El episodio -el milagro- ocurrió en la intersección de las vías con la ruta nacional 130, a escasa distancia de la estación Villaguay Este.
Allí, la formación encabezada por la locomotora GM 7915, modelo G22, guiada por Mario Terleki, oriundo de Basavilbaso igual que su ayudante, Daniel Mora; embistió a una Ford Transit que distribuía medicamentos, conducida por el paranaense Maximiliano David Mansilla, de 28 años, con domicilio en Paraná.
El tren arrastró por más de cien metros al vehículo, pero con tal suerte que no lo volcó, sino que lo llevó con sus cuatro ruedas sobre el piso, hasta poco antes de la estación Villaguay Este, donde pudo detener su marcha.
“Nací de nuevo, sin dudas”, reconoció el chofer de la Transit, en diálogo con EL PUEBLO, tras el accidente. Mansilla, que sólo se quejaba de un dolor en la cintura, admitió que su primera reacción fue arrojarse por la ventanilla de su combi. Pero no pudo completar esa intención porque llevaba el cinturón puesto y a raíz de los nervios no pudo desembarazarse de él.
El muchacho admitió que sintió la bocina del tren, pero dijo que lo confundió una formación de cargas que se estaciona cotidianamente a las 9 del lado sur de la ruta, para “dar vuelta” allí y regresar a Basavilbaso.
“Pensé que el que había tocado la bocina era ese tren. Pero no: el que marchaba era el de cargas, que venía del norte y yo no lo había visto”, señaló.
En la intersección de las vías y la ruta sólo existe cartelería que avisa a los automovilistas sobre la existencia del cruce ferroviario. Pero no hay ni barrera ni otro tipo de elementos que adviertan sobre la proximidad del tren. Para colmo, cuando la formación proviene del norte, un denso monte impide visualizarla.
El tren provenía de Paso de los Libres, en la provincia de Corrientes, y se dirigía a Zárate transportando cargas generales.(Fuente y fotos: Noticias Villaguay)