El Corredor Bioceánico Aconcagua incluye la construcción de un ferrocarril que unirá Los Andes en Chile y Luján de Cuyo en Argentina, puntos clave para las operaciones comerciales de la región. Las licitaciones comenzarán en la segunda mitad del año. Las obras, que incluyen capitales del Mercosur, Europa y Asia, prevén una inversión total de u$s3.000 millones y su finalización está prevista para 2020.
El Corredor Bioceánico Aconcagua es un proyecto revolucionario de cimentación de un sistema ferroviario de 204 km de extensión entre Los Andes (Chile) y Luján de Cuyo (Argentina), diseñado para hacerse cargo del incremento de las operaciones comerciales a largo plazo. La obra, que incluye un túnel de baja altura de 52 km, fue pensada para resolver los problemas del Paso Cristo Redentor, garantizando menores costos y tiempos y su operatividad durante todo el año.
La propuesta faraónica avanzó con la puesta en marcha de la sociedad Bioceánico Aconcagua SA, constituida por los representantes de las firmas Corporación América (Argentina), Empresas Navieras (Chile), Mitsubishi Corp (Japón), Contreras Hermanos (Argentina) y Geodata (Italia). El plan de capitales privados sostiene una inversión de u$s 3.000 millones.
Corporación América presentó en septiembre el proyecto en un acto en Mendoza. Esta obra traerá beneficios a un área de más de 3 millones de km2 y una población de 126 millones de habitantes, 48% del total sudamericano, donde se genera el 70 % de la actividad económica continental.
Hugo Eurnekian, vicepresidente de Corporación América indicó que las licitaciones para la construcción del Corredor Bioceánico Aconcagua se registrarán durante el segundo semestre del 2011.
Para garantizar la ejecución del proyecto, se creó en 2009 un Ente Binacional conformado por los gobiernos de Argentina y Chile, por primera vez en la historia de las relaciones entre ambos países. Éste tiene facultades jurídicas, financieras y técnicas para la concreción del proyecto del Corredor Bioceánico Aconcagua.
El embajador de Argentina en Chile, Ginés González, calificó en octubre a la iniciativa de las empresas como el proyecto más trascendente del siglo XXI entre ambos países, en cuanto a las relaciones que mantienen.
Problemática
La necesidad de este corredor nace de la inexistencia de una salida eficiente en América del Sur hacia el Pacífico, ya que la Cordillera de los Andes, con sus 7200 kilómetros de longitud y 4400 metros de altura promedio, actúa como barrera. La frontera común entre Chile y Argentina es de 5150 km de Codillera. El 83% de la carga que circula entre ambas bandas del Cono Sur viaja por mar, utilizando rutas más largas y costosas.
El Paso Cristo Redentor no es hoy una alternativa confiable ya que el clima de alta montaña, cierra de 45 a 60 días por año entre Mayo y Octubre, no permite optimizar la planificación logística y su capacidad vial está próxima a la saturación ya que la abrupta geografía no permite ampliaciones graduales. De 7,5 millones de toneladas que se intercambiaron de manera terrestre a través de la frontera entre ambos países durante el 2006, el 63,4% se hizo por el Paso Cristo Redentor.
Este cruce se encuentra sobre el eje horizontal más relevante, comercialmente, de la Argentina y Chile. Sobre éste se organizan las ciudades, centros de consumo y de producción más significativos de ambos países. De los dos lados existen infraestructuras logísticas que complementan al proyecto.
Del lado argentino está el ferrocarril San Martín (FSM) que realiza el trayecto Buenos Aires – Mendoza. También se encuentra la ruta nacional 7 que circula paralela al FSM, que compone al Paso Cristo Redentor (PCR). Del lado chileno está la red de EFE que une Los Andes con Santiago y los puertos chilenos de mayor importancia. Esta infraestructura existente se conecta con los sistemas ferroviarios y carreteros más importantes del Mercosur.
Por esto, las empresas consideraron que el paso actual entre Lujan de Cuyo –Los Andes es relativamente pequeño frente a la infraestructura logística existente de ambos lados. En esa locación es donde se ubicará el corredor puerto chileno – puerto argentino y su consecuente conexión con el Mercosur, mediante la unión de las infraestructuras logísticas existentes en ambos países. La finalización de las obras está prevista para 2020.
El plan incluye:
• Un ferrocarril eléctrico de alta capacidad de carga que representa una solución a largo plazo ya que podrá transportar hasta 70 millones de toneladas por año.
• El Ferrocarril es muy eficiente en el uso de energía. Trabajar con un tren impulsado por energía eléctrica es una solución óptima tanto en el costo de combustible como en cuanto al impacto ambiental.
• Un sistema abierto Atlántico-Pacífico de trocha única, totalmente Multimodal, para el transporte de todo tipo de carga
• Dos estaciones Multimodales en los extremos del sistema, que permitirán la carga y descarga de en todos los formatos, incluyendo camiones con su conductor.(Fuente y foto: LaPolíticaonline)