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4 de marzo de 2024

Finalmente, hasta el momento no vamos en tren

Actualidad

Hace muchos años que, de tanto en tanto, se levanta alguna voz que habla de la necesidad de recuperar los trenes de pasajeros.

Por supuesto que las buenas intenciones no son suficientes para lograr el cometido, pero al menos el tema persiste.

Los ferrocarriles fueron determinantes en el transporte de pasajeros y cargas por años, pero cuando la década del 90 comenzaba, las cosas cambiaron.

Carlos Menem presidía el país y se anunciaba el nacimiento de una época de privatizaciones de empresas estatales que, vale destacar, muchos de los que ahora las critican en su momento las apoyaron, pero esto es otra historia.

Tren de los Pueblos Libre y Tren de pasajeros Basavilbaso - Concordia en estación General Campos (Provincia de Entre Ríos)

La privatización ferroviaria en Argentina fue un proceso comenzado en 1990 durante la presidencia de Carlos Menem, tras la aprobación de la Ley de Reforma del Estado que autorizaba al Ejecutivo a privatizar y disolver entes estatales.

El 10 de marzo de 1993 se canceló la totalidad de los servicios interurbanos y larga distancia que todavía prestaba Ferrocarriles Argentinos.

El 1995, año en el cual se sustituyó el régimen de participación exclusiva del Estado en los ferrocarriles, a fin de permitir la participación privada en el sector mediante el otorgamiento de concesiones, prácticamente se canceló el servicio de traslado de pasajeros.

Esto que exponemos es nada más que una más que sucinta exposición de lo sucedido.

Con la privatización de los ferrocarriles muchas cosas cambiaron, incluso hubo pueblos que perdieron el principal ingreso y el alma del movimiento diario.

En principio, mencionar la necesidad de lograr el regreso de los ferrocarriles era mal calificado, sosteniéndose que quienes lo decían lo hacían por simples cuestiones políticas. Pero pasó el tiempo y los propios peronistas, partido al que perteneció Carlos Menem, comenzaron a impulsar la idea de volver a contar con los trenes.

En la provincia de Entre Ríos, durante el gobierno de Sergio Urribarri la idea sonó con mayor fuerza, al punto que bueno es recordar que en los últimos días de febrero de 2010, el gobernador llegó en tren a Chajarí, y prometió: “El ferrocarril va a crecer día a día con la cooperación de todos”.

Dijo también que “en el primer semestre (del año 2010) se establecerá el servicio regular; esto va a salir o salir”.

Convengamos que se están cumpliendo 14 años de aquella promesa, pero el servicio continuo de trenes de pasajeros no aparece.

Por otra parte, y lo notamos a esto, el estado de las vías está lejos de ser el óptimo, por lo que se necesitaría una inversión importante en este sentido. También habría que invertir en muchas otras cuestiones Ahora circulan trenes de carga, pero de pasajeros no se habla.

Como apuntábamos, los ferrocarriles fueron determinantes en el desarrollo del país, entre otros motivos porque facilitaron la incorporación de nuevas tierras para la actividad agrícola y ganadera al dinamizar los traslados y la comunicación.

La presencia del ferrocarril, además, fue decisiva en el movimiento físico de la población, tanto por la migración externa como por las crecientes migraciones internas, muchas veces vinculadas con las tareas agrícolas estacionales.

Asimismo, la aparición y expansión de este medio de transporte dio lugar al nacimiento de nuevos pueblos y ciudades.

Hay que apuntar también que el ferrocarril es más económico para transportar carga y pasajeros, pero claro está que, como indicábamos, habría que invertir en vías, locomotoras, vagones, etc., para agilizar y asegurar ese sistema de transporte.

Algo de historia

En la provincia de Entre Ríos, desde fines del siglo XIX existían servicios ferroviarios, pero el sistema tomó mayor importancia con la llegada del Ferrocarril de Entre Ríos (FCER), que perteneció a una compañía de capitales británicos que operó y construyó en parte a partir de 1892 una red ferroviaria.

En 1948 el Ferrocarril de Entre Ríos fue estatizado pasando a integrar desde el 1 de marzo de 1949 parte del Ferrocarril General Urquiza.

Este ferrocarril funcionó en manos del Estado hasta la privatización que, como indicáramos, se produjo durante el gobierno de Carlos Menem. A partir de ese momento el retroceso fue continuo llegando a lo que hoy es.

Cuando el gobernador Urribarri realizó hace 14 años los anuncios que recordamos, mucha gente aplaudió con convencimiento, aunque también se planteaban las dudas respecto a que sin dinero nada se podría hacer. Lamentablemente, no se hizo.

Aquella visita del gobernador a Chajarí, que ahora citamos, quedó para el recuerdo como una promesa más de las tantas que el pueblo escucha desde siempre en nuestro país.

Las decisiones políticas son primordiales en estos temas, pero las buenas intenciones no son suficientes para lograr el cometido. Se necesita además el dinero. ¿Hay fondos para que vuelvan los trenes? Esa es la pregunta que hay que responder.ChajeríalDíaDigital.com

10 de noviembre de 2022

El día que se “robaron” un tren

Nota de Opinión

Por: Gustavo Trigo (para Huarpe.com)

¡Liberá la vía! ¡Liberala carajo, viene el tren! – grita desaforado el auxiliar de la estación

¡Es que de Control Central me ordenan no darle vía libre! –contesta el jefe de estación

¡Liberala cagón! Lo mismo nos va a rajar….

