Mostrando entradas con la etiqueta Lula da Silva. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Lula da Silva. Mostrar todas las entradas

16 de mayo de 2013

EL GOBERNADOR DE MENDOZA SE REUNIÓN CON LULA DA SILVA (EX PRESIDENTE DEL BRASIL) Y LE PLANTEÓ EL PROYECTO DEL TREN TRASANDINO


ACTUALIDAD

Redacción CRÓNICA FERROVIARIA

Tras la segunda jornada del encuentro organizado por la empresa de telefonía, el  mandatario provincial brindó detalles de su encuentro con el ex presidente de Brasil.


El gobernador Francisco Pérez participó de la segunda jornada del Encuentro de Líderes y Tecnología, organizado por Telefónica, en el cual disertó Luis Inácio "Lula" Da Silva. Tras la jornada en la bodega Los Toneles, el mandatario provincial habló de la disertación que el ex presidente de Brasil ofreció ante unos 500 empresarios invitados por la empresa de comunicaciones; y también brindó detalles del encuentro que mantuvo con el líder brasileño.

Al respecto indicó: "Estuvimos hablando en la misma línea que lo hicieron las presidentas Dilma Roussef y Cristina Fernández de Kirchner y también le planteé el proyecto del Tren Trasandino, porque entendemos que es fundamental que Brasil tenga salida al Pacífico y que lo haga por el corredor bioceánico, que precisamente pasa por Mendoza".

7 de septiembre de 2012

BRASIL: MULTINACIONALES DISPUTARÁN TREN DE ALTA VELOCIDAD


EXTERIOR

Cuatro empresas multinacionales manifestaron su intención de participar en la construcción del Tren Bala entre Sao Paulo y Rio de Janeiro, obra que la presidenta Dilma Rousseff planea licitar en los próximos meses dentro del programa de privatizaciones iniciado con la concesión de rutas y ferrovías.

La empresa a francesa Alstom, que ya ha construido grandes obras de infraestructura en Brasil, la japonesa Mitsui, la canadiense Bombardier y la española CAF manifestaron su interés en participar en la disputa para operar el Tren de Alta Velocidad que unirá las ciudades de Campinas (interior paulista), Sao Paulo y Rio de Janeiro.



Luego de un intento fallido de licitación durante el gobierno del ex presidente Luiz Lula da Silva, que pretendía concluir la obra para la Copa del Mundo de 2014, la mandataria Dilma Rousseff hizo saber su decisión política de volver a convocar a la iniciativa privada internacional en una subasta que posiblemente será realizada el próximo 29 de mayo, publicó hoy el sitio de Folha de Sao Paulo.

La obra tiene un costo estimado de 16.500 millones de dólares y no se descarta que otras empresas extranjeras participen en la licitación que será realizada en varias etapas.

Rousseff anunció en el mensaje del Día de la Independencia que se celebra este 7 de septiembre un corte del 28 % de las tarifas cobradas a la industria como parte de la política de incentivos al sector privado y la concesión de obras, iniciada el mes pasado con las privatizaciones de carreteras y vías férreas.(ANSA).

20 de agosto de 2012

BRASIL LLAMA A LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS


EXTERIOR

Las empresas españolas tienen una nueva oportunidad en el suculento mercado brasileño tras el anuncio el miércoles por parte del Gobierno del país sudamericano del tercer plan en cinco años para dar a Brasil “las infraestructuras compatibles con su tamaño”, en palabras de la presidenta Dilma Rousseff. El plan prevé la construcción en régimen de concesión de 10.000 kilómetros de ferrocarriles y 7.500 kilómetros de carreteras. El total de la inversión presentada asciende a 133.000 millones de reales (53.300 millones de euros), de los que dos tercios se dedicarán a ferrocarriles y el tercio restante, a carreteras. El Gobierno de Rousseff también declaró que buscará nuevas colaboraciones entre el sector público y el privado para mejorar la infraestructura de puertos y aeropuertos.

En principio, buenas noticias para el sector de la construcción civil española, que busca salvaguardarse en el boyante mercado sudamericano de las cuitas de la crisis europea. “Vamos a estudiar a fondo el proyecto”, afirma José Manuel Velasco, de FCC. Brasil, junto con Colombia y Perú, son los nuevos objetivos de la constructora presidida por Baldomero Falcones, que hasta ahora se había centrado en el mercado centroamericano. “De los tres, Brasil es el primero. Estamos allí desde hace más de dos años”, indica Velasco.

