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Cuando en 2020 se cumplan 150 años de la llegada del tren a Córdoba, los cordobeses tendrán en obras el nuevo Ferrourbano, una formación diseñada para el transporte de pasajeros que unirá el noroeste de esta ciudad con la Estación Mitre, a seis cuadras de plaza San Martín. Desde la administración del intendente Martín Llaryora adelantaron que demandará un año para su ejecución y que se trabajará con un sistema de boleto combinado con otros servicios.
Hace tres semanas, funcionarios provinciales, municipales y autoridades de Trenes Argentinos hicieron una prueba ante los medios de comunicación para mostrar cómo una máquina llegaba desde estación Alta Córdoba hasta estación Mitre, a metros de bulevar Perón. Lo tomaron como un hito: hacía casi 30 años que esas vías no eran usadas. El evento sacó a la luz las acciones que ya desde hace varios meses se vienen realizando para despejar la vía, con intervenciones y mejoras en los recorridos, en especial los tramos poblados.
Con la traza ya despejada, Llaryora ejecutará en 2020 las obras de este tramo del Ferrourbano de 16,5 kilómetros, que se iniciará en la estación Tristán Narvaja, frente al shopping Paseo Rivera, en barrio Rivera Indarte y desde Ricardo Rojas y Bodereau –usando la misma vía del Tren de las Sierras– hasta Estación Mitre, en el área central.
Para esto, el secretario de Movilidad Sustentable municipal, Marcelo Mansilla; y su par de Desarrollo Urbano, Daniel Rey, trabajan desde antes de asumir con la Secretaría de Transporte provincial, área que dejó Gabriel Bermúdez para hacerse cargo de una dependencia similar en órbita nacional.
En el Presupuesto para el año próximo, el Gobierno provincial incluyó una partida de 300 millones de pesos para las obras del Ferrorurbano, a la que le sumarán fondos para la puesta en valor de la Estación Mitre (por otros 65 millones de pesos).
Se la quiere recuperar porque es una estructura declarada patrimonio cultural, que forma parte de la historia de la ciudad por ser la primera parada a la que llegó el tren en Córdoba, en marzo de 1870.
Paradas
Todo el tramo que hará el Ferrourbano tendrá 12 estaciones, más dos intercambiadores o nodos de transferencia. Los pasajeros podrán abordar la unidad desde el noroeste de la ciudad en la parada Tristán Narvaja, en el barrio Villa Rivera Indarte, con posibilidad de bajarse en la misma Estación Mitre o en los barrios que atraviesa, y viceversa.
El tren pasará por la estación Tristán Narvaja, seguirá por Argüello, a metros del CPC; por La Tablada (en el cruce de Cardeñosa y Padre Claret); y por Rodríguez del Busto (frente al Orfeo Superdomo), en una traza igual a la del Tren de las Sierras.
Continuará por la estación Neonatal, antes del cruce de Cardeñosa con Monseñor Pablo Cabrera, y tomará por barrio Sargento Cabral, donde pasará por las paradas Cabrera y Saavedra, ya en el interior de villa El Naylon. En su entrada al asentamiento Los Galpones, en la parada Isabel La Católica, la formación pasará en forma paralela al bulevar Los Andes, y seguirá hasta las estaciones en Palestina, Lavalleja, Roque Sáenz Peña, Alvear y Sarmiento, antes de llegar a Estación Mitre.
En este punto de la ciudad, el tren cruzará alguna de estas arterias por puentes aéreos que ya están diseñados desde su traza original. En total, pasará por 43 cruces que se proyectan automatizar, desde de Tristán Narvaja hasta Mitre.
Interactividad
El secretario de Movilidad Sustentable, Marcelo Mansilla, adelantó a La Voz que la decisión del intendente Llaryora es pensar el sistema de una manera integral con todos los servicios que hoy tiene Córdoba de transporte urbano, de taxis y de remises.
