EMPRESAS
CAF
suministrará quince unidades más para una nueva ampliación que se abrirá el año
que viene
Metro de Roma
ha comenzado los servicios comerciales en la línea B1, bifurcación norte de la
actual línea B, entre Laurentina y Rebibbia. La línea, con origen en el empalme
de Bolonia, tiene una longitud de 3,9 kilómetros y
llega hasta Conca D’Oro.
Concebido
para transportar 24.000 viajeros por hora, en la construcción del ramal se ha
tardado siete años. Su coste se ha elevado a 513 millones de euros. En la
actualidad, da cobertura a las tres nuevas estaciones de
Sant’Agnese/Annibaliano, Viale Libia y Conca D’Oro. El año que viene se inaugurará
una nueva ampliación, de 1,1
kilómetros, ya casi concluida, desde Conca D’Oro a
Ionio, con un coste de 220 millones de euros. Para entonces, CAF habrá
suministrado al metro de Roma quince unidades más.
El metro de
Roma cuenta ya con 53 unidades fabricadas por CAF, formadas por seis coches
(cuatro de ellos motores y dos extremos con cabina). Cuentan con un con un
pasillo continuo, que permite circular a lo largo de todo el tren y están
construidos en aluminio. Cada tren dispone de 210 plazas sentadas y 992 más de
pie. Las unidades dispondrán de megafonía e indicadores de destino, aire
acondicionado, sistemas de auto diagnóstico, detección y extinción de
incendios, anti cabalgamiento, caja negra, vídeo vigilancia, radiotelefonía
analógica, ATP y TWC y sistema de parada de precisión (Daba).
Lucernarios
La
construcción de la línea B1 del metro ha implicado la utilización de complejas
técnicas de ingeniería, con la congelación del terreno para llegar a una
profundidad de hasta 36
metros bajo el río Aniene y evitar problemas en los
edificios históricos. Los dos túneles de circulación independientes, cada uno
de siete metros de diámetro, se han excavado con tuneladoras Herrenknecht.
Las nuevas
estaciones ofrecen aparcamientos e instalaciones comerciales, e incorporan
características arquitectónicas muy llamativas. En la estación de Viale Libia,
por ejemplo, un lucernario permite la entrada de luz natural a gran
profundidad.
Tres líneas
El metro de
Roma, operado por Atac, se compone de tres líneas (A, B y la recientemente
inaugurada B1), con una longitud total de 41,8 kilómetros,
además de otras dos líneas suburbanas y de una línea de metro ligero.
El primer
metro de Roma se proyectó e inició en los años treinta, durante el gobierno de
Mussolini, con el objetivo de ofrecer una conexión rápida de la estación de
Termini, en el centro de la ciudad, con el nuevo distrito denominado E42, donde
debía haberse celebrado la Exposición Universal en 1942. Sin embargo, este
acontecimiento no tuvo lugar finalmente debido a la entrada de Italia en la
segunda guerra mundial, en 1940.En el momento de la interrupción de los
trabajos, ya se habían realizado algunos túneles (en el tramo de Termini a
Piramide), que se utilizaron como refugio antiaéreo. Las tareas de construcción
se reanudaron en 1948, y la primera línea se inauguró el 10 de febrero de 1955.
Retrasos
Durante mucho
tiempo se trató de construir en Roma una red metropolitana según los modelos de
Londres y París, pero debido a numerosos motivos (burocracia, discusiones sobre
los trazados, continuas revisiones de planes reguladores...) su desarrollo se
demoró notablemente.
En 1959, se
aprobó la construcción de una segunda línea de metro, desde la zona de Osteria
del Curato, más conocida como Anagnina, hasta el barrio de Prati, cruzando el
centro de Roma y con correspondencia con la línea preexistente en la estación
de Termini. Las obras se iniciaron en 1964 en la zona de la Tuscolana, y se
complicaron por una serie de imprevistos. Las tareas se interrumpieron y se
reanudaron cinco años más tarde mediante el uso de una tuneladora, y no con
excavación a cielo abierto, como estaba previsto. Este método, aunque resolvió
parcialmente el problema de tráfico, provocó numerosos daños en edificios
debido a las fuertes vibraciones ocasionadas durante la excavación.
Restos
arqueológicos
Los
descubrimientos arqueológicos fueron muy frecuentes durante las obras,
particularmente en la zona de la
Plaza de la
República, por lo que se hizo necesario proyectar un desvío.
La línea entró en servicio en 1980, de Anagnina a Ottaviano, y tomó el nombre
de línea A, mientras que la línea Termini-Laurentina se denominó línea B.
A comienzo de
los noventa, entró en servicio la prolongación de la línea B, de Termini a
Rebibbia. Simultáneamente, el tramo preexistente de la línea se modernizó
significativamente. Se desdobló la vía desde la estación Eur Fermi a la de
Laurentina y se inauguró la nueva estación de Marconi. Entre 1999 y 2000, entró
en servicio una prolongación de la línea A. de Ottaviano a Battistini.Vía Libre
(Nota enviada por el señor Alberto Ugalde)