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Se inicia en Pichanal y termina en Salvador Mazza, en la frontera con Bolivia, donde el ferrocarril sigue funcionando.
El 23 de octubre de 1947, el entonces presidente de Argentina, Juan Domingo Perón, acompañado por su esposa EVA DUARTE, junto al mandatario boliviano Enrique Hertzog Garaizabal, en un gesto de integración definitiva de las dos naciones vecinas dejaban simultáneamente en Tartagal y en la localidad boliviana de Yacuiba inaugurando el tramo norte del Ferrocarril Belgrano y el sur de la vecina nación.
La imagen de aquel encuentro de hace 75 años es la que las autoridades actuales de ambas naciones pretenden reeditar. Ese fue el motivo por el cual ya se cursaron las invitaciones para que Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández, el presidente de Bolivia Luis Arce Catacora y el expresidente Evo Morales se reúnan en la ciudad de Yacuiba en esa misma fecha. Las autoridades del sur de Bolivia y los representantes de Argentina pretenden mostrar todo el interés ante los mandatarios para que definitivamente se gestionen los recursos que se necesitan para la reactivación del ramal C-15 del Ferrocarril Argentino, que se inicia en la localidad de Pichanal y termina en Salvador Mazza, en la misma frontera con Bolivia, cuyo ferrocarril sigue funcionando como hace 75 años.
Quienes están al frente de la iniciativa son el varias veces reelecto alcalde del Yacuiba Carlos Bru y el senador nacional por Salta Sergio Leavy, y el pedido responde a una necesidad estratégica de contar con un medio de transporte que posibilite el traslado de granos y otros productos desde Bolivia hacia el norte argentino y viceversa, pero también facilitar la integración con Brasil (el ferrocarril boliviano se extiende hacia esa nación), algo así como volver a plantear los mismos objetivos de hace 75 años. Esa integración en materia de transporte ferroviario literalmente se rompió en 1992, al menos de parte de nuestro país, cuando el menemismo decidió privatizar las empresas del Estado y desmantelar el ferrocarril en el norte.
Todo comenzó a tomar impulso cuando en Bolivia se reunieron las máximas autoridades de los ferrocarriles de ese país y de Brasil para que el ramal C-15 se reactive. Se requiere una gran inversión y se espera que la República Popular China aporte 50 millones de dólares para esta obra.
Responsables del ferrocarril boliviano explicaron que si la iniciativa no se concreta con capitales chinos podría hacerse con fondos que aportaría Brasil, ya que tiene interés en transportar granos que llegarían hasta Pichanal y desde ahí engancharían el ramal que llega hasta el puerto de Barranqueras. La otra opción es llegar hasta el nodo en General Güemes para salir hacia el Pacífico.ElTribuno.com
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