Exterior
Con un viaje turístico cordillerano en góndola-carril reviven la antigua ruta del ferrocarril trasandino. Se trata de una góndola de origen norteamericano, fabricada en el año 1926 por Yellow Truck & Coach Manufacturing Company, acondicionada para circular sobre rieles, que prestó servicios entre Los Andes, ciudad en Chile, y Mendoza, en Argentina, en la desaparecida ruta del ferrocarril trasandino.
A fines de la década de los 90, la Asociación Chilena de Conservación del Patrimonio Ferroviario logró restaurarla y ponerla en valor, al igual como lo ha hecho con otras nueve piezas que se mantienen en la maestranza de Los Andes, entre ellas un automotor Schindler, que está reparado en 90%; una locomotora a vapor Kitson Meyer, recuperada en 70%, y un coche de pasajeros de 1905, restaurado también en 70%.
En el año 2000, la góndola-carril comenzó a prestar servicios esporádicos de viajes turísticos entre Los Andes y Río Blanco. El académico Sergio Carmona, profesor de la Universidad Federico Santa María y uno de los impulsores de su restauración, indicó que junto con la reparación mecánica fue necesario adaptar el motor y los sistemas de frenos a las normativas vigentes para poder operarla turísticamente. A la vez, se retapizaron los asientos y se cambiaron los vidrios para cumplir con las exigencias reglamentarias actuales.
Ante el interés creciente de turistas y amantes de los trenes por viajar a bordo de la góndola, a partir del 2013 se resolvió crear una temporada formal de viajes entre marzo y noviembre. Cada 30 días, los primeros domingos de cada mes, la máquina con capacidad para 28 pasajeros sale desde la maestranza de Los Andes (avenida Argentina 51) rumbo a Río Blanco, que se ubica a 1.452 metros de altura.
Los 34 kilómetros de distancia se recorren aproximadamente en dos horas. Durante el trayecto se realizan varias paradas para apreciar el paisaje de montaña. Uno de los lugares más relevantes es el Salto del Soldado, donde los pasajeros admiran el punto de encuentro de dos laderas de cerros erosionadas por el río durante miles de años.
Tras almorzar en una hostería cordillerana, a las 4:00 pm se inicia el retorno, para llegar a Los Andes a las 6:00 pm.DiarioElNacional.com
Con un viaje turístico cordillerano en góndola-carril reviven la antigua ruta del ferrocarril trasandino. Se trata de una góndola de origen norteamericano, fabricada en el año 1926 por Yellow Truck & Coach Manufacturing Company, acondicionada para circular sobre rieles, que prestó servicios entre Los Andes, ciudad en Chile, y Mendoza, en Argentina, en la desaparecida ruta del ferrocarril trasandino.
A fines de la década de los 90, la Asociación Chilena de Conservación del Patrimonio Ferroviario logró restaurarla y ponerla en valor, al igual como lo ha hecho con otras nueve piezas que se mantienen en la maestranza de Los Andes, entre ellas un automotor Schindler, que está reparado en 90%; una locomotora a vapor Kitson Meyer, recuperada en 70%, y un coche de pasajeros de 1905, restaurado también en 70%.
En el año 2000, la góndola-carril comenzó a prestar servicios esporádicos de viajes turísticos entre Los Andes y Río Blanco. El académico Sergio Carmona, profesor de la Universidad Federico Santa María y uno de los impulsores de su restauración, indicó que junto con la reparación mecánica fue necesario adaptar el motor y los sistemas de frenos a las normativas vigentes para poder operarla turísticamente. A la vez, se retapizaron los asientos y se cambiaron los vidrios para cumplir con las exigencias reglamentarias actuales.
Ante el interés creciente de turistas y amantes de los trenes por viajar a bordo de la góndola, a partir del 2013 se resolvió crear una temporada formal de viajes entre marzo y noviembre. Cada 30 días, los primeros domingos de cada mes, la máquina con capacidad para 28 pasajeros sale desde la maestranza de Los Andes (avenida Argentina 51) rumbo a Río Blanco, que se ubica a 1.452 metros de altura.
Los 34 kilómetros de distancia se recorren aproximadamente en dos horas. Durante el trayecto se realizan varias paradas para apreciar el paisaje de montaña. Uno de los lugares más relevantes es el Salto del Soldado, donde los pasajeros admiran el punto de encuentro de dos laderas de cerros erosionadas por el río durante miles de años.
Tras almorzar en una hostería cordillerana, a las 4:00 pm se inicia el retorno, para llegar a Los Andes a las 6:00 pm.DiarioElNacional.com