13 de octubre de 2025

Chubut: El tren que nunca llegó a Esquel: qué pasó con el ferrocarril que iba a unir la costa con la cordillera

Historias Ferroviarias

A comienzos del siglo XX se proyectó extender el Ferrocarril Central del Chubut desde la costa hasta Esquel, en un plan que prometía integrar toda la Patagonia. Los diarios de la época reflejaron la ilusión, los trámites y, finalmente, la frustración de una obra que nunca se concretó.

Durante las primeras décadas del siglo pasado, cuando el ferrocarril era símbolo de progreso y futuro, también en la Patagonia se soñaba con unir el mar y la cordillera a través de los rieles.

En aquellos años hubo un ambicioso proyecto, conocido como la extensión del Ferrocarril Central del Chubut, que buscaba que las locomotoras que partían de Puerto Madryn llegaran algún día hasta Esquel y Trevelin, integrando así toda la región con la red nacional.

Pero ese proyecto —que parecía cercano en los papeles y las promesas— quedó trunco a mitad de camino. En los archivos de la Hemeroteca de la Biblioteca Pública Municipal de Esquel se conservan algunos testimonios que reflejan aquel sueño que no llegó a concretarse.

El Ferrocarril Central del Chubut (FCC) nació en 1888, impulsado por los colonos galeses que debían transportar lana y trigo entre Puerto Madryn y Trelew. Con los años, su traza se fue extendiendo: llegó a Gaiman en 1908, a Dolavon en 1915, y tras la nacionalización en 1922, llegó hasta Las Plumas.

La idea era continuar hacia el oeste, atravesando el territorio hasta la Colonia 16 de Octubre, como se conocía a la zona de Esquel y Trevelin.

La ilusión de unir la costa con la cordillera

La Ley 5559 de Fomento de los Territorios Nacionales, impulsada por Ezequiel Ramos Mexía en 1908, alentó el proyecto de conectar el Atlántico con la cordillera. Las expectativas eran grandes: unir el ramal de Puerto Madryn con Esquel, conectar allí con La Trochita —que años después llegaría desde Ingeniero Jacobacci—, e incluso empalmar con líneas provenientes de Comodoro Rivadavia.

“Parece ser que es un hecho la prolongación de la línea férrea que unirá Puerto Madryn con la Colonia 16 de Octubre, para así poder dar trabajo a gran cantidad de desocupados”, publicó el Diario Esquel el 15 de febrero de 1931.

El artículo agregaba que la obra permitiría “utilizar la enorme cantidad de material que se halla casi abandonado y cuya utilización vendría a prestar enormes servicios para el adelanto y progreso de este Territorio”.

Semanas después, el mismo medio anunciaba la conformación de la “nueva comisión de estudios del trazado de la línea férrea de Madryn a 16 de Octubre”, encabezada por los ingenieros Donato Ponte y J. Palau, con instrucciones de “activar todo lo posible el estudio del tramo de Las Plumas a Paso de Indios”. 

El tono era optimista: se creía que los trabajos comenzarían “en el más breve plazo”.

Entre promesas, disputas y desengaños

Sin embargo, los años pasaron y la ilusión comenzó a diluirse. En febrero de 1932, el periódico El Libre del Sur informaba sobre un petitorio de los comisionados municipales de la costa al Ministro de Obras Públicas, reclamando que no se destinaran los materiales de la línea Madryn–Esquel a otros proyectos ferroviarios.

El texto advertía que, si eso ocurría, “se malograría por muchos años más el antiguo anhelo de este territorio”. 

Pero el mismo artículo también reflejaba una visión local:

“(…) para Esquel, lo mismo da que el ferrocarril llegue del Este que del Oeste”, señalaba la publicación, aunque remarcaba que para que la línea tuviera sentido debía “llegar hasta la misma cordillera”.

Incluso se permitía cierta crítica: “Así que la línea de Puerto Madryn a Esquel serviría más bien para traer y no llevar maderas”, decía el diario, al señalar las dificultades que presentaban los bosques fiscales para la explotación local.

