Actualidad
Redacción
Crónica Ferroviaria
Dentro
del temario de las sesiones ordinarias del Colegio de Auditores Generales
realizada en el día de ayer, se encontraba el Act. Nº 816/13-AGN: Informe
elaborado por la Gerencia de Control de Entes Reguladores y Empresas
Prestadoras de Servicios Públicos respecto del Proyecto Nº 2 9 1121 - Organismo
auditado Secretaría de Transporte – Administración de Infraestructuras
Ferroviarias S.E. – Comisión Nacional de Regulación del Transporte -
Ferrobaires cuyo objeto es: “Mantenimiento, Seguridad Operativa e Inversiones
realizadas por el Estado Nacional – Gestión” – Período auditado: Enero de 2010
a Diciembre de 2013. Presentado por la Comisión de Supervisión de Control de
Entes Reguladores y Empresas Prestadoras de Servicios Públicos/Nota Nº 34/16 -
Presidente: Dr. Nieva.
Las
críticas esbozadas en el informe son múltiples entre los que se destacan
denuncian por desvíos de fondos, la existencia de “ñoquis” y todo tipo de problemas
en el servicio.
“Hemos
detectado numerosos incumplimientos a la normas en cuanto al mantenimiento de
las vías, se compran los trenes y no pueden funcionar más que año y medio
porque se produce descarrilamiento por el mal estado de las vías”, explicó el
Auditor General de la Nación, Alejandro Nieva.
El
funcionario añadió además que “esas formaciones se las saca de circulación, se
las deja en un depósito y sin utilización y expuestas a abandono”.
En
torno a la reposición de durmientes, Nievas explicó que “entre los contratos de
material a China, se compraron durmientes de material a ese país, lo cual es
inadmisible”.
Los
auditores destacan que los planes de mantenimiento tenían falencias y no eran
acordes para la prestación de “un servicio eficiente y seguro”. “La mayoría de
las unidades poseían kilometrajes que excedían ampliamente lo recomendado,
puesto que se acumularon reparaciones generales no realizadas equivalentes a
83.040.000 kms de exceso, lo cual demuestra el mal estado y avanzado deterioro
del parque ferroviario que prestaba dichos servicios”, señala el informe.
“No
sólo el material rodante estaba deteriorado sino que también la infraestructura
de las vías, los señalamientos y las telecomunicaciones, debido en gran parte a
la nula inversión en las tareas de mantenimiento”, continúa.
“A
causa del defectuoso estado de la infraestructura vial, es que las formaciones
TALGO IV adquiridas a España (…) tuvieron que ser retiradas del servicio ya que
se los exigía más de lo habitual, dañándose continuamente y llegando en 2
oportunidades a descarrilar. Por esa razón dichas formaciones fueron sacadas de
servicio y depositadas en el 'Ex Depósito de Locomotoras Tolosa', donde ésta
auditoría encontró serias debilidades en relación a su protección”, indica el
informe. Esas formaciones costaron dos millones de euros cada una y funcionario
apenas un año.
“La
flota de material rodante concesionada a la Provincia se encontraba con un
importante deterioro y faltantes, llegando al caso de estar en uso únicamente
el 26% de lo transmitido y un 37% desconociéndose su paradero (es decir que
Ferrobaires no sabía su ubicación ni destino del material rodante
concesionado). En efecto, en servicio activo se encontraba únicamente el 8% del
total transmitido”.
Por
último, expresan que había “serias deficiencias en los sistemas de seguridad y
comodidad para los pasajeros, debido a la falta de mantenimiento y escasa
inversión en la infraestructura de los servicios". Además, señala que Ferrobaires incumplió las
obligaciones referidas a las Prácticas Operativas, lo cual generó un sistema de
transporte con un bajo nivel de seguridad. Tampoco la CNRT, organismo nacional,
controló la gestión provincial.