Cartas de Lectores
Señor Director de Crónica Ferroviaria
Con placer me dirijo a usted con el fin de hacer conocer mi opinión sobre el tema del puente angosto, que no tiene calificativo.
Es una barbaridad que nos desprestigia, no sólo a los funcionarios, sino a todo el país. Demasiadas opiniones y una sola solución: la legal y prevista en los pliegos.
A mi criterio, se debe retirar el puente mal ejecutado, construir uno nuevo, bajo estricto controles y montarlo en reemplazo. No cabe otra alternativa. Lamento las manifestaciones de algunos responsables, como el administrador de Vialidad Nacional, en las que no sólo esgrime conceptos y justificaciones absurdas, sino que ni siquiera conoce el vocabulario técnico.
¿Cómo es posible, que el error cometido, haya pasado inadvertido por: proyectista, calculista, dibujante, revisor y aprobación de los funcionarios pertinentes (tanto de Vialidad como de Ferrocarriles) que deben haber estampado su firma, para poder justificar sus sueldos y honorarios?. Por lo anterior, hasta dudo de la calidad de los cálculos resistentes de la estructura.
No acostumbro a efectuar muchos comentarios, pero, en este caso, estoy indignado, no sólo por el error cometido, si no por el tratamiento que se le está dando. ¿Quién pagará los millones de pesos que produce y producirá este hecho?.
Me siento avalado por haber sido encargado de las obras de arte del Ferrocarril San Martín (1952-1960), jefe del departamento técnico de una empresa de estructuras metálicas de nivel medio (1960-1963), empresario de la construcción y consultor con dedicación importante en él rubro (19642015). Atte.
Julio Castro
los6castros@hotmail.com
Señor Director de Crónica Ferroviaria
Con placer me dirijo a usted con el fin de hacer conocer mi opinión sobre el tema del puente angosto, que no tiene calificativo.
Es una barbaridad que nos desprestigia, no sólo a los funcionarios, sino a todo el país. Demasiadas opiniones y una sola solución: la legal y prevista en los pliegos.
A mi criterio, se debe retirar el puente mal ejecutado, construir uno nuevo, bajo estricto controles y montarlo en reemplazo. No cabe otra alternativa. Lamento las manifestaciones de algunos responsables, como el administrador de Vialidad Nacional, en las que no sólo esgrime conceptos y justificaciones absurdas, sino que ni siquiera conoce el vocabulario técnico.
¿Cómo es posible, que el error cometido, haya pasado inadvertido por: proyectista, calculista, dibujante, revisor y aprobación de los funcionarios pertinentes (tanto de Vialidad como de Ferrocarriles) que deben haber estampado su firma, para poder justificar sus sueldos y honorarios?. Por lo anterior, hasta dudo de la calidad de los cálculos resistentes de la estructura.
No acostumbro a efectuar muchos comentarios, pero, en este caso, estoy indignado, no sólo por el error cometido, si no por el tratamiento que se le está dando. ¿Quién pagará los millones de pesos que produce y producirá este hecho?.
Me siento avalado por haber sido encargado de las obras de arte del Ferrocarril San Martín (1952-1960), jefe del departamento técnico de una empresa de estructuras metálicas de nivel medio (1960-1963), empresario de la construcción y consultor con dedicación importante en él rubro (19642015). Atte.
Julio Castro
los6castros@hotmail.com