Pero otros son más escépticos. “Brasil es un mercado muy difícil de entrar para las empresas extranjeras”, considera una fuente relacionada con el sector. “Para todo lo que sean obras públicas, las grandes constructoras brasileñas están muy protegidas por la legislación”. Además, los inversores extranjeros se tienen que enfrentar a un complicado sistema judicial que puede paralizar proyectos enteros solo con la firma de un juez de primera instancia, y un bienintencionado, pero lento, sistema de protección ambiental. “Para una empresa que venga de fuera”, sigue diciendo la fuente, "prácticamente la única forma de conseguir que te adjudiquen directamente un contrato es buscarse un socio local, y aun así es muy difícil. Es relativamente más sencillo ganar un proyecto en régimen de concesión".

Presidenta de la República Federativa del Brasil, Dilma Rousseff


Precisamente lo que diferencia al plan presentado el miércoles de los anteriores es que la mayoría de los proyectos propuestos están bajo ese régimen “más sencillo”. Los dos Planes de Aceleración del Crecimiento (PAC), el proyecto estrella del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y cuya primera edición (iniciada en 2007) catapultó a su sucesora Rousseff a la presidencia, buscaron, entre otras medidas, renovar las deterioradas infraestructuras del país sudamericano a través de inversiones por valor de 162.800 millones de reales (65.290 millones de euros). La mayor parte de esas obras se llevarían a cabo en régimen de adjudicación directa, bajo la supervisión estatal.

Pero las críticas de la oposición y de parte de la opinión pública a la lentitud de gran parte de las obras del PAC, sumado a un escándalo de corrupción en el Ministerio de Transportes en 2011, que acabó con el despido de 27 funcionarios de alto rango (con el ministro, Alfredo Nascimento, a la cabeza) han llevado al Gobierno de Rousseff a hacer énfasis en el modelo que, desde la privatización de la autopista entre São Paulo y Rio de Janeiro en 1996, ha tenido más éxito a la hora de mejorar la red brasileña de carreteras.

Es precisamente en el sector de las concesiones de carreteras donde la presencia española en Brasil es más evidente. Abertis, la mayor gestora de autopistas en España, se hizo el pasado 8 de julio con el control de OHL Brasil. Esta exfilial de la constructora española OHL se hizo en 2008 con la gestión por 25 años de 2.078 de los 4.764 kilómetros de carreteras federales administradas por la iniciativa privada, que sumó a los 1.147 kilómetros de rutas titularidad del estado de São Paulo, el más poblado del país. Abertis, que con la operación se ha colocado en una buena posición para pugnar por las próximas concesiones federales, esperará al cierre definitivo de la transacción, previsto para septiembre, para dar su opinión acerca del plan de infraestructuras.

Pero Abertis no es la única empresa española que ya está presente en el mercado brasileño. Isolux Corsán participa en la gestión de 680 kilómetros de carreteras en el estado de Bahía, mientras que Acciona Infraestructuras controla una ruta de 200 kilómetros en el estado de Río de Janeiro. Los mercados han recibido con euforia el anuncio de Rousseff. La acción de Abertis ha llegado a subir más de un 13% desde la presentación del plan, mientras que la de Acciona ha crecido un 9,1% y la de FCC, un 24,1%.

Pero la parte del león del proyecto de infraestructuras es la inversión en ferrocarriles. La esperanza para las empresas españolas está en el desbloqueo de la joya de la corona del PAC: la línea de alta velocidad entre Río de Janeiro, São Paulo y Campinas. El proyecto, cuya conclusión estaba inicialmente prevista para el próximo Mundial de fútbol en 2014, nunca ha avanzado de la fase de planificación: las tres pujas convocadas hasta ahora por el Gobierno federal han quedado desiertas. Para desbloquear la situación, Brasilia decidió separar la licitación de la construcción de la infraestructura de la de la venta de los trenes, así como subastar la obra por tramos, en lugar de encargar el proyecto completo a un único concesionario. El pasado mes de junio, un representante de Talgo acompañó al Rey Juan Carlos en su visita oficial a Brasil.

Entre las inversiones ferroviarias prometidas el miércoles por el Gobierno de Rousseff destaca la construcción de dos grandes conexiones ferroviarias entre los estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul (donde la producción de soja a escala industrial ha florecido en la última década) y la costa.

El Gobierno de Dilma Rousseff también prometió el miércoles anunciar nuevas concesiones para puertos y aeropuertos antes del 15 de septiembre “como mucho”. Según el diario OGlobo, la segunda subasta, tras la de febrero de este año, incluirá los aeropuertos internacionales de Belo Horizonte y Río de Janeiro. Este último es especialmente importante por el doble papel de la excapital del país como sede de la final del Mundial de fútbol de 2014 y de los Juegos Olímpicos de 2016.

