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La Justicia bahiense revocó el sobreseimiento de dos directivos de la firma por un gran siniestro en la estación Corti que provocó cuantiosos daños en 4 establecimientos rurales.
Rutas que no reciben el mantenimiento adecuado, interrupciones o baja de tensión en el servicio energético, problemas con la calidad del agua, obras públicas que no guardan las medidas de seguridad necesarias. Todos, en mayor o menor medida, padecemos, protestamos o exigimos por servicios públicos de mejor calidad.
En ese abanico de responsabilidades no solo aparece el Estado sino también las empresas que tienen concesionadas las prestaciones, que no siempre miden los deberes a su cargo.
Y más allá de que se trata de cuestiones contractuales, pueden surgir sanciones penales si no se cumplen las obligaciones asumidas, aún cuando sea de manera no dolosa.
Si bien los reclamos sociales podrían verse como infinitos al lado de cada respuesta adecuada y en término, cada tanto la Justicia da muestra de la dimensión que tiene el rol de los concesionarios y su responsabilidad ante la sociedad.
Ahora es el turno de dos directivos de Ferrosur Roca, que tendrán que responder en juicio por un incendio que causó un estrago en una zona de campos cercana a la estación Corti, sobre la ruta 51.
Fue el 9 de enero de 2018, sobre las 9.30, cuando un tren de cargas de esa empresa, que circulaba en el sentido Bahía Blanca-Coronel Pringles, originó un incendio de pastizales por la falta de mantenimiento de las zonas contiguas a las vías por las que circulaba.
El fuego se propagó y avanzó hacia distintos campos vecinos, generando pérdidas millonarios.
Detalle de los destrozos
El establecimiento rural "El Deslinde", ubicado sobre la ruta 51, titularidad de la firma CIPA S.A., vio afectadas 264 hectáreas, 8.850 mts de alambrado de siete hilos con postes de quebracho, 5 tranqueras, 50% del parque con plantaciones cultivadas (13 has de árboles de 5 a 35 años) y cañerías de riego y goteo de riego de dicho parque.
"Tres Mojones", propiedad de Mario Cesar Mora, perdió casi 2 mil metros de alambrado, 2 tranqueras, 1 tranquerón, 1 llave de paso y caños de una bebida y 160 hectáreas de pastizales con valor forrajero.
A "Los Olivos", a cargo de Alejandra, Paula Eugenia y Pedro Walter Wustschert, les destrozó más de 13 mil metros de alambrados (80% del total), con sus tranquerones, dañó la base de dos molinos y sus respectivos cercos de eucaliptus y tamariscos e imposibilitó que una de las dueñas continuara con la producción ganadera, viéndose obligada a vender el rodeo de unos 200 bovinos.
Por último, el fuego alcanzó las 292 hectáreas en el "El Capricho", de Susana Laura y Horacio Elio Gentili, y afectó 8.160 metros de alambrado, dos tranqueras de madera, 13 colmenas y un monte de eucaliptus de unos 50 años. Como daño irreversible, provocó pérdidas en la materia orgánica del suelo y provocó la voladura de la capa arable.
Claudio Daniel Vergalito, líder de Infraestructura, y Federico Guillermo Held -su superior-, gerente de Operaciones, fueron acusados de violar el deber de cuidado correspondiente y actuar de manera negligente o sin observar los reglamentos.
Pruebas para avanzar
El juez de Garantías Nº 2, Guillermo Mércuri, había dictado el sobreseimiento de Vergalito y Held pero el fiscal Rodolfo De Lucia apeló la medida y la Cámara Penal revocó la decisión y ambos tendrán que ir a juicio.
La Sala I, con los votos de los jueces Gustavo Barbieri y Pablo Soumoulou, entendieron que ambos incumplieron los deberes de cuidado del corredor ferroviario de la línea Roca, que incluye mantenimiento de rodados, infraestructura y equipos, además de desmalezamiento, corte de pasto y riego con herbicida.
Según la información de la empresa. Held tenía a su cargo la supervisión de áreas operativas como transporte y recursos operativos e infraestructura, entre otras y que Vergalito comandaba el sector operativo de infraestructura (gerenciado por Held), encargado del mantenimiento de vías y obras.
Para la fiscalía, en primera instancia se omitió valorar elementos que ponen en evidencia la obligación de los acusados para extremar las medidas, como la época del año, la temperatura y el viento en esa zona.
"La conducta imprudente por la que se los acusa no consistió en no haber inspeccionado personalmente el estado de las vías, sino en la falta de adopción de medidas tendientes a hacer cumplir el mantenimiento de las vías (impuesto legal y contractualmente)", agregó De Lucia.
La Cámara Penal coincidió con el acusador.
"Se cuenta con elementos de convicción suficientes para acreditar la materialidad ilícita y la participación de los procesados, con el grado de probabilidad necesario para elevar la presente causa a juicio", dijo.
Las pericias determinaron que "las emisiones incandescentes" producidas por el paso del tren (chispas por partículas metálicas) fueron productoras de un foco ígneo en las malezas secas que se ubicaban en las adyacencias de la vía de circulación.
Las chispas por partículas metálicas se desprendieron de la circulación ferroviaria.
A su vez, algunos testigos que arribaron cuando comenzaba el incendio confirmaron que el mismo se inició al lado de las vías y que había en el lugar un tren de unos 500 metros.
Un baqueano dijo que los pastizales del terraplén estaban "altísimos" y que no había cortafuego del lado de la vía y otro relató que hacía años que la empresa no realiza mantenimiento.
"Contrariamente a lo sostenido por el juez grado, considero que la omisión del cumplimiento de esos deberes de mantenimiento y desmalezado resulta atribuible, en forma personal, a los procesados", expresó el camarista Barbieri, con la adhesión de su colega Soumoulou.
"Las tareas de mantenimiento que se ha omitido realizar resultaban propias del ámbito de sus competencias y responsabilidades funcionales", agrego.
Lleva más de 30 años
Historia. En marzo de 1993 Ferrosur Roca comenzó a operar la concesión del transporte de cargas, con 3.110 kilómetros de vías del ex Ferrocarril Roca.
Territorio. La red operada atraviesa las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires, uniendo los distintos polos productivos, desde Zapala hasta el conurbano.
Diversidad. Transporta distintos productos, como la producción minera en Zapala, la cerealera en Tandil y la fruta estacional del Alto Valle como carga refrigerada (tren con generador de energía), lo cual mantiene la cadena de frío.
En Bahía. En nuestra zona se encarga de soda cáustica, policloruro de vinilo (PVC), derivados hacia puertos y centros industriales del Gran Buenos Aires.Fuente:LaNueva.com