Por: Norberto Rosendo
Lo primero que debemos definir es que es un subsidio.
Un subsidio es un recurso económico que le es sustraída a una parte de la sociedad o a la sociedad toda y que beneficia a un determinado sector de la misma.
Existen diversos modos de subsidios. Están los directos, cuando el gobierno por ejemplo mantiene artificialmente bajos los precios de los combustibles y con ello permite que modos de transporte netamente mas ineficientes se mantengan en el mercado a pesar de que sin estos deberían: o ser mas eficientes o desaparecer.
Existen también los subsidios técnicos: Veamos un ejemplo: cuando nos sentamos a la mesa con un señor voraz y gordo que se come todo y pagamos por partes iguales, estamos en presencia de un subsidio técnico; los menos voraces pagarán gran parte de la comida que se come el gordo.
Lo mismo pasa en la carretera, los automóviles sostienen el sistema a través del pago de impuestos y peajes, mientras que los camiones los usufructúan ya que como la carretera se rompe en función de la potencia cuarta del peso, mientras que los automóviles apenas acarician el asfalto, los camiones lo pulverizan.
Hay también un subsidio cuando se accede a un crédito barato, el crédito es capital acumulado, trabajo en última instancia que se destinará a satisfacer ese crédito barato que probablemente se destine a renovar una vetusta unidad de transporte en detrimento de otro uso que se le pudiese dar.
Pero todo eso ya no alcanza, los camiones, es decir los propietarios de los camiones, han disfrutado durante años de todos y cada uno de los subsidios mencionados y de algunos otros que se nos escapan en este momento.Sin embargo, a pesar de ese cuantioso esfuerzo que ha puesto la sociedad toda en ese sector, no logran competir en precio con un también vetusto y no digamos racional, porque la operatoria de Ferroexpreso Pampeano deja muchísimo que desear en cuanto a su racionalidad.
Sin embargo, a la hora de los bifes, los ferroviarios con toda su problemática a cuestas presentan un costo de transporte mucho mas bajo que el camión.
En un país serio y ordenado esto significaría un traspaso de la carga de los camiones al ferrocarril en un plazo no muy prolongado, y los empresarios camioneros buscarían otros horizontes u otras cargas con las cuales competir al ferrocarril, mientras se pudiera.
Así sería en EEUU o en EUROPA, aún en ASIA, no así aquí o en África.
¿Por qué aquí seria distinto?
Porque este es un país sin ley donde las reglas las impone el más fuerte, o por lo menos eso es lo que nos están diciendo los camioneros de PEHUAJO al bloquear los cerealeros de FerroExpreso Pampeano y la empresa CARGILL.
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Bloquear el paso de un tren por defender derechos económicos sectoriales es tan malo como tercerizar a la gente y quedarse con un pedazo de su salario, y de la misma manera que en su momento pedimos que los responsables de la muerte de Mariano Ferreira vayan presos hasta sus últimas consecuencias (léase dirigentes ferroviarios) por actitudes mafiosas para defender derechos sectoriales. Hoy pedimos, en concordancia con La Fraternidad, que: o sacan los camiones de las vías o hay que sacarlos con la Gendarmería.
Nuevamente nos encontramos en la disyuntiva si vamos hacia un primer mundo en serio o Mogadiscio es nuestro insalvable destino.
La señora Presidanta tiene en sus manos la decisión, para eso es nuestra primera mandataria, y decidir si queremos ser un país civilizado o si los viejos rencores de clase son mas fuertes y que los muchachos amigos de Moyano son impolutos e intocables.