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4 de octubre de 2023

Línea "B" de Subte: La AGTSyP pide la emergencia operativa de la línea, ¡YA!

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria 

La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro informan mediante su cuenta de twitter (X) que en el día de hoy sólo 10 formaciones se encuentran en servicio, cuando lo natural sería que hubiese 18 funcionando.

Por tal motivo, le solicitan al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires declare en forma urgente la Emergencia Operativa de dicha Línea de Subte.

"Los trabajadores/as venimos denunciando desde hace años una serie de problemas que afectan el servicio e impiden que la gente pueda viajar bien", manifiestan desde la AGTSyP.

Asimismo, dicen que los coche Mitsubishi tienen más de 60 años, no tienen repuestos y, por lo tanto, se dificulta repararlos.

También, dicen que "en el año 2018, hubo que sustituir la flota que había comprado Mauricio Macri en España de los trenes CAF 5000 porque se descubrió que estaban contaminados con asbesto. Junto con esos trenes vinieron los CAF 6000 que son los que actualmente están en funcionamiento que están deteriorados, que están obsoletos y para los cuales no hay repuestos".

Además, manifiestan que "debería de haber 18 formaciones en servicio pero sólo funcionan entre 10 y 12, lo cual trae consecuencias bastante graves para los pasajeros, para los conductores y guardas que tienen que resolver problemas sobre la marcha. Además, existe un faltante de personal de mantenimiento, repuestos e insumos".

Por último, solicitan del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires declare la Emergencia Operativa ¡YA! para garantizar la seguridad de los trabajadores y pasajeros

15 de mayo de 2023

El asbesto: Un drama del subterráneo porteño que continúa sin respuestas

Actualidad

Es un reclamo central de los trabajadores, que paran este lunes. Hay casi 90 con enfermedades relacionadas a este material prohibido. Tres murieron. "A los usuarios no los controla nadie", denuncian.

“Dejé de pensar a futuro mi vida. Antes tenía proyectos, me veía jubilado viajando a mi querida Tucumán y luego volviendo a Buenos Aires para estar con mi familia”, rememora Martín Paredes, conductor de la línea B de Subte. En noviembre de 2019, tras varios años de lucha, la empresa Metrovias (hoy Emova) y el gobierno porteño aceptaron realizar estudios médicos a trabajadores y trabajadoras del sector. Un año después, él y decenas de compañeros fueron notificados con enfermedades provocadas por el asbesto, un elemento potencialmente cancerígeno cuya utilización está prohibida en nuestro país desde el 2003.

El quite de todas las formaciones que lo contienen es uno de los principales reclamos del gremio, que decidió un paro total para mañana lunes. Denuncian que ya hay 85 trabajadores diagnosticados, 2150 «bajo vigilancia médica» y tres perdieron la vida.

“Me diagnosticaron ‘inflamación de pleura neumoconiosis’, es el primer estado de una enfermedad potencialmente peligrosa para un cáncer. Mi organismo encapsuló a la fibra de asbesto que se me clavó en el pulmón y eso se inflama, es como una costra. Por ejemplo, me provoca muchísimo dolor de espalda», cuenta Paredes. Comenzó a trabajar en el subte en 1994, haciendo 12 horas continuas durante muchos años. Hoy tiene 53. Hasta 2020 fue conductor, su pasión.

“Cuando me informaron el diagnóstico no lo podía creer. Rápidamente, la ART y la empresa que concesiona los Subtes me mandaron una carta diciendo que me liberaban de mis tareas por tiempo indeterminado. Tuvieron que reconocer que era por el asbesto”, continúa. En la misma carta le dijeron que no debería regresar al subte por ningún motivo. Nunca le aclararon ni a él ni a sus compañeros ni a los usuarios por qué. El Hospital Británico confirmó los diagnósticos. Lo había provocado el asbesto.

Quienes les advirtieron que las formaciones que compró Mauricio Macri cuando era jefe de gobierno tenían asbesto fueron los trabajadores del subte de Madrid: “en 2017 nos dijeron que ellos tenían varios compañeros enfermos por asbesto y que ya había fallecido uno”.

La compra a Madrid de los coches CAF 5000 de segunda mano, fabricados en los ’70, se concretó en 2011 sin análisis ambiental, por 550 mil dólares cada uno. Iban a ser chatarra para subastar. La adquisición ocurrió ocho años después de que el asbesto fuese prohibido en nuestro país. Recién en 2018 el gobierno porteño confirmó que contenían ese material.

