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17 de septiembre de 2025

Trenes Argentinos: Una pulseada entre la rentabilidad y la conectividad estratégica

Actualidad

Si bien se había anunciado su privatización, todavía no hubo avances porque no es atractiva para las empresas privadas. Según el investigador Ariel Filadoro, la discusión no puede reducirse a si da ganancias o no, sino a qué tipo de servicios se quieren sostener y con qué objetivos.

En el marco del proceso de privatizaciones de empresas públicas que se abrió, Trenes Argentinos se convirtió en uno de los casos más difíciles de resolver. La compañía estatal, que gestiona servicios ferroviarios urbanos, regionales y de larga distancia, aún no tiene una hoja de ruta definida para su traspaso al sector privado.

La falta de avances concretos se explica por dos factores principales: el congelamiento tarifario y los altos costos operativos. Aunque desde diciembre de 2023 se redujo el personal de planta en más de 3.000 puestos, la empresa cuenta con más de 21.000 trabajadores y continúa operando con déficit. En lo que va del año, el Estado transfirió más de $260.000 millones a Trenes Argentinos entre subsidios operativos e inversión en infraestructura. Aun así, informes del Congreso la ubican entre las empresas estatales con menor cobertura de gastos propios, una señal que ahuyenta el interés de potenciales operadores privados.

Frente a este escenario, el Gobierno comenzó a explorar esquemas intermedios, como concesiones parciales, donde el Estado mantendría el control de los activos estratégicos, mientras que el sector privado operaría la infraestructura bajo ciertos acuerdos. La idea parece más viable en sectores como el agroexportador, donde el transporte de cargas a gran escala podría generar incentivos. 

En paralelo, se despliega un plan de 226 obras ferroviarias con el objetivo de modernizar parte del sistema y mejorar la seguridad. Entre los trabajos más avanzados están la instalación del sistema de frenado automático en las líneas San Martín, Sarmiento y Mitre; la renovación de vías en los ramales La Plata (línea Roca) y Tigre (línea Mitre); y la mejora del señalamiento en Retiro, una deuda de larga data. También se impulsa el desarrollo de tecnología nacional con componentes como un nuevo tercer riel de aluminio.

Además, el Gobierno acaba de prorrogar el contrato de concesión que habilita a Ferrosur Roca Sociedad Anónima a operar la línea General Roca dentro de la Red Ferroviaria Nacional hasta el 10 de septiembre de 2026 o hasta que se concrete un nuevo proceso de convocatoria para adjudicar la explotación del sector ferroviario correspondiente. 

Pero mientras las obras avanzan, la cobertura de muchas zonas retrocede. En distintas regiones del país, los trenes dejaron de operar o funcionan de forma muy limitada, afectando especialmente a pueblos y localidades del interior que dependían de estos servicios para acceder a centros urbanos, hospitales o espacios de estudio y trabajo. En algunos casos, la interrupción fue total; en otros, los horarios se redujeron a lo mínimo indispensable. Así, el tren en tanto servicio público se retira del territorio, dejando una red de vías sin uso y comunidades cada vez más aisladas.

En ese contexto, una pregunta de fondo vuelve a aparecer: ¿el tren debe ser un negocio rentable o un servicio estratégico de conectividad?

El investigador de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) Ariel Filadoro plantea que la discusión no puede reducirse a si el tren da ganancias o no, sino a qué tipo de servicios se quieren sostener y con qué objetivos.

En el caso de los trenes urbanos, como los que circulan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la rentabilidad no puede ser el criterio principal. Estos sistemas son deficitarios en casi todo el mundo, y dependen estructuralmente del aporte estatal. "En muchas ciudades, la tarifa que paga el usuario está muy por debajo del costo real del servicio", explica Filadoro. Por eso, la mayoría de los países elige subsidiar el transporte urbano de manera sostenida, considerando su impacto en la movilidad, la seguridad vial y el medio ambiente.

Las concesiones impulsadas en los '90 dejaron lecciones claras: operadores privados que no pudieron sostener el servicio, falta de inversiones, deterioro progresivo de la infraestructura y tarifas imposibles de ajustar sin un costo social alto. “Las inversiones ferroviarias necesitan horizontes largos de amortización, algo que no encaja bien con el corto plazo que buscan las empresas privadas para recuperar su capital”, señala Filadoro.