“Queremos unirnos a los concesionarios para obtener lo mejor que puede ofrecer la iniciativa privada en eficiencia”, dijo Rousseff, “con lo mejor que el Estado puede y debe ofrecer en planificación y gestión de recursos”.O Globo también afirma que para la próxima ronda el Gobierno quiere tener reglas más rígidas que atraigan a más inversores internacionales con experiencia en gestión.

En la subasta de los aeropuertos de São Paulo, Campinas y Brasilia, celebrada hace seis meses, tanto Ferrovial como el consorcio formado por OHL y Aena presentaron ofertas, que acabaron derrotadas. El País.

16 de enero de 2011

UN ESQUEMA DE PREMIOS QUE ES ABSURDO E INSOSTENIBLE

¿Es absolutamente negativo subsidiar el transporte de pasajeros? ¿Es un pecado original que siempre debería evitarse? Parece que no, porque hay países y ciudades con ejemplos exitosos de razonables subvenciones, que tienen sistemas modernos, eficientes y que la población aprecia y prefiere.

Y hay limitantes técnicas y económicas. Por ejemplo, pensar que el sistema de trenes de cercanías del área metropolitana puede financiarse únicamente con la tarifa es creer que viajarán en él sólo personas con el más alto poder adquisitivo del mundo, cuando lo demandan diariamente muchos de los pobres entre los pobres.

Además, transportar diariamente a esa cantidad de personas en otros medios es imposible. Ni una colosal autopista, ni ningún invento realizado hasta ahora de unidades de transporte automotor parece capaz de reemplazar el servicio que realiza, por ejemplo, el Ferrocarril Sarmiento.

Aparecen entonces las llamadas "externalidades positivas". El tren requiere una subvención que, en el caso argentino, pagan incluso los que no lo usan, pero que igual se benefician, porque hay menos congestión de tránsito y se reduce la contaminación ambiental.

¿Entonces el monumental sistema de subsidios del kirchnerismo está bien? La respuesta es no. Porque el esquema, emparchado y que ha empeorado durante años, sólo pretende evitar la suba de tarifas, con un objetivo propagandístico y demagógico.

Formación Doble Piso de la Línea Sarmiento - Foto: Rodolfo Risciotti

¿Es lógico que en una crisis generalizada, con recesión insólita, se subsidie todas las tarifas del sistema público urbano de pasajeros a excepción de los taxis? Sí. ¿Tiene sentido hacer lo mismo cuando la economía crece fuertemente, junto con el empleo e incluso con una inflación moderada como ocurrió hasta 2007? Es obvio que no.

Cuando se mantiene absurdamente bajo un precio con la aplicación de recursos públicos se hace caridad con quienes lo necesitan y con quienes no. El subterráneo baratísimo, el colectivo regalado, si se los compara con otros valores de la economía, son un obsequio fiscal para ricos y pobres. Es injusto.

El ideal de una asignación es entregarla en mano a quien la necesita, que esté correctamente identificado y que esa persona pueda comprar lo que necesita a precios que sean lo más transparentes posibles. ¿Se puede hacer? Sí, requiere de un padrón único nacional de beneficiarios de planes sociales, de alguna manera sometido a auditoría pública. Se propone en la Argentina desde hace 20 años y hubo proyectos muy serios, como los de Juan Llach y Carola Pessino. Pero no se llevan a la práctica porque significarían el fin del clientelismo en el que muchos políticos entregan beneficios a quienes no tienen derechos.

Brasil pudo hacer un plan razonable de ese estilo con el Beca Escuela (Bolsa Escola) de Fernando Henrique Cardoso, que Lula da Silva continuó. La Argentina no ha podido.

¿Es el único esquema posible? No. Vale la pena decidir qué se quiere subsidiar y entregar señales de precios razonables. Esto es, lo que es mejor y más eficiente, se paga más.

Es irrazonable que en la ciudad de Buenos Aires sea más barato viajar en subterráneo, que es más rápido, eficiente y costoso de construir, que en colectivo.

Es sencillamente una locura que un determinado recorrido en tren, que insume menos de un tercio del tiempo de un colectivo, tenga un valor inferior. Porque entonces la demanda de subte y tren se vuelve astronómica e imposible de satisfacer. Tal vez, también falten obras, pero lo que es seguro es que está mal la tarifa.

Si se quiere subsidiar a los que viajan lejos, se puede tener una tarifa plana, que haga que el recorrido corto sea costoso y que sea el largo el que está subsidiado, como ocurre en otras ciudades.

Nada de eso se ha hecho. El objetivo de la política kirchnerista en la materia es que no haya títulos en los medios de comunicación que digan "aumento". Por eso se llega al absurdo de no permitir una suba cuando se ofrece un beneficio adicional, como el aire acondicionado.(La Nación)