Cartas de Lectores
Señor Director de Crónica Ferroviaria
Buscando saber las causas de los frecuentes descarrilamientos que ocurren en todo el país, llegamos a la conclusión que la falta de mano de obra puntual en cada metro de vía, como lo hicieron “los catangos” hasta 1992, es la razón indudable del contínuo descarrilo de formaciones en todo el país.
Estas fotos son actuales, del domingo 9 de Diciembre pasado de la destruida y abandonada estación de la Línea Urquiza, Villaguay Este (Provincia de Entre Ríos). La muestra corresponde a un tramo de 50 metros, en plena curva, donde la evidencia de fijaciones elásticas fuera de lugar y durmientes de eucaliptus podridos, sostienen la vía por donde pasan los trenes con piedras desde Curuzú Cuatiá (Provincia de Corrientes).
Lo que se ve en las fotos, es la parte visible de la traza, a unos 200 metros de la ruta 130, muy fácil de observar caminando por la vía.
Desde la privatización en el año 1993, en este ramal, la ex empresa Ferrocarril Mesopotámico tomó la decisión de sacar las cuadrillas cada 20 ó 30 kilómetros, que recorrían a diario con la zorrita de vía y revisaban cada sector, para dejar una cada 50 ó 100 kilómetros con camionetas biviales que andaban y andan por la calle.
Desde aquel momento, el “mantenimiento” es sólo arreglar lo que se rompe después del descarrilo. Desde entonces a nadie se le ocurrió que este sistema actual, no sólo le resulta mucho más caro y poco práctico, sino que además, no tiene personal en cada población por donde pasa el tren.
Esta muestra de durmientes podridos que nadie ve, y fijaciones sueltas por esa causa, evidencia que no caminan una vía que está al lado de una estación y sobre una ruta, es ejemplo suficiente que muestra las causas de los continuos descarrilamientos en ramales con durmientes de madera.
Una solución rápida y eficaz, sería colocar cada 5 metros un durmiente de cemento, a los efectos de mantener la trocha y brindar solidez a la parrilla de vías. Atte.
Rafael Francisco pirolla
rpirolla@yahoo.com.ar