Exterior
El Autovagón tiene vidrios trizados por incidentes en la zona de ingreso a Chile. Administración peruana del tren efectuará una denuncia. El servicio fue reinaugurado el 27 de mayo. Se estudia nuevo sistema de señalización para el recorrido.
La bocina del Autovagón 261, que une Arica (Chile) y Tacna (Perú), suena fuerte en su trayecto. Pero no siempre para saludar, sino para advertir el peligro. La razón son los constantes apedreos que recibe el acorazado cuando circula por el lado nacional, que sumado a la imprudencia de algunos automovilistas, hacen que cada recorrido sea un riesgo para operarios y pasajeros.
“El camino es agradable, pero hay tramos complicados”, reconoce una usuaria.
Tras ser reinaugurado el servicio el pasado 27 de mayo, después de cuatro años de detención, la máquina fue bien recibida por ariqueños y tacneños, quienes en cada viaje llenan los 50 asientos disponibles.
Por eso, resulta curioso que, de todos modos, el vagón sea blanco de apedreos, siendo sus ventanas testigos de los ataques, los que mayoritariamente ocurren en la zona norte de Arica, pasada la zona de la Piscina Olímpica, cuando el tren circula a baja velocidad. Si los cristales no han sido rotos, es debido a que tienen un grosor especial, justamente para prevenir inconvenientes.
Otro factor es que a lo largo de la línea no existen barreras o guardavías en los cruces, que impidan maniobras a veces arriesgadas de los automovilistas. Muchos sencillamente atraviesan sin medir consecuencias. Otros estacionan sus vehículos a pocos metros de la vía.
Lo anterior es refrendado por Andrés Choquejahua, maquinista con más de 20 años de experiencia en este ferrocarril. “Hay que tener cuidado, porque hay mucha gente que pasa, pero son niños los que nos tiran piedras. También hay autos mal estacionados. La verdad, no sé, a veces hacen actividades en la playa y los dejan cerquita de la línea. Pero qué vamos a hacer, tenemos que parar para evitar problemas. Ya lo hemos hablado con la policía”, relata.
Lejos de avizorar mejores condiciones a futuro, el funcionario acusa que estas circunstancias se acentúan durante el verano. “Los problemas se dan más en Chile, y ahora que viene el verano aumentarán, porque mucha población baja caminando a la playa y ponen cosas en la vía”, subraya.
El tema no es grato para las autoridades de ninguno de los países. En el consulado peruano declinaron referirse al tema, mientras que en la coordinadora de Seguridad Pública de Arica y Parinacota se indicó que recabarán información.
Marco Antonio Machaca, administrador del FF.CC. Arica-Tacna, dependiente del gobierno regional de Tacna, manifestó que “no es normal este tema (de los apedreos), no sé con qué propósito tiran objetos. Ahora, nuestro encargado de estación en Arica hará la denuncia respectiva a las autoridades y a la policía”.
Respecto de la seguridad vial, expresó que “en Chile es un tema menor, porque allá es más ordenado todo el sistema; en cambio, en Perú es complicado el tráfico de vehículos y trenes. De todos modos, estamos trabajando en un nuevo proyecto de señalización en el recorrido, para dar mayor seguridad a los usuarios y a los conductores de vehículos particulares. La semana pasada, incluso, nos juntamos con autoridades chilenas para hablar este tema”.LaTercera.cl
El Autovagón tiene vidrios trizados por incidentes en la zona de ingreso a Chile. Administración peruana del tren efectuará una denuncia. El servicio fue reinaugurado el 27 de mayo. Se estudia nuevo sistema de señalización para el recorrido.
La bocina del Autovagón 261, que une Arica (Chile) y Tacna (Perú), suena fuerte en su trayecto. Pero no siempre para saludar, sino para advertir el peligro. La razón son los constantes apedreos que recibe el acorazado cuando circula por el lado nacional, que sumado a la imprudencia de algunos automovilistas, hacen que cada recorrido sea un riesgo para operarios y pasajeros.
“El camino es agradable, pero hay tramos complicados”, reconoce una usuaria.
Tras ser reinaugurado el servicio el pasado 27 de mayo, después de cuatro años de detención, la máquina fue bien recibida por ariqueños y tacneños, quienes en cada viaje llenan los 50 asientos disponibles.
Por eso, resulta curioso que, de todos modos, el vagón sea blanco de apedreos, siendo sus ventanas testigos de los ataques, los que mayoritariamente ocurren en la zona norte de Arica, pasada la zona de la Piscina Olímpica, cuando el tren circula a baja velocidad. Si los cristales no han sido rotos, es debido a que tienen un grosor especial, justamente para prevenir inconvenientes.
Otro factor es que a lo largo de la línea no existen barreras o guardavías en los cruces, que impidan maniobras a veces arriesgadas de los automovilistas. Muchos sencillamente atraviesan sin medir consecuencias. Otros estacionan sus vehículos a pocos metros de la vía.
Lo anterior es refrendado por Andrés Choquejahua, maquinista con más de 20 años de experiencia en este ferrocarril. “Hay que tener cuidado, porque hay mucha gente que pasa, pero son niños los que nos tiran piedras. También hay autos mal estacionados. La verdad, no sé, a veces hacen actividades en la playa y los dejan cerquita de la línea. Pero qué vamos a hacer, tenemos que parar para evitar problemas. Ya lo hemos hablado con la policía”, relata.
Lejos de avizorar mejores condiciones a futuro, el funcionario acusa que estas circunstancias se acentúan durante el verano. “Los problemas se dan más en Chile, y ahora que viene el verano aumentarán, porque mucha población baja caminando a la playa y ponen cosas en la vía”, subraya.
El tema no es grato para las autoridades de ninguno de los países. En el consulado peruano declinaron referirse al tema, mientras que en la coordinadora de Seguridad Pública de Arica y Parinacota se indicó que recabarán información.
Marco Antonio Machaca, administrador del FF.CC. Arica-Tacna, dependiente del gobierno regional de Tacna, manifestó que “no es normal este tema (de los apedreos), no sé con qué propósito tiran objetos. Ahora, nuestro encargado de estación en Arica hará la denuncia respectiva a las autoridades y a la policía”.
Respecto de la seguridad vial, expresó que “en Chile es un tema menor, porque allá es más ordenado todo el sistema; en cambio, en Perú es complicado el tráfico de vehículos y trenes. De todos modos, estamos trabajando en un nuevo proyecto de señalización en el recorrido, para dar mayor seguridad a los usuarios y a los conductores de vehículos particulares. La semana pasada, incluso, nos juntamos con autoridades chilenas para hablar este tema”.LaTercera.cl
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