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Por semana suelen haber tres o cuatro accidentes.
El servicio de pasajeros del Tren Patagónico suele tener tres o cuatro accidentes semanales con animales sueltos, en sus viajes entre Viedma y San Carlos de Bariloche, aunque no siempre descarrila. Así lo afirmó Renzo Scalesa, hijo y nieto de un trabajador ferroviario.
En conversación con NoticiasNet, Scalesa explicó sus dichos y se refirió al último descarrilamiento del tren, sobre todo tomando en cuenta que su hijo iba en el convoy.
En primer lugar al referirse al descarrilamiento del tren, registrado el viernes último, Scalesa señaló que “mi papá es un referente del gremio La Fraternidad. Si bien ahora está jubilado, igualmente siempre está atento a todo lo que ocurre con el tren”.
En este orden, añadió que “el viernes mi hijo viajaba a San Carlos de Bariloche, iba en el coche pullman, que es el primero que va después de las dos máquinas”. Según comentó, “con mi padre fuimos a despedirlo a la estación y mientras estábamos con mi hijo, mi viejo se fue a la máquina y se puso hablar con los choferes. Me contó que en la cabina estaba un muchacho de la provincia de Buenos Aires que no conocía la zona, y que iba en condición de aprendiz”.
Con respecto al accidente, señaló que “mi hijo me contó que se les cruzó un toro arriba de la vía y que la segunda máquina no descarriló así que volvieron a San Antonio Oeste y los 290 pasajeros se fueron en colectivo a Bariloche”.
En el mismo sentido, añadió que “mi hijo me dijo que cuando se bajó los conductores le dijeron que el toro se cruzó. No iba por la vía, esto lo digo porque cuando un animal va por la vía se accionan dos o tres veces la bocina, le apagan la luz y generalmente se bajan de la vía, en este caso no hubo bocina, solamente un golpe y el descarrilamiento. Los conductores le contaron a mi hijo que el animal no les dio tiempo de tocar bocina”.
Animales
En la zona de Ramos Mexía y Valcheta, “la gente cría yeguarizos y vacas en las reservas fiscales, donde no hay alambres, entonces si esta gente no encierra los animales cuando pasa el tren atropella a uno o dos. Esto pasa todas las semanas”, apuntó.
Según explicó, “esto ocurre porque estos animales son casi salvajes, andan a gusto de ellos y si hay alambres los rompen. Es así porque se han puesto tipo cimarrones”.
Ante estos inconvenientes semanales, observó que “los maquinistas si son duchos levantan acelerador, le pegan dos o tres 'pitazos', apagan la luz y los animales se bajan de la vía. Esto lo sé porque mi viejo fue 41 años maquinista y me decía que el problema son los animales sueltos, que son tipo salvaje, que no respetan los alambres”. Por lo expuesto, consideró que “para terminar con estas situaciones lo que hay que hacer es encerrar a los animales”.NoticiasNet.com