funciones, pero señala que "el proceso continúa, Renfe ya está evaluando las ofertas y no tenemos indicación de que vaya a retrasarse". En todo caso, las ofertas tienen un año de validez, es decir, hasta el 29 de julio de 2017 hay tiempo para tomar la decisión.
Si Alstom se hiciese con el contrato, buena parte del proyecto iría a parar a Santa Perpetua y los resultados de la empresa lo notarían. En el ejercicio 2015/16 (cierra ejercicio el 31 de marzo), Alstom España facturó cerca de 400 millones de euros y recibió pedidos de unos 700 millones, el 75% de ellos para el extranjero. En España, los encargos se centraron en la rama de señalización y de infraestructura. “De material rodante, trenes, nada de nada”, lamentó. Y ahí sí que se permitió un tirón de orejas a los políticos. Hace falta “planificación a largo plazo”, porque “una industria no puede funcionar con pedidos de trenes cada 10 años”, dijo. Y lamentó también que tras más de 9 meses sin Gobierno, “no hay inversiones nuevas en infraestructuras y a la hora de ejecutar obras, todo va retrasado. La maquinaria no va al ritmo que debería”, zanjó. Y sin inversiones en España, no se podrán probar nuevos productos en España que luego puedan exportarse.ElPais.com
La compañía francesa confía en que la parálisis política no afecte al macrocontrato de Renfe
La compañía ferroviaria francesa Alstom quiere hacer de su planta en Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona) la “primera fábrica 4.0” del sector en España. Para ello, está llevando a cabo proyectos innovadores tanto en la fabricación de sus productos como en el funcionamiento de la planta. Si ya el año pasado abordaron una iniciativa para eliminar el papel, dotando a los supervisores de tabletas con toda la información que necesitan, este año han puesto el foco en la impresión 3D de piezas y repuestos, según explicó este martes el presidente de Alstom España, Antonio Moreno. También apuntó otras innovaciones para mejorar sus resultados, como un sistema de carga rápida para tranvías o autobuses eléctricos o un proyecto pionero con tecnología militar para evitar el robo de cable de cobre.
Antonio Moreno, presidente de Alstom España.
Moreno definió la innovación como “uno de los ejes fundamentales” de Alstom porque “o innovamos continuamente o nos come la competencia”, por lo que pretenden que el 30% de las ventas a nivel global procedan en 2020 de productos incorporados a su cartera en los últimos años. Así, desgranó algunos de los proyectos que la compañía tiene en mente o ya en marcha para lograr aumentar sus resultados. “Estamos implementando la impresión de piezas en 3D para introducirlas en el proceso de fabricación de los trenes”, lo cual le permitirá ahorrar costes, aunque no los cuantificó. La compañía fabricará "piezas, herramientas y prototipos de plástico y metal" y no serán piezas críticas que necesiten homologación.
A bordo de los trenes, detalló que se está llevando a cabo un proceso para aumentar la sensorización de los vehículos para recoger “datos de todo lo que le ocurre a un tren y, con el el análisis de esos datos, combinándolos con otros parámetros como temperatura, clima o zonas geográficas, hacer un mantenimiento predictivo, prever qué le puede pasar al tren y hacerlo más fiable”.
Fuera del convoy, Moreno explicó un proyecto que ya ha presentado a Adif para prevenir el robo de cobre mediante un sistema de sensores instalados en la línea de alta velocidad que registra las vibraciones habituales en una zona y puede detectar, mediante las variaciones de esas vibraciones, si alguien se está acercando. Además, explicó el desarrollo dela tecnología SRS, un sistema de carga rápida para autobuses o tranvías eléctricos mediante unas “planchas de un metro cuadrado” instaladas en el suelo. Un patín de contacto del vehículo tocaría la plancha y recibiría la carga eléctrica.
Pendientes del megacontrato
La planta barcelonesa y toda la empresa está “expectante” ante la resolución del macrocontrato de Renfe, un pedido de hasta 30 trenes y su mantenimiento durante 30 años valorado en más de 2.600 millones de euros, el primer contrato para la fabricación de trenes que adjudica Renfe desde 2008. En este sentido, Moreno confía en que la parálisis política no retrase el proceso de adjudicación. “No debería retrasarse por motivos políticos”, afirmó, “la necesidad está ahí, Renfe necesita esos trenes”. Admite que será difícil que el consejo de Administración de Renfe tome una decisión tan importante con un Gobierno en funciones, pero señala que "el proceso continúa, Renfe ya está evaluando las ofertas y no tenemos indicación de que vaya a retrasarse". En todo caso, las ofertas tienen un año de validez, es decir, hasta el 29 de julio de 2017 hay tiempo para tomar la decisión.
Si Alstom se hiciese con el contrato, buena parte del proyecto iría a parar a Santa Perpetua y los resultados de la empresa lo notarían. En el ejercicio 2015/16 (cierra ejercicio el 31 de marzo), Alstom España facturó cerca de 400 millones de euros y recibió pedidos de unos 700 millones, el 75% de ellos para el extranjero. En España, los encargos se centraron en la rama de señalización y de infraestructura. “De material rodante, trenes, nada de nada”, lamentó. Y ahí sí que se permitió un tirón de orejas a los políticos. Hace falta “planificación a largo plazo”, porque “una industria no puede funcionar con pedidos de trenes cada 10 años”, dijo. Y lamentó también que tras más de 9 meses sin Gobierno, “no hay inversiones nuevas en infraestructuras y a la hora de ejecutar obras, todo va retrasado. La maquinaria no va al ritmo que debería”, zanjó. Y sin inversiones en España, no se podrán probar nuevos productos en España que luego puedan exportarse.ElPais.com
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