La responsabilidad de trabajar en la restauración de los talleres del otrora Ferrocarril Central Presidente Carlos Antonio López (FCPCAL) ha sido asumida recientemente, de forma voluntaria, por los miembros del Centro de Industriales Metalúrgicos (CIME), con el objetivo de convertirlo en un atractivo turístico.
También está la idea de saldar una deuda con la historia y de rendir un homenaje a través de este trabajo al Bicentenario de la Independencia patria, porque los talleres de Sapucái encierran una gran riqueza cuyo deterioro debe frenarse, según las argumentaciones dadas por el presidente del gremio, Ramiro Vargas Peña. En una visita realizada en estos días por nuestro diario a las instalaciones que se mantienen en pie a duras penas en Sapucái, pudimos comprobar que hay pequeños trabajos que ya se iniciaron por parte de operarios del lugar, que por otro lado ejercen una especie de guardia durante las 24 horas para evitar más despojos.
La llegada hasta dicha localidad está facilitada hoy por la nueva ruta asfaltada Paraguarí-Villarrica, que pasa al lado mismo de los talleres, que está a unos 15 minutos en automóvil desde la primera capital departamental citada, lo que puede facilitar todavía más su conversión en una importante referencia para el turismo.
El objetivo final de los industriales metalúrgicos es volver a poner en funcionamiento todo el sistema de máquinas a vapor (se mueve gracias a tres grandes calderas) y dejar los grandes galpones en condiciones de ser admirados en su justa dimensión por parte de la gente que los visite.
Antes, tareas básicas
Pero antes, hay tareas básicas que realizar (los trabajos van a comenzar cuando se tengan los permisos correspondientes de la Dirección de Patrimonio Nacional), como revisar y reparar los sistemas de desagües para evitar que siga entrando agua al sitio, principalmente los raudales; reparar todas las instalaciones edilicias (especialmente paredes, techos, pisos), explicó el industrial Vargas Peña.
Posteriormente, se van a ir viendo todas las debilidades existentes con respecto a las máquinas: qué cosas se pueden tocar y qué no, limpiar lo que hay que limpiar, engrasar y reponer piezas como se hacían en el tiempo en que el ferrocarril funcionaba, e ir probando gradualmente.
Una ventaja, los planos
Una ventaja que existe con respecto a Sapucái es que Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa), la actual administradora de los bienes ferroviarios del país, cuenta con todos los planos del sitio e, incluso, en algunos casos, con los manuales de uso de las máquinas.
Paralelamente al proyecto del CIME, la Municipalidad local, la Embajada japonesa y Fepasa ya han iniciado la recuperación de los almacenes adyacentes a los talleres, que en la parte edilicia están relativamente bien conservados. La idea es adaptarlos de forma a que sirvan de museo.
La parte sobre la que no existen planes inmediatos es la que corresponde al “Barrio Inglés”, situado a un costado de los talleres, al otro lado de las vías, cuyos viejos caserones ocupan como dos manzanas.
Una de las casas más grandes tiene salones y un corredor muy señorial desde donde se puede divisar una hermosa vista de los talleres y parte del pueblo de Sapucái, y lo mejor es que aún está en buenas condiciones. Otras casas del lugar sirven hasta hoy de viviendas.(Fuente y foto. ABC Color)