Cuando se mira a las distintas provincias, la discusión cambia. Muchos de los servicios de pasajeros interurbanos que se desactivaron en los últimos meses ya funcionaban con baja ocupación y altos niveles de subsidio por pasajero. Según Filadoro, en estos casos hay que dejar de lado el romanticismo y preguntarse qué alternativas son realmente más eficientes para garantizar conectividad. 

"El ferrocarril tuvo un rol central en el desarrollo territorial durante el siglo XIX y parte del XX, cuando no existían otras opciones. Pero hoy, con el avance del modo carretero, sus beneficios se restringen a ciertos usos específicos. En muchos trayectos, incluso desde el punto de vista social, hay alternativas mejores", explica.

En el caso del transporte de cargas, el potencial está, pero con condiciones: debe tratarse de volúmenes grandes, en trayectos largos (superiores a los 300 kilómetros) y con destinos bien conectados, como los puertos o grandes centros urbanos. De lo contrario, el camión sigue siendo más competitivo, más rápido y más flexible.

Entonces, ¿cómo decidir qué ramales priorizar? La respuesta no está en la rentabilidad inmediata, sino en el equilibrio entre demanda real, impacto social y disponibilidad de recursos públicos. Según Filadoro, "en el AMBA nadie duda de la importancia del tren como herramienta de movilidad. El problema está en sostener servicios donde la demanda es baja o incierta. Muchas veces se anuncian proyectos sin estudios serios, guiados más por intenciones políticas que por evaluaciones técnicas".ElAuditorinfo.com

15 de septiembre de 2025

Mientras Macri y Kicillof aumentan los colectivos Milei tiene congelados desde hace un año los boletos ferroviarios del AMBA

Nota de Opinión

Por: Antonio Rossi (para LetraP.com)

Pese a haber denostado el congelamiento tarifario que la administración de Alberto Fernández mantuvo durante la mayor parte de su gestión, el Gobierno de Javier Milei ya acumula 12 meses con los boletos de los trenes metropolitanos en el freezer y sin señales de querer tocarlos hasta después de las elecciones del 26 de octubre.

Esta situación contrasta con la que exhiben el servicio de subte y los colectivos porteños y bonaerenses que vienen aumentando desde principios de 2025 y que ya tienen programado para el primer día de octubre otro ajuste del 3,9%.

El próximo martes se cumplirá el primer año del congelamiento tarifario de los servicios ferroviarios de pasajeros del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que dispuso el ministro de Economía, Luis Toto Caputo para que el precio de ese transporte no impacte en el índice inflacionario.

Desde el 16 de setiembre del año pasado, los usuarios de los trenes eléctricos y diésel operados por la empresa estatal SOFSA (líneas Roca, Sarmiento, San Martín, Belgrano Sur y Tren de la Costa) y las compañías privadas Metrovías (Urquiza) y Ferrovías (Belgrano Norte) siguen pagando en la primera sección de recorrido $ 280 y $ 126 si tienen la SUBE con tarifa social; $ 360 y $ 162, en la segunda sección, y $ 450 y $ 202,50 si sus viajes se extienden hasta las estaciones más alejadas de la tercera sección.

A contramano de lo registrado con los servicios de energía eléctrica, gas y AySA que en los últimos doce meses registraron fuertes aumentos por el recorte de subsidios; la decisión de no ajustar los pasajes ferroviarios ha dejado sobre tapete dos datos económicos significativos: un incremento de los desembolsos estatales para cubrir los costos reales que demanda el funcionamiento de los trenes y una creciente brecha tarifaria con los colectivos y subtes que tienen distintos esquemas de actualización mensuales.

Cuando Milei desembarcó en la Casa Rosada en diciembre de 2023, el boleto promedio de los ferrocarriles metropolitanos que abonaban los usuarios alcanzaba al 15% de la “tarifa plena”, mientras que el 85% restante era compensado con subsidios.

Ahor el boleto promedio cubre entre el 5% y 10% del costo real de cada viaje con una asistencia de subsidios que oscila, según la línea ferroviaria, entre el 90% y el 95% de la tarifa real que debería aplicarse.

En el caso de la SOFSA, el plan de acción y presupuesto estimado para este año exhiben que deberá afrontar un total de gastos operativos corrientes de algo más de $ 1 billón con una recaudación por venta de pasajes que no llega a $ 84.000 millones. Para cubrir ese rojo operativo, va camino a recibir de las arcas estatales una transferencia de subsidios que trepará este año a casi $ 971.000 millones.

