Nota de Opinión
Mientras se debaten los méritos de modelos privatizadores frente a la gestión estatal, es crucial mirar más allá de los fracasos del pasado y explorar soluciones innovadoras que impulsen el futuro del sistema ferroviario nacional.
Con la aprobación de la ley Bases en la Cámara de Diputados, el gobierno se acerca a su iniciativa de privatizar/concesionar el sistema ferroviario nacional. Por un lado, SOFSE (que opera los servicios urbanos e interurbanos de pasajeros) y el Belgrano Cargas y Logística (BCyL). El modelo de concesión en Argentina ya mostró su fracaso en los años ’90 y primeros años de la década del 2000, por lo que esta nota se focalizará en el modelo privatizador que el gobierno propone y buscará ofrecer al debate una alternativa superadora.
¿Existen ejemplos exitosos de gestión ferroviaria de pasajeros privada en el mundo? Muy pocos. La excepción es Japón, donde los ferrocarriles logran una gran recaudación (hasta 40%) por la explotación de servicios complementarios como publicidad o el desarrollo inmobiliario, producto de la escasez de tierra. Inglaterra privatizó su sistema ferroviario hace 50 años y ha comenzado a reestatizarlo producto de la inviabilidad económica de la gestión privada. Salvo algunos corredores de alta velocidad con gran demanda, no existen casos exitosos de gestión privada de servicios ferroviarios de pasajeros. En el caso de la carga sí existe una mayor presencia privada, pero mayoritariamente bajó la concesión del corredor que también tiene control estatal.
¿Hay ejemplos exitosos de gestión ferroviaria estatal en el mundo? Sí, y son numerosos. Los más importantes: Renfe (España), Deutsche Bahn (Alemania), SNCF (Francia), Trenitalia (Italia)
Nederlandse Spoorwegen (Países Bajos), Comboios de Portugal (Portugal), AMTRAK (Estados Unidos) o Empresa de Ferrocarriles del Estado (Chile). Todos son países que el gobierno afirma tener entre sus modelos a seguir. ¿Son empresas estatales ? Sí. ¿Son todas empresas públicas? No, existen distintos formatos: empresas públicas y sociedades anónimas con mayoría accionaria estatal.
Esto ocurre porque los sistemas ferroviarios requieren un nivel de inversión que solo puede ser garantizado por los Estados nacionales. Entonces, quien invierte planifica y lleva adelante la operación.
Una propuesta al futuro
Para abordar la compleja problemática de la red ferroviaria existen diversas soluciones, pero todas contemplan el control del sistema por parte del Estado nacional y/o las provincias. A partir de la experiencia internacional, una opción viable consistiría en establecer una sociedad anónima ferroviaria que integre a SOFSE y BCyL, con una mayoría accionaria estatal representada por el Estado nacional, las provincias y los trabajadores. Hasta un 30% de las acciones serían comercializables para el sector privado, mientras que el 70% restante sería de propiedad intransferible. La dirección de esta entidad debería ser designada por ambas Cámaras del Congreso Nacional por un período de 5 años, al igual que su presupuesto, que sería presentado por el directorio de la empresa al Poder Legislativo. Así, se lograría consolidar un sistema ferroviario nacional emblemático, con una empresa insignia de la institucionalidad argentina, con una conducción federal, por fuera de las variaciones ideológicas y políticas de quien controle el Poder Ejecutivo y con un financiamiento establecido por el Parlamento en base a proyectos debatidos por el conjunto de las provincias, con un plan a mediano y largo plazo de desarrollo ferroviario nacional.
Sin embargo, esto no es suficiente. El proceso requiere ser complementado con otras medidas igualmente importantes: un plan de desarrollo integral del Sistema Ferroviario Nacional, que abarque tanto su financiamiento como su carácter estratégico; un plan de negocios que optimice la asignación de recursos y establezca una nueva identidad de marca capaz de impactar en la demanda potencial desatendida; así como el desarrollo de nuevos mercados y segmentos. Además, es crucial explorar nuevos modelos de negocio, como el de alta velocidad, para transmitir al público la imagen del ferrocarril como un sistema moderno y orientado hacia el futuro, ofreciendo servicios confortables y fiables, entre otras mejoras.
El estado actual del ferrocarril en Argentina se caracteriza por el retraso tarifario y la falta de inversión. Sin embargo, la solución no radica en retroceder hacia políticas pasadas que han demostrado su fracaso, ni en adoptar un enfoque contrario al de la tendencia mundial. El ferrocarril desempeña un papel crucial en el futuro de nuestro país. Por ello, es imprescindible innovar y desarrollar herramientas que se aparten de la nostalgia y el dogmatismo, solo así podremos avanzar hacia la estación del futuro. Por: Federico Conditi para Cenital.com