Exterior
El pasado 20 de mayo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez anunció un plan para promover el uso del ferrocarril como vía de transporte tanto para mercancías como personas, primándolo sobre la carretera y el avión. Entre sus propuestas, tomadas a imagen y semejanza de las que previamente había anunciado el gobierno francés, se citaron la supresión de los vuelos domésticos cuya alternativa pueda ser resuelta en viajes en tren cuya duración sea de dos horas y media o menos. También señaló la reactivación de los trenes nocturnos como una medida para recuperar la movilidad en largas distancias.
Sin embargo, mientras para la primera parte, España cuenta con la mayor red de alta velocidad de Europa, y la segunda del mundo después de China, para la segunda se encuentra con un serio problema: Renfe Operadora ya no dispone de material con el que llevar a cabo la circulación de trenes nocturnos.
La mayor parte de su flota de trenes hotel, formada por composiciones talgo de la serie VII fueron entregados de nuevo al fabricante para que los convirtiese en trenes de alta velocidad con rodadura desplazable, capaces de circular a 330 kilómetros por hora. Francia, que ha reinaugurado sus expresos nocturnos con un servicio entre París y Niza cuenta con material convencional: locomotora y coches de viajeros, camas y literas, de flexible composición que se puede ampliar o reducir según la demanda.
El mismo sistema que ha recuperado Austria, para un servicio nocturno que pretende extender a toda Europa. Pero ahí también, Renfe se ha desprendido de sus últimas unidades de coches de viajeros, con la venta que realizó a Comboios de Portugal el pasado año y que la operadora ferroviaria lusa espera poner en funcionamiento, tras su restauración y reacondicionamiento, a lo largo de este 2021 y el próximo año, alguno de los cuales circulará desde la frontera con Tui.LaRegión.es