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"Siempre estuvimos vinculados a los trenes, tanto por parte de mi padre como de mi madre, que eran ferroviarios. Tuve abuelos maquinistas y tíos guardas. Toda mi familia era ferroviaria", relató Carlos Dinamarca, una de las voces de esa tercera generación, en su caso con 33 años de historia laboral, y para quien la mejor época del ferrocarril se juega por "muchos sentimientos y por el de mejorar el trabajo".
Este extrabajador ferroviario, de 68 años, ingresó como aspirante de conductor de locomotoras en 1976 y se jubiló en 2009 en los galpones de Ingeniero White, próximo a Bahía Blanca.
"Entré en la carrera de conducción en 1976 como aspirante ya que en aquellos años uno ingresaba al depósito de locomotoras de Ingeniero White como peón", comentó a Télam durante una visita al museo taller de Ferrowhite.
Dinamarca dijo que, tras cursos y estudios para poder llegar a conocer la locomotora, "rendí examen, me recibí de conductor y comencé en forma ininterrumpida hasta el 2009 que me jubilé".
"Siempre estuvimos vinculados con los trenes, tanto por mi padre y de mi madre que eran ferroviarios, abuelos maquinistas, tíos guardas, toda la familia era ferroviaria", indicó.
También recordó que en su inicios "quedaban en varias partes del país locomotoras a vapor pero estaban siendo raleadas de servicio porque había ingresado la diesel con un sinfín de beneficios".
"Yo trabajé a vapor también como como ayudante o foguista como se le decía antes", recordó Dinamarca, al indicar que en la dotación de Ingeniero White "quedaban 25 locomotoras a vapor, a las cuáles en mi turno le tenía que dar agua y petróleo".
"Ferrowhite significa el puerto de llegada y de demostración de lo que fue el ferrocarril", expresó Dinamarca. E indicó: "Hay tres generaciones de chicos que no saben lo que es andar en tren".
"Fue una parte muy importante de la vida del transporte de nuestro país, se ha degradado mucho lamentablemente a través de los años y es bueno contarles que fue, que es y que será en el futuro del ferrocarril", sostuvo.
El hombre, quien además es el autor del libro "Recuerdos de mi vida ferroviaria" sostuvo que "cuento historias de trabajo ferroviario que a mí me pasaron".
Por su parte, Néstor Ibarra, quien trabaja desde 1982 en el ferrocarril, sostuvo que en Ferrowhite "hice funcionar los aparatos de bloqueo de las estaciones que con algunas adaptaciones logramos que aquí se comunicarán entre sí".
El hombre, de 61 años, comenzó a trabajar como peón, ayudante de conductor y luego como conductor en la ex Ferrocarriles Argentinos hasta 1991 y luego en la empresa FerroExpreso Pampeano.
"El tren es mi historia de vida, mi papá era ferroviario con lo cual en épocas en que el tren de pasajeros funcionaba con más frecuencia en todos lados vivía sobre él para movilizarme", comentó.
Ibarra dijo que "estaba cerquita del trabajo de mi viejo con lo cual era frecuente verlo, después la vida me trajo trabajar a esto, por lo que mi historia de vida es en torno a los talleres ferroviarios".
Ibarra se recibió como Ingeniero por lo que en la actualidad lleva a cabo capacitaciones para trabajadores ferroviarios.
"Me jubilé a los 55 como conductor y a partir de ahí seguí en mis actividades como capacitador en el ámbito ferroviario", comentó al indicar que en la actualidad brinda una materia vinculada a los ferrocarriles en la carrera de Ingeniería Mecánica en la Universidad Tecnológica, Facultad Regional Bahía Blanca. (Télam)
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