Este es un extracto de uno de los muchos diálogos que se fueron dando a lo largo de aquel sábado 14 de noviembre de 1992, el día en que se robaron un tren

Pero para entender que fue lo que ocurrió hacen 30 años atrás, es preciso poner en contexto cual era la situación del país y más precisamente de la empresa Ferrocarriles Argentinos.

En agosto de 1989, la ley 23.696 de Reforma del Estado proponía la privatización o concesión de las empresas estatales. Luego, el decreto 666/89 daba cumplimiento a la ley anterior privatizando los ferrocarriles de carga y de pasajeros. Para el caso de los trenes de pasajeros, el decreto 1168/92, ordenaba una abrupta disminución de los servicios a partir del 31 de julio de 1992

Los servicios de pasajeros que llegaban a San Juan, tales como “El Sanjuanino” o “El Aconcagua” (por mencionar a algunos), fueron reemplazados por un único servicio llamado “El Cuyano” el que pronto también seria suspendido

La cancelación del tren “El Cuyano”, afectaba a San Juan, Mendoza, San Luis, sur de Córdoba y sur de Santa Fe.

Personal de los distintos gremios ferroviarios, respondieron del mismo modo ante la cancelación de los servicios de trenes de pasajeros: DESCONOCEMOS QUE LOS TRENES GENERALES SE HAYAN CANCELADO, POR LO QUE ACTUAMOS CON LA REGULARIDAD HABITUAL

Es aquí donde un grupo de ferroviarios, deciden correr ese tren de pasajeros, pero para lo cual, arriesgaban mucho más que el trabajo: sabían que podrían quedar detenidos.

Hacer que un tren de pasajeros circule, no es algo sencillo: la locomotora tiene que tener combustible, aceite, arena para el frenado, personal de conducción y personal que luego será relevo de los conductores, autorizaciones para poder circular por la vía, autorización para el ingreso a cada estación, etc…

Este tren se armó el día anterior con cinco choches de pasajeros y para este fin también se falsificaron telegramas internos que anunciaban que ese día iba a correr el tren (tren que ya había sido suspendido). Hasta los boletos que se emitieron eran de cartón ya que no se podía usar la máquina expendedora de pasajes electrónicos.

Fue así que se vendieron todos los pasajes…

El sábado 14 de Noviembre de 1992, el parlante de la estación Retiro del ferrocarril General San Martin, anunciaba a los pasajeros que el tren N° 511 “El Cuyano”, partiría con destino a Mendoza.

Con la formación ya lista esperando en la vía, guardas, mozos, cocineros y camareros listos para salir, “El Cuyano”, con vía libre, partió una vez más de la estación Retiro, pero esta vez, sin autorización.

En la estación José C Paz, ya los esperaba la policía. El guardia de la estación se acercó a la locomotora y les dijo a los conductores: “sabemos que el tren es trucho, pero nos solidarizamos con su lucha” y el tren pudo seguir.

Cada estación representaba un nuevo desafío y en cada estación se negociaba para poder continuar

En la estación Pilar, nuevamente la policía. Aquí es donde los conductores deciden contarles a los pasajeros que el tren era “trucho” y que sabían que estaban cometiendo un delito federal.

Parecía que nos quedábamos ahí nomás, pero los pasajeros se sentaron en la vía a pedir que siga el tren, ¡y nos dejaron seguir!

En las distintas oficinas de control de trenes, los teléfonos no dejaban de sonar, mientras que, en las estaciones, los teléfonos sonaban y sonaban sin ser atendidos. A lo largo de todo el trayecto, la solidaridad de todos los ferroviarios fue fundamental, vecinos de todos los pueblos colmaban los andenes de las estaciones, situación que ningún político pudo impedir

El personal ferroviario de ese tren, sabía que Villa Mercedes podía ser el punto final de ese recorrido y así fue. Gendarmería los esperaba en dicha estación. Unos metros antes de ingresar y advertidos por los ferroviarios locales, los conductores bajaron de la locomotora y fue la pareja de uno de ellos quien ingreso la formación a la estación.

Este hecho tan significativo, que pasó casi desapercibido en su momento, permitió que “El Cuyano” siguiera funcionando por tres meses más, sin embrago, también es una prueba irrefutable del amor de muchas personas por el ferrocarril.

El ferroviario es una raza rara, un tipo de trabajador que ama su oficio y llora cuando recuerda el tiempo pasado...

8 de julio de 2022

Mendoza: Qué actividad hay en los valiosos terrenos del ferrocarril en la Ciudad

Actualidad

El tren ha vuelto a la agenda política; se habla de un eventual regreso del transporte de pasajeros y de mega emprendimientos inmobiliarios en torno a él. Mientras tanto, en los talleres de Juan B. Justo y Perú, hay 150 operarios ferroviarios que temen por sus fuentes de trabajo.

