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El
juez Alberto Santa Marina, a cargo de la investigación del choque de un tren
contra una locomotora el 7 de junio en la estación de Temperley, señaló que
"la sociedad y en particular los usuarios de la red ferroviaria merecen
respuestas judiciales en lapsos razonables", e indicó que el maquinista y
su asistente fueron excarcelados "bajo caución juratoria".
El
magistrado, subrogante del Juzgado Federal 2 de Lomas de Zamora, explicó que en
un primer momento "dadas las pruebas recolectadas se dispuso la
detención" de Diego Sánchez, motorman del tren 2277, y su ayudante,
Nicolás Navarro, a quienes se les tomó declaración indagatoria el 10 y 11 de
junio pasados.
Manifestó
que la defensa de los trabajadores solicitó la excarcelación lo que fue
otorgado "bajo caución juratoria" ya que "la pena mínima en
abstracto es de tres años, no cuentan con antecedentes penales y nada indica su
proclividad a sustraerse del accionar de la justicia o entorpecer la
investigación".
Santa
Marina precisó que a los imputados les impuso la obligación de concurrir una
vez por mes a la sede judicial, además de prohibirles salir del país.
"En
esta convicción, la sociedad en su conjunto y en particular los usuarios de la
red ferroviaria de la zona sur merecen tener respuestas judiciales en lapsos
razonables y de allí las múltiples medidas sumariales ordenadas que se
encuentran en plena etapa de ejecución", comentó el juez a través de un
comunicado divulgado por el Poder Judicial de la Nación.
El
maquinista no conducía la formación sino que lo hacía su asistente, lo cual
está prohibido en el reglamento que regula la actividad, según revelaron videos
tomados desde el interior de la cabina al momento de la colisión contra una
locomotora que dejó 41 personas heridas.
Esas
imágenes figuran en la causa junto a las obtenidas por cámaras en el exterior
que muestran que los empleados ferroviarios no hicieron caso a dos señales en
rojo y a la voz de alerta de la torre de control, que durante 28 segundos les
pidió que se detuviesen.Ámbito.com