La polémica por el futuro del transporte

El debate se intensificó hacia fines de ese mismo año. En septiembre de 1932, El Libre del Sur publicó un artículo titulado “¿Ferrocarriles o caminos?”, donde ya se ponía en duda la viabilidad económica del proyecto ferroviario.

Un párrafo de dicho artículo exponía el siguiente argumento:

“Un ferrocarril de Madryn a Esquel, nunca podrá por su enorme extensión, ser un ferrocarril de fomento, pues los fletes que necesariamente deberán cobrarse para cubrir los simpes gastos de administración, resultarán de tal forma prohibitivos que ningún producto de la cordillera podrá ser transportado hasta el puerto y dejar un margen de ganancia a los productores”.

El texto sostenía, con tono visionario, que “el fomento de la Patagonia no está en los ferrocarriles sino en las carreteras”, y aseguraba que “pretender ligar la costa Atlántica a Esquel por medio de un ferrocarril con miras comerciales, es pretender un absurdo”.

Aquella reflexión, que podría leerse hoy como premonitoria, marcaba un cambio de época: el transporte automotor comenzaba a ganar terreno frente al tren.

El tren que nunca llegó a Esquel: qué pasó con el ferrocarril que iba a unir la costa con la cordillera

La historia que se detuvo en Las Plumas

Lo cierto es que el Ferrocarril Central del Chubut nunca llegó más allá de Alto Las Plumas, a unos 242 kilómetros de su punto de partida en Puerto Madryn. Desde allí, los pasajeros podían continuar el viaje en ómnibus hasta la zona cordillerana, en lo que se conocía como la “línea a Colonia 16 de Octubre”.

En 1936 el Estado nacional compró el ferrocarril, pero el auge ya había pasado. Con el tiempo, la falta de mantenimiento y la competencia del transporte por carretera sellaron su destino. La línea fue clausurada el 28 de octubre de 1961, después de 73 años de servicio.

Mientras tanto, otro tren —el de trocha angosta que conocemos como La Trochita— avanzaba desde Río Negro y finalmente llegó a Esquel en 1945, convirtiéndose en heredero involuntario de aquel sueño inconcluso.

Lo que pudo haber sido

En la edición Bodas de Plata del Diario Esquel (1925-1950) se recordaba que “los proyectos eran otros: unir la de Puerto Madryn con la Colonia 16 de Octubre; la de Comodoro Rivadavia con José de San Martín y ambas con el ramal Ingeniero Jacobacci-Esquel. Pero ninguno de los proyectos se cumplió”.

El tren que debía unir la costa con la cordillera nunca se concretó. Quedó detenido en el tiempo, convertido en una de esas historias que mezclan esperanza y desencanto, tan comunes en los comienzos de Esquel.

Hoy, los recortes conservados en la Hemeroteca de la Biblioteca Pública Municipal de Esquel son testigos de aquel proyecto que pudo cambiar la historia del oeste chubutense.

El tren que nunca llegó a Esquel sigue siendo, en definitiva, la historia de un sueño sobre rieles que se detuvo a mitad de camino.Por: Romero Mariano Cuestas para EQSNotas.com

Fuentes:

Periódico El Libre del Sur, ediciones del 13 de febrero y 24 de septiembre de 1932.

Diario Esquel, ediciones del 15 de febrero, 1 de marzo, 5 de abril de 1931 y 7 de octubre de 1945.

Esquel – 100 años. Crónicas del Primer Centenario

Celso Rey García - FOTOS ANTIGUAS DEL CHUBUT (Página de Facebook)

Edición Bodas de Plata del Diario Esquel (1925 - 1950)

Publicaciones de Canal 12 web y Diario Jornada

Agradecimiento especial al personal de la Biblioteca Pública Municipal, del Archivo Histórico y del Museo Histórico Municipal de Esquel por el material bibliográfico y fotográfico aportado

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