27 de agosto de 2025

El renacer ferroviario de América Latina

Nota de Opinión

Por: Tobias Käufer para la Deutsche Welle

El futuro se llama ferrocarril: enormes proyectos de infraestructura, desde el Río Bravo hasta Tierra del Fuego, buscan aumentar la competitividad del continente y reordenar los flujos comerciales globales.

Para la ministra de Planificación de Brasil, Simone Tebet, sus planes de infraestructura son una especie de revolución industrial: "Si este proyecto se concreta, transformaremos por completo el panorama económico de Brasil". Se refiere a la "Ferrovia Bioceánica", la línea ferroviaria transoceánica que conectará la costa atlántica brasileña con el nuevo megapuerto peruano de Chancay, en la costa del Pacífico.

Sería una especie de "Canal de Panamá sobre rieles". Las dimensiones son enormes: el trazado tendría 3.000 kilómetros y se prevé una inversión de unos 3.400 millones de dólares.

Detrás está la estrategia geopolítica de que Brasil se vuelva más independiente de Estados Unidos. Aunque eso implica un precio: una mayor dependencia de China, que financiará tanto el puerto en Perú como la línea ferroviaria y, por tanto, también tendrá el control.

La economía brasileña se beneficia

"Brasil no tiene costa en el Pacífico. Los productos brasileños destinados a Asia deben recorrer un largo camino. Ya sea a través del Canal de Panamá o rodeando el Cabo de Buena Esperanza. Una conexión terrestre directa con el Pacífico para las regiones brasileñas que son grandes productoras de materias primas agrícolas y minerales de exportación sería muy beneficiosa para la economía brasileña", explica el politólogo brasileño Mauricio Santoro, especializado en las relaciones entre Brasil y China, en diálogo con DW.

La ministra Tebet promete: "El proyecto ferroviario hará que Brasil sea mucho más competitivo. Es un cambio radical. Impactará directamente en regiones del norte, del centro, del interior del sureste y del nordeste."

400.000 millones para 55 proyectos

El proyecto insignia de la Ferrovia Bioceánica ocupa el primer lugar en América Latina, pero otros países también planean modernizar su infraestructura apostando por proyectos ferroviarios. Según el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), en la región hay actualmente 55 proyectos ferroviarios que requerirían inversiones de unos 400.000 millones de dólares.

El presidente de la CAF, Sergio Díaz Granados, destacó en un "Foro Internacional para la Revitalización del Transporte Ferroviario", en Bogotá, la necesidad de "repensar el ferrocarril como fuerza para el desarrollo sostenible y la integración de la región". Eso es precisamente lo que están haciendo numerosos países latinoamericanos, con la apuesta de construir nuevas infraestructuras económicas o de mejorar la conexión de las áreas metropolitanas con su entorno.

Así, la empresa estatal chilena EFE proyecta las rutas de pasajeros Santiago-Melipilla (1.880 millones de dólares) y Santiago-Batuco (950 millones de dólares). En Bogotá, capital de Colombia, avanza el proyecto del Metro, que busca conectar mejor a la megaciudad con los municipios aledaños de Cundinamarca y aliviar el colapso vial dentro de la urbe.

Tren Maya arranca con problemas

En México ya está en marcha un proyecto: el Tren Maya, que pretende, por un lado, conectar sitios turísticos del sur del país y, por otro, transportar carga. Sin embargo, el Tren Maya enfrenta dificultades iniciales.

Desde su puesta en servicio hasta mediados de agosto, ha transportado unos 1,36 millones de pasajeros en 7.290 viajes. Según datos oficiales, eso supone un incremento mensual del 19 %.

No obstante, los medios mexicanos se muestran cautelosos en sus valoraciones. El Tren Maya ha acumulado pérdidas de 5,807 millones de pesos (266 millones de euros) desde su inauguración, informó el portal especializado El Financiero. El director del proyecto, Óscar David Lozano Águila, replica: "Gracias a esta medida de infraestructura, la región se está convirtiendo en un nuevo polo económico con un alto potencial a mediano y largo plazo".

En el vecino Guatemala ya existe gran interés en integrarse al Tren Maya. "Nosotros creemos que las fronteras no dividen, las fronteras unen, y que es deber de los países hermanos y vecinos coordinar la mejor manera posible para realizar objetivos compartidos de desarrollo en las zonas de frontera", declaró recientemente el presidente guatemalteco Bernardo Arévalo. En breve, el Gobierno en Ciudad de Guatemala presentará un plan sobre cómo lograr la integración organizativa y económica al Tren Maya.

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