La privatización ferroviaria en Argentina fue un proceso que comenzó en 1990, durante la presidencia de Carlos Menem, tras la aprobación de la Ley de Reforma del Estado que autorizaba al Ejecutivo a privatizar y disolver entes estatales. Ese proceso de privatización generó un desguace del sistema ferroviario que golpeó duro en la provincia: miles de kilómetros de vías férreas, trenes, vagones y talleres fueron abandonados. Hoy, 30 años después de aquel episodio y con un auge del emprendimiento urbanístico e inmobiliario, aquellas vías y terrenos vuelven aparecer en la agenda política nacional y provincial.

Un ejemplo de eso son las 24 hectáreas pertenecientes a los terrenos del ferrocarril ubicadas entre calle Juan B. Justo, Perú y Suipacha, de Ciudad.

El regreso del tren a Mendoza es una idea que va y viene. Hoy, desde el Ministerio de Transporte de la Nación, tienen la idea de que llegue el tren nuevamente. Por su parte, la Municipalidad de la Ciudad tiene la idea de desarrollar un “megaplán” de construcción de al menos 800 viviendas, locales comerciales y espacios verdes con fondos del Procrear II. Sin embargo, en el medio de este interés, quedan las y los trabajadores de la Unión Ferroviaria de la provincia, que temen que el traslado de los talleres donde se realiza el mantenimiento del San Martín Carga. En total, hay más de 150 operarios.

En este marco, Unidiversidad dialogó con los representantes de la comunidad ferroviaria de la provincia y autoridades municipales para entender la disputa y qué se hará con ese terreno en litigio.

Juan Manuel Filice, secretario de Desarrollo Urbano de Capital, afirmó que Capital está haciendo todo lo posible para concretar la construcción de más de 800 viviendas, aunque el problema está en la remoción de los trenes, vagones y talleres ferroviarios en la zona.

“Si bien desde Nación se piensa en el pronto arribo del tren a la provincia, desde 2017 venimos concretando una serie de acciones, no solo en materia ferroviaria, como lo es la extensión del Mendotran en conjunto con la provincia, sino también en toda la calle Belgrano. Actualmente, el gran avance que se quiere concretar gira en torno a este Master Plan que involucra la concreción de más de 800 viviendas en un perímetro de 23 de las 24 hectáreas que tiene el predio. Sin embargo, y pese a las tratativas, aquí es donde se encuentran dos de los grandes problemas de la zona: la chatarra y los talleres ferroviarios. Hasta el momento, mantenemos el diálogo con el Gobierno nacional a través del Ministerio de Transporte y la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) para encontrar una solución”, explicó Filice.

No obstante, y pese a los años, los talleres continúan siendo operativos. “La gente piensa que no hay actividad por el estado del predio, pero, por la manera en la que están construidos los galpones, prácticamente no se oye ningún ruido desde la calle. El tema es que todas las locomotoras del Ferrocarril San Martín como de Palmira llegan ahí para su mantenimiento y reparación. Su traslado, como se piensa, sería un grave hecho para toda la gente que ahí trabaja”, afirmó Alejandro Miranda, secretario general de la Unión Ferroviaria de Mendoza.

Debate por un posible traslado

Una solución que se planteó a mediano y largo plazo desde el municipio de Capital para el traslado de los talleres, comentó Filice, es el desarrollo de las tierras que quedan hacia el este de los galpones, y dejar como última etapa el área de los galpones en sí, que se proyecta como un gran espacio verde.

“El proyecto original incluía la remoción de los talleres para darle lugar a un espacio verde. La idea era que, con la venta que se fuese obteniendo de la subasta de los terrenos, se pagaba la infraestructura y se construían nuevos galpones en Palmira para el traslado de esos talleres. Eso se cambió: hoy se piensa en iniciar la construcción del plan habitacional para luego, con el traslado, dar inicio al espacio verde”, completó el secretario.

Sobre esta propuesta, Miranda expuso la postura de la comunidad ferroviaria.

“Aunque no está definido, se habló de la posibilidad de llevar el taller a Palmira. Los colegas ferroviarios no tienen problema en eso, pero que esté todo listo allá primero para irse de Capital”, detalló.

Y agregó: “Más allá de la actividad que se realiza en el lugar, de las intenciones de Nación por la llegada del tren y la demagogia de algunos sectores, nadie está hablando de los 150 operarios que realizan el mantenimiento del San Martín, nadie habla de lo que se hará con esas 150 familias. Desde el gremio, venimos teniendo extensas conversaciones con la gente de Transporte de la Nación, ya que no está definido si el traslado será a Palmira”.  

Para finalizar, el funcionario capitalino aclaró que es un tema que se está gestionando, por lo que todavía no hay nada definido.

“Seguimos en conversaciones. Entiendo que en el mediano plazo podemos llegar a tener alguna novedad sobre el traslado y la posibilidad de dar comienzo a la remoción de la chatarra y continuidad del Procrear II, pero, por ahora, no hay una solución. Por el momento, el diálogo está abierto para buscar alternativas que den solución a esa problemática que tiene años en la Capital”, concluyó Filice.Universidad.com