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5 de mayo de 2020

Crece el conflicto de Ferrosur Roca S.A.: El Gobierno la investiga por una confusa venta de locomotoras

Actualidad

El conflicto de la concesionaria Ferrosur Roca, operadora de buena parte de los servicios de carga de esa línea, se agudiza.

Luego de que el mes pasado la compañía pidiera la aplicación de un procedimiento preventivo de crisis para rebajar los sueldos de sus empleados -amparándose en la caída de la carga transportada por efecto de la pandemia-, se conoció que el Ministerio de Transporte la investiga por una confusa venta de locomotoras a su empresa madre y principal cliente, la cementera Loma Negra.

Según pudo saber enelSubte, Ferrocarriles Argentinos, en su calidad de accionista minoritario de Ferrosur, cursó sendos pedidos de informes a la concesionaria solicitando aclaraciones sobre los estados contables presentados por la firma de cara a la asamblea de accionistas que fue celebrada el 15 de abril pasado. Dada la cantidad de objeciones, los directores en representación de la empresa estatal no aprobaron el balance.


Entre otros, el punto más espinoso sobre el que indagan las autoridades es la venta de una cantidad no especificada de locomotoras a Loma Negra que fue aprobada por el directorio el 2 de diciembre de 2019, a pocos días del término del gobierno de Mauricio Macri.

En ese entonces, uno de los directores por Ferrocarriles Argentinos era Javier Iguacel, hombre del riñón del exministro Guillermo Dietrich, quien –a diferencia de otros directores macristas en empresas con participación estatal– renunció a su puesto el 23 de diciembre, a pocos días del cambio de gobierno.

Iguacel hizo público en Twitter que renunció al sillón del directorio de Ferrosur Roca S.A. que ocupaba como representante de Ferrocarriles Argentinos el 23 de Diciembre pasado. La venta cuestionada se materializó el 02 de ese mismo mes.

Aparentemente, el motivo de la venta sería la necesidad de la concesionaria de hacerse de efectivo para cancelar deudas, punto sobre el cual el Estado exigió ahora saber “qué deudas fueron canceladas con el producido de dicha venta y quién/es eran los acreedores de las mismas”.

La empresa alega que la enajenación de estos bienes no comprometería de ninguna manera la operación ya que “Loma Negra destinará dichos bienes exclusivamente al transporte ferroviario de sus productos […] con la consiguiente reducción de la tarifa” por parte de Ferrosur.

Otro punto cuestionado por Ferrocarriles Argentinos es el valor de venta de los equipos, que se consigna en dólares y en pesos alternativamente y en el balance aparece reflejado con una cifra apenas inferior a los 540 mil pesos. Al respecto, el Estado pide informes “que convaliden el valor de mercado mencionado”, así como los documentos que acrediten “la viabilidad de la operación” y “la consulta efectuada al Estado Nacional con su respectiva respuesta”.

Los ingresos por la venta de las locomotoras, reflejados en el balance de Cofesur, subsidiaria de Loma Negra y controlante de Ferrosur.

La titularidad de dichas máquinas aún permanece bajo investigación. Si bien el grueso del material tractivo operado por la empresa es del Estado y ha sido concesionado (lo que convertiría su venta en un acto nulo e ilegal), la concesionaria tiene algunas locomotoras que ha incorporado con recursos propios.

Aún en ese caso, se trataría de un procedimiento cuestionable, pasible de ser judicializado: al vencimiento de su contrato, previsto para 2023, Ferrosur debería entregar al Estado todos los bienes de la concesión, incluyendo los que fueron incorporados durante su gestión, a cambio del usufructo de los bienes públicos que viene haciendo desde hace 30 años.

La maniobra parece apuntar fundamentalmente a eludir esta cláusula, “resguardar” las inversiones de Loma Negra –aún a costa de un perjuicio al Estado– y al mismo tiempo sentar las bases para que en un futuro la empresa pueda sumarse al régimen de open access, que requiere como tal de operadores con material rodante propio.

Que la operación se haya concretado apenas días antes del cambio de gobierno no hace más que sembrar sospechas al respecto: en contraste con la gestión anterior, que había abierto la puerta a la continuidad por otros diez años de las concesiones cargueras, las nuevas autoridades ya habían adelantado su poca predisposición a dar continuidad a ese modelo y asegurado que se implementaría el sistema de acceso abierto una vez vencidos los contratos aún vigentes.Fuente: EnelSubte.com

8 de octubre de 2018

México: Tren Maya da una opción al Maya de AMLO

Exterior

* La línea conecta a las ciudades de Valladolid, Mérida y Campeche; en 2016 la SCT comenzó el rescate de la concesión

El proyecto del Tren Maya podría utilizar la línea férrea del Mayab, debido a que el derecho de vía pertenece al título de concesión del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT) y, por consiguiente, no se tendría obstáculo para dicha obra; aunque se tendría que invertir en la adecuación de las vías para el transporte de pasajeros, lo que significaría una serie de modificaciones a la infraestructura de la vía.

“Esa vía está asignada a una paraestatal y se puede utilizar en cualquier momento para pasajeros. Por ley, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) tiene la facultad de otorgar títulos de concesión para transporte de pasajeros, aun cuando las vías estén concesionadas para carga; eso está en la ley y se puede ejecutar en cualquier momento”, dijo Benjamín Alemán Castilla.


De acuerdo con Notimex, el titular de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF) explicó que para ello se tendrían que realizar inversiones para elevar la clasificación de la actual vía, con el objetivo de permitir la circulación de trenes para pasajeros.

El dato: Para que esa línea de servicio de pasajeros se debe elevar la infraestructura.

“Si se pretendiera meter un servicio de pasajeros que corriera a una velocidad máxima de 145 kilómetros por hora, entonces se tendría que elevar la clase y pasar de clase tres a clase cinco, lo que significa una serie de cambios a la infraestructura de la vía, tipo de durmientes, rieles, fijaciones, pendientes, etcétera”, señaló en entrevista.

En 2016 se inició el proceso de rescate de la concesión del Ferrocarril Chiapas-Mayab y la custodia de las vías pasó nuevamente al Gobierno federal a través del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec.

La Línea Mayab conecta las ciudades de Valladolid, Mérida, Campeche y Coatzacoalcos, en una extensión de cerca de mil kilómetros, que sirve de medio de transporte de materias primas y productos terminados a los estados de Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

Por su parte, el director general de CAF México, Maximiliano Zurita, comentó que la empresa siempre estará interesada en los proyectos ferroviarios, no sólo de México, sino a nivel mundial, por lo que el Tren Maya no es la excepción; sin embargo, esperarán a que se anuncien más detalles de la obra.

“Por supuesto estamos interesados, cualquier proyecto de trenes de pasajeros sería de nuestro interés; pero tenemos que esperar a tener más información, necesitamos más detalles. Es muy importante tener los derechos de paso liberados, a efecto de que las obras tengan su continuidad; y por supuesto, buscar soluciones que causen la mínima repercusión al ecosistema”, expresó.

Afirmó que la empresa cuenta con la tecnología que se solicite para el Tren Maya, aunque reiteró que tienen que conocer más del proyecto. “Hoy existe una gama de productos ferroviarios con la que prácticamente se puede cubrir cualquier tipo de necesidad”, dijo.

De igual manera, la empresa Bombardier indicó que siempre está abierta a participar.LaRazón.com