Asbesto: el temor de trabajadores y usuarios

Los trabajadores más perjudicados por el asbesto son los de Talleres. Allí el material flota en el aire y entra al organismo. La desabestización debe ser completa, incluso los expertos recomiendan mudar los talleres ubicados en inmediaciones de viviendas y escuelas, como los Bonifacio y Polvorín de Caballito, linderos a una primaria y un jardín de infantes.

Tras la ratificación de que en esos talleres hay material potencialmente cancerígeno, la vida de cientos de familias de la comunidad educativa cambió para siempre. Hoy afirman vivir la angustia de ser ignorados tanto por el Ministerio de Educación como por Sbase y Emova.

“Yo empecé con febrícula de 37,5 grados durante varios meses. Iba a la guardia, me empezaron a hacer todo tipo de estudios y no me encontraron nada. Así vivía todos los días y me iba a trabajar. Hasta que me hacen una tomografía y ven algo en el pulmón”, recuerda Gustavo Villalba, que entró a trabajar como boletero en 1997, luego pasó al sector de tráfico en 2003 y finalmente como conductor. A los 48 años fue diagnosticado con neumoconiosis, igual que Paredes y otros cientos de compañeros.

Actualmente se encuentro de licencia: «presenté una demanda ante la Superintendencia de Salud, porque la ART mintió descaradamente al entregarme un ‘alta médica sin secuelas’. Me levanto con el ojo seco, la garganta seca, y son muchos compañeros que viven con los lagrimales secos y no pueden estar sin gotas en los ojos. Yo entré con 24 años a la empresa donde me prometieron crecer, desarrollarme y tener un futuro. Tenía aspiraciones hasta que me encontraron este daño en la pleura. Ahora estoy luchando no solo por mí, sino por mis compañeros y por todos los que viajan en el subte a diario”.

De los casi 90 trabajadores y trabajadoras afectados por el asbesto, seis desarrollaron cáncer y tres fallecieron. “Pero este relevamiento es el que tenemos nosotros de cinco años atrás a la fecha, anteriormente como no sabíamos que el subte tenía asbesto pueden haber muchos otros compañeros y compañeras y usuarios afectados –aclara Claudio Dellecarbonara, del Secretariado Ejecutivo de metrodelegados–. Lamentablemente contamos con varios trabajadores de subte que fallecieron por cáncer, es una de las denuncias que hacemos siempre”.

Asegura que la incidencia del cáncer era alta en el sector, pero se lo atribuían a otras condiciones insalubres como electromagnetismo, microondas y micro partículas de minerales y metales. La situación no abarca solo a empleados. De hecho se conoció que una usuaria demandó al Gobierno de la Ciudad y a la empresa concesionaria. Le encontraron una fibra de asbesto encapsulada en el pulmón. Viajaba todos los días en subte.

“Ahora que sabemos que el asbesto existe y de sus consecuencias –acota Dellecarbonara–. Después de tanta lucha logramos que la ART, una vez por año, nos realice un control médico para saber si estamos afectados o no, pero a los usuarios no los controla nadie”.

Una medida de fuerza que abarca todas las líneas

Tras fracasar la negociación, la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (Agtsyp) anunció que mañana lunes harán un paro total que «afectará el servicio de las seis líneas del Subte y el Premetro». Además del asbesto, hay reclamos económicos y laborales. Afirman que la empresa concesionaria no les devuelve las sumas descontadas en los haberes de trabajadores y trabajadoras por los días de paro. Christian Paletti, de los Metrodelegados, denunció que Emova, con el aval de la estatal porteña Sbase, «realizó descuentos en los salarios, masivos y arbitrarios como represalia contra las medidas gremiales, que consisten en paros rotativos de dos horas y dos líneas por vez». También piden «por un segundo franco, el recambio de los trenes contaminados por asbesto, aumento imprescindible de personal». Y agregaron la necesidad de «la convocatoria paritaria que debe ajustar la pérdida salarial del último período».TiempoArgentino.com

11 de noviembre de 2021

Asbesto en el Subte: ¿Cuál es el riesgo de salud para los usuarios?

Actualidad

El asbesto presente en la red de subterráneos de la Ciudad es, hasta cierto punto, un descubrimiento reciente. En el año 2018, la aparición del material cancerígeno en el Metro de Madrid disparó la alarma en Buenos Aires. No muchos años antes, en el 2011, se habían comprado los coches CAF5000 (los que se usan en la línea B) a España. Desde ese momento hasta ahora, la investigación sobre la presencia de este material en toda la red avanzó mucho.