Mientras se avanza en las obras, se trabaja en el diseño del sistema con boletos combinados, tal como existe en otras grandes ciudades. Para eso, se tienen que construir puntos de transbordo para que el pasajero pueda conectar el colectivo con el tren. La idea inicial tiene 24 frecuencias ferroviarias diarias.
El tren sumaría una oferta más a la movilidad urbana, que hoy se comporta de esta manera: el transporte urbano de pasajeros puede llegar a transportar a 45 mil pasajeros por hora por sentido; y en la ciudad circulan 729.500 vehículos, de los cuales 480 mil son autos; 238 mil, motos; 1.500, colectivos; y casi 10 mil taxis y remises de Córdoba capital y alrededores.
“Apostamos a un transporte multimodal, no a un único sistema que brinde una solución al área metropolitana y esto incluye el proyecto del Ferrourbano, desde Tristán Narvaja, en la avenida Bodereau, hasta la Estación Mitre, como una primera etapa”, detalló el funcionario, que cree que estas obras se podrán ejecutar y poner en marcha en un año.
La apuesta más ambiciosa y de continuidad es recuperar otros dos recorridos ferroviarios. Uno de ellos es el que conectaría desde Estación Mitre hasta Estación Flores, con una formación que pasará a mitad de recorrido por Ciudad Universitaria. El otro recorrido que se busca recuperar es el que conectaría Córdoba con Malvinas Argentinas y con Malagueño, en una ampliación de los servicios de trenes metropolitanos más allá del Tren de las Sierras.
Lógica metropolitana
Para ampliar la mirada sobre la implicancia del Ferrourbano, La Voz también consultó a especialistas. Se les pidió que ayuden a pensar cuál sería el impacto que tendría el tren en la movilidad, a qué sectores alcanzaría y cómo se garantizaría su sustentabilidad.
Claudio García, integrante de la Mesa por el Tren en Córdoba y de la Mesa de Enlace Ferroviario, apuntó que el proyecto es un “disparador para el transporte que excede a Córdoba capital”.
“Hay que pensar en el Ferrourbano Metropolitano, pero conviviendo técnicamente como un todo con servicios regionales, provinciales, interprovinciales y de carga que atraviesan esta ciudad”, explicó García, quien trabaja con distintos especialistas para que se recupere la cultura ferroviaria.
“El Ferrourbano hay que pensarlo como una semilla, como una apuesta a desarrollo regional que brinde igualdad, calidad de vida, con recursos federales o subsidios e inversiones, pensando en algo más federal, para todo el país”, insistió García, al explicar que esta traza abre la puerta para que se rehabiliten otros servicios.
“Tenemos las ideas, el potencial, profesionales y académicos y mano de obra. En Córdoba no sobra, faltan ferroviarios, pero esto es una primera etapa, un primer paso para el ferrocarril que necesitan todos los cordobeses”, subrayó.
Expectativas
Un grupo de cordobeses amantes de los trenes está expectante con los cambios que podría traer el Ferrourbano, no sólo para la ciudad, sino con la rehabilitación de otras vías con salidas al interior cordobés. En la cuenta de Facebook Ramal A1 (Tren de las Sierras) van retratando pasos del tren, las pruebas que se realizan e incluso imágenes de cuando las vías férreas estaban en funcionamiento.
Juan Carlos Dellavedova, ingeniero y especialista en temas de transporte, explicó que el Ferrourbano es un complemento a los servicios que tiene la ciudad “con la ventaja de que la traza ya está realizada”.
“Hay que pensarlo como un complemento, pero no sólo de servicio, sino de crecimiento, de punto de referencia, de desarrollo. Lo que generan las estaciones y los que son sus alrededores, en el entorno, el movimiento comercial”, expresó.
Como punto negativo, reconoció que “el cordobés no está habituado al paso del tren”. “No está acostumbrado como alguien que vive, por ejemplo, en Ramos Mejía, en provincia de Buenos Aires. En los últimos tiempos se desarrolló la mancha urbana sin servicios. No se puede pensar sin transporte, sin recolección de residuos”, agregó.