Comparados con los otros medios de transporte público de AMBA, los trenes tienen una tarifa promedio que es entre 61%y 88% más económica que el boleto de colectivos y un 282% más baja que el subte.

Lejos de imitar el congelamiento que viene aplicando Caputo en los ferrocarriles; tanto el Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri; como el gobernador bonaerense, Axel Kicillof tienen previsto seguir adelante con las actualizaciones mensuales que habían establecido hasta fin de año para las líneas de colectivos que se encuentran bajo sus jurisdicciones.

Desde marzo pasado, las tarifas de los subtes y de las 32 líneas de colectivos que inician y terminan sus recorridos dentro de territorio capitalino tienen un mecanismo de ajuste mensual que toma en cuenta el IPC nacional de dos meses atrás más un 2% adicional.

A igual que este mes, en octubre los boletos de esos servicios volverán a subir un 3,9%. De esta manera, la tarifa actual de colectivos de hasta 3 km. pasará de $ 526,15 a $ 546,66 y la correspondiente a la sección de 3 a 6 km. lo hará de $ 586,13 a $ 608,98. En el caso de subte y el premetro, el costo de cada viaje saltará en octubre de $ 1.071 a $ 1.113.

En el caso de las líneas de colectivos del AMBA que dependen de la provincia de Buenos Aires y los municipios del Conurbano está vigente una fórmula de aumento similar a la utilizada por la administración porteña que se basa en el IPC GBA que mide el INDEC más un adicional del 2%.

Al igual que los ómnibus capitalinos, esas líneas ya tienen agendada una suba en octubre de 3,9% que llevará la tarifa actual de hasta 3 km. de $ 529,45 a $ 550,08 y la de 3 a 6 km., de $ 589,90 a $ 611,77.

En tanto, las que no tendrían aumento hasta después de las elecciones de octubre son las 103 líneas de colectivos que están bajo jurisdicción de gobierno nacional y prestan servicios entre la Capital Federal y el Gran Buenos

Esas líneas solo han tenido en lo que va de año un incremento en los boletos del 21,52% que fue implementado en forma escalonada en los meses de mayo, junio y julio. Desde entonces, las tarifas se mantienen por debajo de los colectivos porteños y bonaerenses con un valor de $ 451,01 hasta 3 km y de $ 502,43 entre 3 y 6 km.

En cualquier caso, las tarifas de los colectivos del AMBA siguen siendo los más bajas de todas a nivel nacional donde el boleto promedio se ubica en $ 1.277, con valores que superan los $ 1.500 por viaje en Córdoba, Rosario, Santa Fe y Bariloche.

21 de agosto de 2025

Los trenes metropolitanos van a acumular un año de tarifas congeladas y demandan más subsidios mensuales

Nota de Opinión

Por: Antonio Rossi (para IProfesional.com)

El último ajuste tarifario se remonta a septiembre de 2024 y el Gobierno podría mantener los precios hasta después de las elecciones

Los boletos de los trenes de pasajeros del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) van camino a acumular un año de congelamiento tarifario.

El último ajuste en el cuadro tarifario aplicado en los servicios ferroviarios que operan la empresa estatal SOFSA (líneas Roca, Sarmiento, San Martín, Belgrano Sur y Tren de la Costa) y las compañías privadas Metrovías (Urquiza) y Ferrovías (Belgrano Norte) se remonta a setiembre de 2024.

Desde ese mes, los precios de los boletos en todos los ramales se mantienen en:

Primera Sección de recorrido: $ 280 y $ 126 para usuarios del sistema SUBE con tarifa social.

Segunda Sección: $ 360 y $ 162.

Tercera Sección: $ 450 y $ 202,50.

Las señales y medidas que viene adoptando el Gobierno de Javier Milei para frenar un reacomodamiento generalizado de precios y mantener controlada la inflación por debajo del 2% mensual de cara a las elecciones de octubre preanuncian que las tarifas ferroviarias podrían seguir en el freezer hasta después de octubre.

El mantenimiento de los boletos que abonan los usuarios de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires no resulta neutro para las cuentas públicas. La contracara de las tarifas quietas ha sido una suba en los subsidios que desembolsa la administración libertaria para poder cubrir los mayores costos operativos y salariales de las ferroviarias de pasajeros.

