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Los usuarios se ven obligados a convivir con filtraciones, coches en mal estado y demoras. Sbase admite problemas en la infraestructura, pero asegura que “se están haciendo mejoras”.
Frecuencias más espaciadas, coches de casi sesenta años de antigüedad –desde ya, sin aire acondicionado–, filtraciones y manchas de humedad en las paredes, goteras cubiertas con chapones y escaleras mecánicas sin funcionar son algunas de las postales que devuelve la línea E de subtes a sus usuarios. Pero la situación se complica aún más cuando los desperfectos mecánicos en los trenes obligan a suspender o demorar el servicio.
Los pasajeros se quejan: “Es el ‘Patito Feo’ del subte. Lo tomo todos los días, hago combinaciones y es la peor línea de todas. Mínimo una vez por semana no anda o tiene demoras”, dice Liliana del Puerto en la estación Boedo. Otro usuario, Alberto Locíccero, destaca el estado de las formaciones que circulan: “El ruido es ensordecedor y se mueven tanto que, cuando toma un poco de velocidad, pareciera que el tren va a golpear contra las paredes del túnel”.
Desde que la Ciudad se hizo cargo del subte, en enero de 2012, la línea que va por debajo de la avenida San Juan y une Plaza de los Virreyes, en el Bajo Flores, con la estación Bolívar, en Plaza de Mayo, ha sido la menos beneficiada con las inversiones en infraestructura y remodelaciones que sí recibieron el resto de las líneas. La usan unas 83 mil personas por día –a la nueva línea H, 87 mil– y cuenta con 13 trenes de cuatro o cinco coches cada uno. Recién este año, después de varios sin incorporar ninguno nuevo, se sumaron dos formaciones Fiat que se sacaron de la renovación de la línea A, según confirmó Sbase, la empresa estatal a cargo de la red.
Perfil recorrió todo el tramo y pudo constatar el deterioro generalizado de la línea. Una muestra de esta realidad es la poca presencia de vendedores ambulantes o músicos, algo que es habitual en las otras cinco. “Sólo se ven algunos en el tramo que va desde la estación Rodolfo Walsh –Entre Ríos hasta Bolívar– donde viaja un poco más de gente”, explica uno de los guardas consultados sobre esta situación.
Tanto Sbase como Metrovías, la concesionaria del servicio, reconocen los problemas de la línea, pero aseguran que se están llevando a cabo obras de mantenimiento que apuntan a mejorar la calidad de viaje de los usuarios. “Estamos haciendo trabajos de mampostería, limpieza y pintura, tanto en las estaciones como en los túneles de las cabeceras. Una de ellas fue, por ejemplo, la puesta en valor del Centro de Transferencia Intendente Julio Saguier, que conecta con el Premetro”, informan desde Sbase. “Las filtraciones son problemas del subte en todo el mundo. De todas maneras, estamos alistando otra formación para sumarla a la línea, una tarea que implica revisar desde la aceleración y frenos hasta la apertura y cierre de puertas”, afirmó Lucía Ginzo, gerente de Institucionales de Metrovías.
Además, estaban anunciadas para este año las tres estaciones (Retiro, Catalinas y Correo Central) en obra bajo la avenida Leandro N.Alem. “Se abrirán en 2019”, aseguran ahora desde Sbase.Perfíl.com
Los usuarios se ven obligados a convivir con filtraciones, coches en mal estado y demoras. Sbase admite problemas en la infraestructura, pero asegura que “se están haciendo mejoras”.
Frecuencias más espaciadas, coches de casi sesenta años de antigüedad –desde ya, sin aire acondicionado–, filtraciones y manchas de humedad en las paredes, goteras cubiertas con chapones y escaleras mecánicas sin funcionar son algunas de las postales que devuelve la línea E de subtes a sus usuarios. Pero la situación se complica aún más cuando los desperfectos mecánicos en los trenes obligan a suspender o demorar el servicio.
Los pasajeros se quejan: “Es el ‘Patito Feo’ del subte. Lo tomo todos los días, hago combinaciones y es la peor línea de todas. Mínimo una vez por semana no anda o tiene demoras”, dice Liliana del Puerto en la estación Boedo. Otro usuario, Alberto Locíccero, destaca el estado de las formaciones que circulan: “El ruido es ensordecedor y se mueven tanto que, cuando toma un poco de velocidad, pareciera que el tren va a golpear contra las paredes del túnel”.
Desde que la Ciudad se hizo cargo del subte, en enero de 2012, la línea que va por debajo de la avenida San Juan y une Plaza de los Virreyes, en el Bajo Flores, con la estación Bolívar, en Plaza de Mayo, ha sido la menos beneficiada con las inversiones en infraestructura y remodelaciones que sí recibieron el resto de las líneas. La usan unas 83 mil personas por día –a la nueva línea H, 87 mil– y cuenta con 13 trenes de cuatro o cinco coches cada uno. Recién este año, después de varios sin incorporar ninguno nuevo, se sumaron dos formaciones Fiat que se sacaron de la renovación de la línea A, según confirmó Sbase, la empresa estatal a cargo de la red.
Perfil recorrió todo el tramo y pudo constatar el deterioro generalizado de la línea. Una muestra de esta realidad es la poca presencia de vendedores ambulantes o músicos, algo que es habitual en las otras cinco. “Sólo se ven algunos en el tramo que va desde la estación Rodolfo Walsh –Entre Ríos hasta Bolívar– donde viaja un poco más de gente”, explica uno de los guardas consultados sobre esta situación.
Tanto Sbase como Metrovías, la concesionaria del servicio, reconocen los problemas de la línea, pero aseguran que se están llevando a cabo obras de mantenimiento que apuntan a mejorar la calidad de viaje de los usuarios. “Estamos haciendo trabajos de mampostería, limpieza y pintura, tanto en las estaciones como en los túneles de las cabeceras. Una de ellas fue, por ejemplo, la puesta en valor del Centro de Transferencia Intendente Julio Saguier, que conecta con el Premetro”, informan desde Sbase. “Las filtraciones son problemas del subte en todo el mundo. De todas maneras, estamos alistando otra formación para sumarla a la línea, una tarea que implica revisar desde la aceleración y frenos hasta la apertura y cierre de puertas”, afirmó Lucía Ginzo, gerente de Institucionales de Metrovías.
Además, estaban anunciadas para este año las tres estaciones (Retiro, Catalinas y Correo Central) en obra bajo la avenida Leandro N.Alem. “Se abrirán en 2019”, aseguran ahora desde Sbase.Perfíl.com