Actualidad
Redacción Crónica Ferroviaria
Tal como lo viene anticipando CRÓNICA FERROVIARIA como primicia, cuando publicamos notas sobre la situación en las estaciones Las Armas y Parravicini, parecería ser que la cosa no terminaría ahí, ya que como lo informamos en las mismas habría otras estaciones que correrían la misma suerte señalan a Gándara y Adela del ramal Plaza Constitución - Mar del Plata de la Línea Roca.
Tal como lo informamos con nota de fecha 31 de Julio pasado sobre el cierre de la estación Parravicini, el personal que trabajaba en la misma fue trasladado a las estaciones Dolores y Sevigné.
Roberto Bordenave, último jefe de estación de Parravicini, escribió en su cuenta de Facebook lo siguiente: "La verdad que nunca se me pasó por la cabeza,que tenía que pasar por esta situación,30 años de ferroviario y me toca tristemente cerrar la estación. Hasta siempre Parravicini".
Comprendemos la tristeza que tuvo que haber pasado ese trabajador ferroviario, para expresar tan dolientes palabras.
Mientras tanto desde las oficinas de la empresa estatal ferroviaria, sigue dando órdenes sin saber ni pensar el mal que están haciendo no sólo con el ferrocarril, sino también con la gente que labora en él.
Redacción Crónica Ferroviaria
Tal como lo viene anticipando CRÓNICA FERROVIARIA como primicia, cuando publicamos notas sobre la situación en las estaciones Las Armas y Parravicini, parecería ser que la cosa no terminaría ahí, ya que como lo informamos en las mismas habría otras estaciones que correrían la misma suerte señalan a Gándara y Adela del ramal Plaza Constitución - Mar del Plata de la Línea Roca.
Tal como lo informamos con nota de fecha 31 de Julio pasado sobre el cierre de la estación Parravicini, el personal que trabajaba en la misma fue trasladado a las estaciones Dolores y Sevigné.
Roberto Bordenave, último jefe de estación de Parravicini, escribió en su cuenta de Facebook lo siguiente: "La verdad que nunca se me pasó por la cabeza,que tenía que pasar por esta situación,30 años de ferroviario y me toca tristemente cerrar la estación. Hasta siempre Parravicini".
Comprendemos la tristeza que tuvo que haber pasado ese trabajador ferroviario, para expresar tan dolientes palabras.
Mientras tanto desde las oficinas de la empresa estatal ferroviaria, sigue dando órdenes sin saber ni pensar el mal que están haciendo no sólo con el ferrocarril, sino también con la gente que labora en él.