De acuerdo con datos del Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP (UBA-Conicet), en los primeros siete meses de 2024 los subsidios operativos para los trenes metropolitanos ascendieron a $329.183 millones.

En el mismo período de este año, las compensaciones tarifarias giradas a la operadora estatal SOFSA llegaron a $514.379 millones, lo que representa un aumento nominal del 56% y una suba real del 2%.

A mediados del año pasado cuando procedió a declarar la “emergencia pública ferroviaria”, la gestión mileísta había remarcado que el nivel de subsidios heredado alcanzaba, en promedio, al 90% del costo real de operación de los servicios ferroviarios metropolitanos.

Lejos de revertir esa situación, el ministro de Economía, Luis Caputo y las autoridades de la Secretaría de Transporte --que ahora conduce Luis Pierrini-- mantuvieron la política de no tocar las tarifas ferroviarias a diferencia de lo sucedido con los servicios de energía eléctrica, gas y AySA que registraron fuertes aumentos destinados a recortar los subsidios.

Los números actuales de los trenes de pasajeros del AMBA muestran que los usuarios pagan solo entre el 5% y 10% del costo real de cada viaje y que el Estado sigue cubriendo con subsidios entre el 90% y el 95% de la tarifa real que debería cobrarse.

En el caso de la SOFSA, el plan de acción y presupuesto estimado para este año exhiben que deberá afrontar un total de gastos operativos corrientes de algo más de $ 1 billón con una exigua recaudación por venta de pasajes que no llega a $ 84.000 millones. Para cubrir ese rojo operativo, prevé recibir de las arcas estatales una transferencia anual de subsidios que trepa a casi $ 971.000 millones.

Colectivos y subtes 

Por el lado de los colectivos y subtes, la situación es bien distinta y todos los meses se registran diferentes tipos de ajustes y actualizaciones tarifarias.

A partir de marzo de este año, las tarifas de las líneas de colectivos del AMBA pasaron a tener tres parámetros distintos de aumentos.

En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, las líneas que quedaron bajo su órbita y los subtes tienen mecanismo de actualización mensual que depende del IPC nacional, medido por el INDEC para el período de dos 2 meses atrás más un 2% adicional, que permite garantizar una recuperación real de las tarifas.

El último aumento aplicado a comienzos de agosto para las líneas que inician y terminan sus recorridos dentro del territorio porteño dejó vigente el siguiente cuadro tarifario:

Primera sección de 0 a 3 km: $ 506,39 y 227,87 para los tienen “Tarifa Social” .

Segunda sección de 3 a 6 km: $ 564,12 y $ 253,85.

Tercera sección de 6 a 12 km: $ 607,58 y $ 273,41.

Cuarta Sección de 12 a 27 km: $ 651,08 y $ 292,98.

En setiembre, el aumento que llegará por la aplicación del esquema de ajuste será del 3,9% y el boleto mínimo pasará a costar $526.

En tanto, para las líneas del AMBA que dependen de la provincia de Buenos Aires y los municipios del Conurbano rige un esquema de ajuste similar al de CABA basado en el IPC GBA que mide el INDEC más un adicional del 2%. El cuadro tarifario actual se compone de la siguiente manera:

0 a 3 km: $ 509,39 y $ 229,22 con “Tarifa Social”.

3-6 km: $ 567,46 y $ 255,35

6 a 12 km: $ 611,17 y $ 275,02

12 a 27 km: $ 654,93 y $ 294,71

Más de 27 km: $ 698,38 y $ 314,27.

Al igual que las líneas porteñas, las provinciales y municipales ya tienen programada una suba de 3,9% para setiembre que elevará el boleto mínimo a $ 529.

A su vez, las 103 líneas de colectivos del AMBA prestan servicios entre la Capital Federal y el Gran Buenos y están bajo jurisdicción del gobierno nacional sólo han tenido un aumento de 21,52% aplicado en forma escalonada entre los meses de mayo, junio y julio.

Actualmente, las “líneas nacionales” tienen el siguiente cuadro tarifario: 0 a 3 km: $ 451,01 y $ 202,95 para beneficiarios de Tarifa Social; 3 a 6 km: $ 502,43 y $ 226,09; 6 a 12 km: $ 541,13 y $ 243,50; 12 a 27 km: $ 579,87 y $ 260,94; y más de 27 km: $ 618,35 y $ 278,25.

