Las nuevas autoridades de Tren Patagónico hallaron una herencia de numerosos compromisos a asumir para bajar la vulnerabilidad de funcionamiento. Las medidas iniciales apuntan a frenar el derroche y revisar contratos con el propósito de poner a la empresa estatal en vías de recuperación.
Autoridades de la empresa Tren Patagónico S.A.
Una serie de desprolijidades administrativas detectadas dan cuenta de que el TER asignado a cubrir el tramo Jacobacci-Bariloche no presta servicios y está sin el equipo de aire acondicionado por el cual se pagaron 55.539 pesos a una empresa de Buenos Aires, y que la gestión anterior de Yamil Direne –con licencia política– vendió mayor cantidad de plazas de las que una formación está en condiciones de transportar.
La nueva conducción hizo públicas una serie de situaciones cuya singularidad y ocurrencia fueron calificadas de "sospechosas" y "alarmantes".
Multados por no cumplir
Señaló que por incumplimientos en el contrato de transporte de materia prima a la empresa Soda Solvay de San Antonio Oeste, Alcalis de la Patagonia (Alpat), tendrán que pagar una multa de 1,5 millones de pesos; que obligará a revisar el convenio y la metodología de contratación que no beneficia a la prestadora ferroviaria. Otras irregularidades se remiten a una omisión de las observaciones formuladas por la Comisión Nacional de Regulación de Transporte Ferroviario (CNRT) en cuanto a la falta de seguridad del pasajero transportado.
La explicación más gráfica la brindó ayer su presidente, Fernando Vaca Narvaja. En el transcurso del informe dijo que la sociedad anónima estatal funciona "atada con alambre, 'Fastix' y 'Poxipol'".
Planteó que "está muy lejos de ese tren Arrayanes que transitaba a Buenos Aires, de las normas ISO que eran orgullo para la Provincia de Río Negro".
En una presentación efectuada en la Casa de Gobierno brindó detalles del último despacho del convoy a Bariloche que implicó un accidentado servicio originando gastos por 76.000 pesos ante la obsolencia del material rodante.
A su entender "estamos pagando el costo de una empresa desfinanciada, que no ha hecho las inversiones necesarias y no ha cuidado su parque de 11 locomotoras y 33 vagones, que en 1993 le fue remitido desde Nación a la entonces Sefepa".
En ese sentido, precisó que de esa infraestructura "estamos brindando servicios con una locomotora y media".
Desinversión y mal gasto
El directivo consideró que la firma estatal atraviesa "una política de desinversión y mal gasto de los recursos del Estado" denunciando luego que existe una línea "vinculada a privatizar, a separar el tren de cargas que es lo rentable del tren de pasajeros que es una herramienta de integración territorial, geográfica, política, social y de producción".
Reveló que "la consigna es recuperar el rol del tren como un factor social y de producción para la Provincia".
En referencia a los daños, detalló que "estamos pisando algunos negocios y nos encontramos con algunos fenómenos extraños como el incendio de dos vagones que se lo atribuyen a una travesura de chicos".
El Juzgado de Instrucción Nº 4 de esta capital ya tiene una denuncia en su poder. Vaca Narvaja puso como ejemplo que ese material móvil supera los 800.000 dólares de costo; y por otra parte "niños traviesos no pueden sacar los cables de alta tensión de las locomotoras fácilmente" cotizados en 60.000 dólares y que insume 220 días para poder recuperarlo importándolo de Estados Unidos.
El directivo atribuyó la responsabilidad del vandalismo y sabotaje a "algunos nidos de corrupción en la venta de repuestos" que fueron a parar a la provincia de Buenos Aires y "estamos molestando a algún sector que estaba acostumbrado a lucrar" con la idea de "parar un tren que no se va a parar".
La nueva gestión buscará corregir todo esto, indicaron.
En la presentación, el titular de la empresa estuvo acompañado por el legislador Pedro Pesatti, el intendente de Ramos Mexía, Javier Giménez, el vicepresidente de Tren Patagónico, Pedro Martínez; el gerente general, Juan Pablo García y los jefes departamentales Carlos Fernández, Antonio Larricchiuta y Emir Martín. Diario Río Negro