Actualidad
Trabajadores de la empresa Ferrobaires, cuyo cierre fue dispuesto por decreto de la gobernadora María Eugenia Vidal hace poco más de una semana, denunciaron que podrían perderse 1.500 puestos de trabajo y ni el gobierno ni la dirección de la empresa atienden los reclamos.
Además, existe una fuerte tensión interna en la Unión Ferroviaria, ya que mientras algunos trabajadores solicitaron la convocatoria a una asamblea para este viernes a las 10 de la mañana, desde la conducción de la seccional Gran Buenos Aires negaron incluso haber recibido dicha petición que se realizó por escrito.
Según el decreto de la gobernadora, a partir del 15 de marzo los trenes de la provincia pasarán a ser operados por el ministerio de Transporte que conduce Guillermo Dietrich, por la supresión de la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial (Ferrobaires).
Incluso antes de que se conociera el decreto, que ya había sido anunciado a mediados del año pasado, los trabajadores denunciaron despidos en varias ciudades del interior de la provincia, por lo que crecieron las sospechas de una política de vaciamiento de la empresa con el objetivo de "liquidarla" una vez que pase a Nación.
La empresa venía siendo duramente cuestionada incluso por parte de la dirigencia ferroviaria y hasta el mediático Rubén "Pollo" Sobrero, aseguró en más de una oportunidad que era una estructura creada por el gobierno como una "caja política", porque tenía miles de empleados sin prestar servicios.
Ahora son 1.500 los trabajadores que atraviesan total incertidumbre sobre la continuidad de sus puestos, porque el decreto de Vidal no da ninguna certeza al respecto y desde el ministerio de Transporte por el momento han esquivado cualquier anuncio en ese sentido, mientras que con cuenta gotas los despidos se multiplican en distritos del interior.
En la provincia de La Pampa, por ejemplo, la empresa contaba con 17 trabajadores que cumplían tareas en las líneas que interconectan a los dos distritos y el gobierno de Carlos Verna anunció que en su totalidad pasarán a ser parte de la administración provincial y de esa manera evitará que queden en la calle.
No corrieron la misma suerte los ferroviarios de las localidades de Mechita y Bragado, en la provincia de Buenos Aires, que fueron cesanteados incluso antes de la firma del decreto de la gobernadora y se espera que en otras ciudades se replique la misma situación.
Por eso, y con el objetivo de iniciar un plan de acción, un grupo de más de 130 trabajadores solicitó por escrito la realización de una asamblea para este viernes a las 10 de la mañana, aunque luego se encontraron con la sorpresa de que a través de un comunicado, el secretario general de la seccional Gran Buenos Aires, Jorge Muñoz negó el pedido.
La respuesta de los empleados no se hizo esperar y convocaron a una reunión para exigirle al sindicato la realización de una asamblea, a la vez que difundieron la nota entrega, dando cuenta de que había sido recibida por el propio Muñoz, que estampó su firma y su sello en la misma.
“Lo que está pasando es terrible, los ferroviarios no sabemos qué va a pasar”, dijeron los trabajadores consultados por NOVA y adelantaron que “con o sin el sindicato” están dispuestos a avanzar con un plan de lucha para defender los 1.500 puestos de trabajo.NOVA.com
Trabajadores de la empresa Ferrobaires, cuyo cierre fue dispuesto por decreto de la gobernadora María Eugenia Vidal hace poco más de una semana, denunciaron que podrían perderse 1.500 puestos de trabajo y ni el gobierno ni la dirección de la empresa atienden los reclamos.
Además, existe una fuerte tensión interna en la Unión Ferroviaria, ya que mientras algunos trabajadores solicitaron la convocatoria a una asamblea para este viernes a las 10 de la mañana, desde la conducción de la seccional Gran Buenos Aires negaron incluso haber recibido dicha petición que se realizó por escrito.
Según el decreto de la gobernadora, a partir del 15 de marzo los trenes de la provincia pasarán a ser operados por el ministerio de Transporte que conduce Guillermo Dietrich, por la supresión de la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial (Ferrobaires).
Incluso antes de que se conociera el decreto, que ya había sido anunciado a mediados del año pasado, los trabajadores denunciaron despidos en varias ciudades del interior de la provincia, por lo que crecieron las sospechas de una política de vaciamiento de la empresa con el objetivo de "liquidarla" una vez que pase a Nación.
La empresa venía siendo duramente cuestionada incluso por parte de la dirigencia ferroviaria y hasta el mediático Rubén "Pollo" Sobrero, aseguró en más de una oportunidad que era una estructura creada por el gobierno como una "caja política", porque tenía miles de empleados sin prestar servicios.
Ahora son 1.500 los trabajadores que atraviesan total incertidumbre sobre la continuidad de sus puestos, porque el decreto de Vidal no da ninguna certeza al respecto y desde el ministerio de Transporte por el momento han esquivado cualquier anuncio en ese sentido, mientras que con cuenta gotas los despidos se multiplican en distritos del interior.
En la provincia de La Pampa, por ejemplo, la empresa contaba con 17 trabajadores que cumplían tareas en las líneas que interconectan a los dos distritos y el gobierno de Carlos Verna anunció que en su totalidad pasarán a ser parte de la administración provincial y de esa manera evitará que queden en la calle.
No corrieron la misma suerte los ferroviarios de las localidades de Mechita y Bragado, en la provincia de Buenos Aires, que fueron cesanteados incluso antes de la firma del decreto de la gobernadora y se espera que en otras ciudades se replique la misma situación.
Por eso, y con el objetivo de iniciar un plan de acción, un grupo de más de 130 trabajadores solicitó por escrito la realización de una asamblea para este viernes a las 10 de la mañana, aunque luego se encontraron con la sorpresa de que a través de un comunicado, el secretario general de la seccional Gran Buenos Aires, Jorge Muñoz negó el pedido.
La respuesta de los empleados no se hizo esperar y convocaron a una reunión para exigirle al sindicato la realización de una asamblea, a la vez que difundieron la nota entrega, dando cuenta de que había sido recibida por el propio Muñoz, que estampó su firma y su sello en la misma.
“Lo que está pasando es terrible, los ferroviarios no sabemos qué va a pasar”, dijeron los trabajadores consultados por NOVA y adelantaron que “con o sin el sindicato” están dispuestos a avanzar con un plan de lucha para defender los 1.500 puestos de trabajo.NOVA.com