Nota de Opinión
Por: Martín Arrojo (para MendozaPost.com)
A más de 100 años de su inauguración, el histórico Tren Trasandino, que conectaba Mendoza con Chile a través de la Cordillera de los Andes, sigue siendo un sueño para muchos.
A lo largo de su historia, este servicio ferroviario fue crucial para la integración de ambos países, pero su desmantelamiento iniciado a partir de la década de 1980 en adelante, dejó un vacío en la infraestructura de transporte de la región.
En medio de las dificultades que enfrentan los viajeros argentinos desde Mendoza hacia Chile, situación que suele repetirse casi todos los años, la posibilidad de reactivar el tren para descomprimir el tránsito y agilizar el paso fronterizo es una alternativa que, a pesar de su complejidad, no pierde relevancia a futuro.
Un gigante dormido
En diálogo con el Post, Rodrigo Del Monte, miembro de la Asociación Ferrotur Transandino, destacó la urgencia de reactivar el Tren Trasandino para aliviar la Ruta 7, que "está colapsada de autos y camiones, con gravísimos accidentes".
Del Monte señaló que el ramal ferroviario que conecta Argentina y Chile se mantiene en buenas condiciones, especialmente el tramo entre Potrerillos y Las Cuevas, que conserva un 70% de su infraestructura original. "El costo para su refuncionalización es bajo y modernizando lo que ya hay se podría reactivar sin necesidad de un nuevo proyecto faraónico", dijo, aunque advirtió que el principal obstáculo es la reconexión de Chacras de Coria con Potrerillos debido a lo que generó en su momento la construcción del dique.
Sobre el lado chileno, mencionó que algunos trayectos están abandonados, pero que podrían recuperarse sin mayores dificultades. "Desde Los Andes hasta Río Blanco, hay un tren minero que ocupa la vía del Trasandino. Solo haría falta recuperar unos 50 kilómetros de la traza, lo que no requiere una inversión tan grande", agregó.
Finalmente, criticó la falta de prioridad política, señalando que las diferencias entre ambos países impidieron la continuidad del servicio. "Si no fuera por diferencias políticas, este gigante dormido hubiera seguido andando", subrayó. En este sentido, para Del Monte, el ferrocarril es clave para el desarrollo económico y su funcionamiento significa una reducción importante en los costos de trasporte: "No se puede pensar un país grande sin un ferrocarril grande".
Desafíos y alternativas
Por su parte, Mario Isgró, ex Ministro de Planificación e Infraestructura de Mendoza (2019-2023), destacó en diálogo con el Post las potencialidades del Tren Trasandino para agilizar el paso entre Argentina y Chile, aunque advirtió sobre los desafíos de un proyecto de esta magnitud.
En esta dirección, reconoció que durante su gestión y en coordinación con autoridades nacionales e internacionales, se avanzó en la posibilidad de un nuevo camino ferroviario hacia el Sur que continúa en carpeta, vinculado al Paso Vergara y Paso de Pino Hachado, lo que sugiere que, en caso de reactivarse, no se utilizaría la ruta histórica del tren, sino una nueva que incluiría también a otras provincias y podría estar más relacionada al desarrollo de Vaca Muerta.
En cuanto al recorrido tradicional del Trasandino, Isgró planteó la viabilidad de activar un proyecto turístico de alta montaña, destacando que tramos como el de Uspallata a Las Cuevas se encuentran en buen estado. En este sentido, a pesar de que no sería sencillo con recursos públicos, consideró que podría concretarse con inversiones mixtas. "Este proyecto podría ofrecer un recorrido similar al Tren de las Nubes de Salta", afirmó.
El exministro también destacó que, en caso de reactivarse el Tren Trasandino, su prioridad debería ser el transporte de cargas, con el objetivo de implementar un modelo integral con los camiones, lo que, en su opinión, representaría una oportunidad para el desarrollo en lugar de un inconveniente. "La ayuda del tren podría simplificar cuestiones de logística" reconoció.
Por último, subrayó que uno de los principales desafíos para agilizar el paso a Chile son los controles, enfatizando la necesidad de mejorar los convenios aduaneros y fitosanitarios entre ambos países. Al mismo tiempo, reconoció que la situación es delicada, debido a que en verano el sistema suele colapsar debido al paso masivo de turistas y las soluciones están lejos de ser sencillas.