La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) hizo sus propios estudios. Y el impacto del contacto con el material en los trabajadores está claro. Hasta ahora hubo tres fallecidos por cáncer y hay otros 50 operarios con enfermedades relacionadas al asbesto. ¿Pero cuál es el riesgo para los usuarios? ¿El nivel de exposición de un pasajero promedio implica un peligro para su salud?.

Riesgo latente

Ariel Rossi es docente de la cátedra de Medicina Legal y Deontología de la Facultad de Medicina de la (UBA). Y también es representante de la AGTSyP. “Un usuario tiene las mismas posibilidades que un trabajador, en ciertas zonas de la red, de estar en contacto con el asbesto -le dijo Rossi a Diario Z–. Por supuesto que no es el mismo nivel de exposición de los operarios que están en contacto con las vías, pero el contacto con el material existe”.

A la hora de explicar en qué momento de un recorrido habitual, los pasajeros podrían estar expuestos al material, el médico explicó: “Los túneles no están desasbestizados. Hay vagones, en líneas como la E, que tampoco. Hay errores que son absurdos. La Ciudad decidió reutilizar, como paseo turístico, los viejos coches de la Línea A, con asientos de madera, a los que no les sacaron el asbesto”.

“El tema central son los túneles-explicó Rossi. En la subestación de la 9 de Julio, donde se entrecruzan varias líneas, sigue habiendo bandejas que sostienen los cables en los túneles y tienen asbesto. Algunas de esas bandejas están más flojas o rotas y el asbesto sale. Se trata de fibras microscópicas que no se sienten, no se huelen. Flotan en el aire. El propio movimiento del tren las moviliza y llegan a las estaciones”.

Un rastreo casi imposible

Según los datos de la Dirección de Estadística y Censos de la CABA, en septiembre pasado-último indicador-en la red de subtes viajaron 9.9 millones de personas. En rigor, el dato indica la cantidad de pasajes que se vendieron utilizando la SUBE. Esto representa alrededor del 50% de los niveles previos a la pandemia, cuando la cifra oscilaba entre 17 y 20 millones mensuales. Y es varias veces superior a los 2 millones de septiembre de 2020, en plenas restricciones por el Covid.

Un pasajero promedio hace entre dos y cuatro viajes al día, sumando entre 25 y 40 minutos dentro del subte.  ¿Con ese tipo de rutina, cuáles serían los riesgos con el asbesto?      

“Las patologías asociadas con este material no tienen un vínculo directo con los niveles de exposición-explicó Rossi-. Obviamente que una persona que se expone todo el día, estadísticamente, corre más riesgo que otras, pero no hay una relación directa. Todo depende, como en otras enfermedades, de la capacidad inmunológica. Puede haber patologías menos graves, como placas pleurales, hasta la posibilidad de que se transformen en cáncer de pleura”.

Según el médico, las enfermedades asociadas al contacto con este material tienen “una larga evolución. Después del primer contacto pasan muchos años hasta que aparecen las consecuencias. El punto es que una vez que se descubre ya es tarde”.

“Es muy complejo medir el impacto concreto en los usuarios-agregó Rossi-. Es difícil encontrar enfermos por fuera de los trabajadores porque habría que hacer un interrogatorio muy preciso y también puede haber otros motivos”. “Si mañana aparece alguien con cáncer de pleura-destacó el médico-, quién se lo puede adjudicar de modo directo que se trata de un usuario del subte. Además no es solamente en el subte donde hay asbesto”.

El médico explicó que hay distintos tipos de este material. “El de fibras que son más pequeñas y punteagudas, en principio, es el que produce más lesiones. Pero cada organismo tiene una capacidad diferente de responder. No es que todos los que tengan contacto tendrán un problema. De hecho hay trabajadores en los talleres que tienen patologías y otros que viviendo la misma cotidianeidad no tienen nada”.

Rossi fue muy específico respecto de la solución. “Hay que desasbestizar todo el subte. Es un proceso largo y complejo. Pero los trabajadores llevan más de tres años peleando y recién ahora se logró, por ejemplo, que pongan ventilación en el talle Rancagua (en Chacarita). Estamos hablando de una obra que para el Gobierno de la Ciudad son dos mangos con cincuenta”.

Respecto al impacto en los niños, el especialista sostuvo que es muy leve. “En los chicos las patologías relacionadas con el contacto con el material son muy raras.  Aunque la comparación no es la más correcta, podría decirse que es comparable a lo que ocurre con el contagio de Covid, que los chicos hacen en general cuadros muy leves”.

Este medio se comunicó con la empresa Metrovías para consultar sobre este tema. Las preguntas fueron recepcionadas y al cierre de esta nota no había respuesta. Fuente: DiarioZ.com