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8 de agosto de 2022

En Monte Comán (Mendoza) sufrimos la falta del tren

Cartas de Lectores

Señor Director de Crónica Ferroviaria

Me dirijo al señor Director para que tenga a bien publicar esta nota ya que quisiera que llegue a oídos de las autoridades ferroviarias del país.

Las autoridades nacionales que de nuevo tienen proyectado poner en marcha los ferrocarriles, les digo que en la década de los 90 con el cierre de los ramales dejaron a muchas personas sin trabajo en mi pueblo de Monte Comán (Provincia de Mendoza) de la Línea San Martín, lo que dejó a dicha localidad en la absoluta soledad y falta de trabajo quedando en el ostracismo total. No tenemos el tren, no tenemos gas natural (ya que a unos kilómetros pasa la cañería madre). No tenemos nada.

Estación Monte Comán hoy donde la desolación es la dueña

Les ruego a las autoridades nacionales y provinciales que tomen conciencia y nos devuelvan, al menos, el ferrocarril. 

Se fue tanta gente de Monte Comán, y se sigue yendo por falta de trabajo, que da pena verla hoy en comparación de lo que fue cuando el ferrocarril funcionaba donde era una romería y todo funcionaba.

Estación Monte Comán cuando estaba activa

Por eso les pido a las autoridades que hagan lo imposible para que el tren vuelva a mi querida Monte Comán. Atte

Miriam Martínez

miriam1969martinez47@gmail.com

22 de diciembre de 2018

Monte Comán: Por cierre del ferrocarril, se convirtió en la ciudad de los abuelos

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria

Tanto Monte Comán (Provincia de Mendoza) como centenares de pueblos y ciudades del interior del país donde el ferrocarril ha dejado de pasar desde hace décadas, se convirtieron en fantasmas o, como esta ciudad mendocina, en una pueblo habitado por sólo gente mayor.

Durante la mayor parte del siglo XX, la principal fuente de recursos para la localidad mendocina de Monte Comán fue la actividad ferroviaria. Pero en la década de 1990 el tren dejó de funcionar, por lo que muchos puestos de trabajo fueron eliminados y una gran cantidad de pobladores abandonaron la ciudad, donde sólo quedaron los jubilados, expresa en medio Crónica.com

Vista hoy de la desolada estación Monte Comán

En la actualidad, Monte Comán tiene menos de 4.000 habitantes, de los cuales 2.200 son personas de la tercera edad. En diálogo con Crónica, Teresita, presidenta del centro de jubilados de esa localidad, explicó: "Este es un pueblo en el que viven en su mayoría jubilados. Anteriormente, cuando estaba el ferrocarril, llegamos a tener casi 7.000 habitantes. Pero al cesar sus servicios, muchas familias buscaron trabajo en otro lado".

El principal centro de atracción turística de Monte Comán, ubicado a 914 kilómetros de Capital Federal, es la antigua estación de tren. "Estaba abandonada y nosotros, entre todo el pueblo, se la cedimos a la subcomisaría, entonces el gobierno de la provincia se encargó de arreglarla. Allí, si bien funciona la sede de policía, todavía se conserva la vieja locomotora y los rieles, entre otras cosas", explicó Teresita.

Ayer, hace tiempo cuando el ferrocarril reinaba por esos lugares

Como sucedió en todos los pueblos que se hicieron con el ferrocarril y al no pasar más los trenes, los problemas socioeconómicos provocaron la enorme reducción del número de pobladores, ya que los jóvenes buscan nuevos horizontes. "Los jóvenes que nacen aquí se van a trabajar a San Rafael o a San Luis, porque no hay fuentes de trabajo. Tampoco se puede cosechar porque está todo seco. Y no hay empleos estables. Quienes se dedican a la agricultura van a cosechar a los sectores aledaños, lo demás todo el año se vive gracias al jubilado", señaló y agregó: "Todos nos conocemos y nos ayudamos. Este pueblito no posee ningún servicio, no tenemos gas, tampoco cloacas, no tenemos agua potable, tomamos agua de pozo, tratada por una cooperativa que hay acá, al igual que la luz".

Este problema que venimos desde hace años planteando desde CRÓNICA FERROVIARIA, al parecer ya no tiene solución. Han pasado varias décadas del ferrocidio ocurrido en los 90 del siglo pasado, y hasta el día de hoy se ha avanzado muy pero muy poco, a punto tal que otra vez se vuelve a vivir la misma sensación cuando en aquella nefasta década se suspendieron casi todos los trenes de media, larga distancia y regionales.

Es una triste realidad que se sigue viviendo hoy en día en el interior del país y que parecería ser que el ferrocarril es el patito feo de los medios de transporte.