GREMIALES
Germán
Aguirre integró la Comisión
de Reclamos y estuvo cerca de Pedraza y Fernández. Cómo se armó la patota
durante los días previos.
Por primera
vez, un miembro de la dirección de la Unión Ferroviaria
(UF) cuenta los negocios turbios de sus colegas y revela cómo se planificó
desde la más alta cúpula gremial el ataque que terminó con la vida de Mariano
Ferreyra el 20 de octubre de 2010.
En la
actualidad, se lleva adelante el juicio que determinará las responsabilidades
por el asesinato del militante del Partido Obrero. José Pedraza, máximo jefe
del sindicato, y Juan Carlos “El Gallego” Fernández, su segundo, están acusados
de ser los autores intelectuales del crimen.
Congresal
Aguirre lo fue de la Unión Ferroviaria
pero se alejó después de las presiones para integrar la patota que mató a
Ferreyra
Testigo.
Germán Aguirre trabaja en el ferrocarril desde siempre y hace 17 años
incursionó en el gremialismo. “Empecé como activista, luego fui delegado de
base y más tarde integré la
Comisión de Reclamos. Soy congresal del sindicato –cuenta a
PERFIL– pero me alejé”.
—¿Por qué?
—Los
compañeros denunciaban que Humberto Martínez, secretario general de la
seccional Gran Buenos Aires Sud, se quedaba con parte del salario de los
ingresantes al ferrocarril. Una compañera contó que la había hecho entrar a
cambio de quedarse con 4 mil de los 6 mil pesos de su sueldo. Martínez le
aclaraba que no eran para él, sino que eran “para arriba”. Fui a contarle a El
Gallego Fernández. “¿Me querés decir que estoy robando?”, me dijo. “Arriba de
Martínez estás vos. Y Martínez te responde”. La delegada Patricia Carbajal me
dijo que una vez Guillermo Harvey, gerente de Recursos Humanos de Ferrobaires,
le dejó un sobre con 10 mil pesos para Martínez. Al recibirlo, Martínez le
aclaró a Carabajal: “Esto lo tiro para arriba”. El 6 de septiembre estaba
reunido con los muchachos cuando me llamó Karina Benemérito, la mano derecha de
El Gallego, para que fuéramos a Constitución para ir a correr del hall a los
tercerizados, que iban a bloquear las boleterías. No era tarea nuestra y le
dijimos que no. Entonces me llamó El Gallego: “¿Qué pasa, negro?”, preguntó.
“Decidimos no
ir con los muchachos”, le dije. “¿Quiénes son los muchachos?”. “No te voy a dar
nombres, el responsable soy yo”, dije. Más tarde me llamó de vuelta. Yo estaba
muy caliente y le dije: “Metete la
Comisión de Reclamos por el orto, están haciendo puras
cagadas”.
El caso. Las
filmaciones muestran que Cristian Favale participó ese día de la patota que se
juntó para el hostigamiento a los tercerizados en Constitución. Favale
–barrabrava– es sindicado como el asesino de Mariano Ferreyra.
—¿Cómo se
enteró de la acción que se preparaba para el 20 de octubre y en la que
finalmente cayó muerto el milinate Mariano Ferreyra?
—El 19 de
octubre empezaron a convocar a ir a Constitución al día siguiente. Lo hacían
fundamentalmente Benemérito, Carabajal, Martínez y Carlos Piola. Benemérito
tenía el control de Recursos Humanos. Cuando renuncié a la Comisión , me cambiaron de
horario y tarea y así a todos los que consideraban de mi grupo. La gente decía
que iba porque temía perder sus condiciones de trabajo. Martínez dijo: “El que
no va mañana, que se olvide de todo”. Al día siguiente participé de un congreso
al que fueron El Gallego, Pedraza y funcionarios. En un momento me llamaron
para contarme que había heridos de bala en la movilización y me retiré. Luego
supe de la muerte del pibe.
El testimonio
de Aguirre implica aún más a los acusados del homicidio de Ferreyra, ya que
demuestra la acción perfectamente organizada del sindicato en la preparación de
los ataques del 6 de septiembre y del 20 de octubre de 2010.