A diferencia de las líneas porteñas y bonaerenses que ya tienen definido el aumento de setiembre, las de jurisdicción nacional aún no tienen establecido un ajuste y no se descarta que se mantengan sin cambios hasta después de las elecciones nacionales de octubre.

En lo que atañe al Subte, con la última suba de agosto el precio del boleto pasó de $ 996 a $ 1.031 por viaje. Con ese valor, la brecha existente con los colectivos porteños llegó al 103%; mientras que frente a las líneas nacionales la diferencia se estira al 128%.

30 de diciembre de 2023

El gobierno nacional aumentó el valor del boleto de tren en el AMBA a partir del 15 de Enero de 2024. Habrá más incremento

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria

El gobierno de Milei aumentó el valor del boleto de tren de pasajeros de las líneas ferroviarias del AMBA (incluidas las empresas concesionarias) a partir del día 15 de Enero de 2024. Además, expresaron que habrá más incrementos en el futuro.

En declaraciones al medio Infobae.com dijeron desde el gobierno que "el transporte ferroviario de pasajeros se encuentra fuertemente subsidiado por el Gobierno Nacional, siendo el monto del subsidio mensual transferido a las operadoras ferroviarias equivalente al 98% del costo de operación, ello producto de una política pública equivocada de congelamiento de tarifas del entonces Ministerio de Transporte".

Asimismo, dijeron que "prueba ello que, a pesar de que por la Resolución N° 1017/22 del citado Ministerio y aprobada por audiencia pública, se permitía actualizar el boleto de pasajero por IPC, sin ninguna argumentación económica, la anterior administración congeló los cuadros tarifarios del servicio de transporte público ferroviario de pasajeros de jurisdicción nacional a valores de agosto del año 2023".

30 de agosto de 2023

El Gobierno analiza congelar las tarifas de transporte hasta después de las elecciones

Actualidad

A dos días de que se oficialice el nuevo aumento pautado, el Gobierno debate internamente la posibilidad de congelar las tarifas de transporte en el AMBA. Desde las empresas aún no se expresaron al respecto.

El Gobierno analiza congelar las tarifas de transporte de colectivos y trenes hasta después de las elecciones. La medida va en la misma línea que los acuerdos de precios recientemente anunciados y el congelamiento de las prepagas y combustibles para intentar morigerar el impacto de la inflación.

"Es una medida en análisis, no hay nada definido por el momento", expresaron fuentes oficiales en diálogo con Ámbito. El incremento del transporte público está previsto para este viernes.

De confirmarse la medida, dejarán de aplicarse los aumentos mensuales establecidos a partir de marzo de este año. Cabe recordar, que está -o estaba- programada una suba del 6,2% en el precio mínimo de los pasajes a partir de septiembre, en línea con la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Gran Buenos Aires en julio, de acuerdo a la medición del INDEC.

En base a ese incremento, que ahora el Gobierno analiza dejar en suspenso, el boleto mínimo del colectivo por viajes de hasta 3 kilómetros debía costar $56,24, el tramo de 3 a 6 kilómetros llegaría a $62,66 y el viaje de entre 6 y 12 kilómetros pasaría a costar $64,48. Por su parte, los pasajeros con recorridos de entre 12 y 27 kilómetros tendrían que pagar $72,31 y los que viajan más de esa distancia, $77,11.

En lo que respecta a los trenes, los boletos saldrían entre $27,31 y $35,34, de acuerdo a la línea, mientras que el subte pasaría de $74 a $80.

Ahora, todos los aumentos quedan sujetos a lo que decida la Nación y las subas podrían postergarse hasta después de las elecciones presidenciales. Por lo pronto, de ser así, el boleto mínimo seguirá costando $52,96.

Las empresas de colectivos aún no se han expresado en relación al posible congelamiento del precio de los boletos, pero hace algunos días informaron que existe un desfasaje del 30% en el valor de los pasajes en relación a las subas de costos. De acuerdo a la Asociación Argentina de Empresarios de Transporte Automotor (Aeeta), entre el valor actual del boleto ($52,96) y las compensaciones económicas del Estado (subsidio por regulación de precios) se cubre sólo el 74,7% de los costos reales del sistema. El 25,3% restante, aseguran, es absorbido por las compañías.Ámbito.com