Y puso como ejemplo y regla de la urbanización a barrio San Vicente. “En su momento, cuando se creó, se lo pensó con el tranvía como condición. Y eso sigue aplicando: hay que pensar el crecimiento con servicio, por eso digo que el Ferrourbano es un complemento, pero también es una contribución, no una única solución que permite muchas cosas por hacer”, describió.
El especialista también puso el acento en que urbanistas de otros países que llegan a Córdoba han advertido la importancia de la traza férrea dentro de la ciudad. “Es un regalo que tenemos, ya en 1981 hicimos con otros especialistas un proyecto que se llegó a licitar para una traza y ya se pensaba en un desarrollo de la movilidad y de servicios en las zonas en las que están las estaciones”, recordó Dellavedova.
Carlos Funes, exfuncionario y asesor del exintendente Luis Juez y uno de los especialistas que más conoce del tema, explicó que el Ferrourbano es una iniciativa plausible de la Municipalidad de Córdoba.
“Debe ser celebrada porque estamos pretendiendo recuperar una política de Estado. Siempre fue tratado en las distintas gestiones y se la debe apoyar porque se usa una red férrea que es patrimonio y tiene un alto costo, que la tenemos amortizada”, señaló Funes, quien también reflexionó sobre la rentabilidad del sistema y sus interconexiones.
“Esto implica la utilización de vías casi no usadas hoy y que completa la demanda de transporte y da respuesta en las horas pico. Fundamentalmente, pensando en estaciones de transbordo con el colectivo y los trolebuses, que son más ecológicos, y usando los CPC como nodos de intercambio”, agregó.
Como propuesta sumó la idea de extensión desde Estación Mitre hasta Ferreyra, en una traza más larga y que sería más rentable. “En Buenos Aires captan el 70 por ciento de pasajeros con su capacidad de transporte. Córdoba podría iniciar con un 35 por ciento, que sería un número de usuarios para empezar a amortizar el costo del servicio”, detalló.
Una pieza clave para el transporte multimodal
Los viajes en tren se podrán combinar con otros sistemas.
La idea es que el mismo boleto que se usará para subir al tren urbano pueda combinarse, con costos reducidos, en otros trayectos, complementarios, en colectivos, taxis y remises.
Por etapas, el Ferrourbano llegaría a varias ciudades del Gran Córdoba
El proyecto del Ferrorurbano tendrá un año de ejecución, con una segunda y tercera etapas de ampliación que llega hasta las ciudades más próximas de Córdoba capital.
La segunda obra irá desde la Estación Mitre hasta Estación Flores y llevará el nombre de “ramal sur”. En total, serán 14,4 kilómetros, con cinco estaciones, además de tres intercambiadores o centrales de trasbordo, en un tramo que incluirá el cruce de 20 pasos de arterias, los que estarán automatizados.
El tiempo de obra demandará dos años, una vez que se finalice el Ferrorubano, y aún no ingresó en las partidas del Presupuesto 2020. En este tramo, por ejemplo, un pasajero podrá ir desde Estación Mitre hasta Ciudad Universitaria, una de las paradas que estará a mitad del tramo que hará esta formación.
La tercera etapa programada, y la más larga de todas, conecta las estaciones principales de la ciudad con otras localidades. Desde Estación Flores se podrá llegar hasta Malagueño, en lo que se denominará “ramal oeste”, con 11,23 kilómetros de trayecto.
Otra alternativa será desde Estación Alta Córdoba (Belgrano) hasta Malvinas Argentinas por el ramal este, en un recorrido de 12,62 kilómetros.
Desde Estación Mitre se proyectan dos salidas distintas: desde este lugar hasta La Calera, por la conexión noroeste, en la traza del Tren de las Sierras, en un recorrido total de 25,991 kilómetros; y una segunda salida hacia el ramal norte hasta Juárez Celman (17,46 kilómetros), con continuidad a Jesús María (33,62 kilómetros), la más larga de las obras ferroviarias proyectadas por el Gobierno provincial. Está previsto que la iniciativa completa esté ejecutada en cuatro años.LaVoz.com