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El tren realizó sólo dos envíos. Las empresas que enviaron mercadería, a pedido de Gobierno, no volvieron a utilizarlo por las demoras y mala gestión.
11 de mayo de 2014, salió desde el Parque Servicios Industriales Palmira (Pasip) el tren con destino a Buenos Aires con un vagón completo de 24 pallets con la producción de vinos de seis bodegas locales.
Casi un año después, el 7 de mayo de 2015, nuevamente el tren partía desde ese mismo lugar con destino directo al Mercado Central de Buenos Aires.
Esta vez eran cuatro vagones completos cargados con legumbres, tomate triturado, salsa de tomate, duraznos al natural y tomates en conserva.
Después de estos dos eventos, nada más se sabe del convenio que firmó el Gobierno de Mendoza, en ese momento comandado por Francisco Pérez, con la empresa Belgrano Cargas y que buscaba lograr una reducción del 70% en los costos de logística para los productores de la provincia.
Incluso, desde el Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía, nada saben de ese convenio.
Desde la cartera que comanda Enrique Vaquié manifestaron que “el convenio que se firmó en su momento no aparece por ningún lado, y no se puede hablar sobre la base de algo que ni siquiera sabemos si actualmente está vigente, o cuáles eran las condiciones”.
Carlos Funes, subgerente de Relaciones Institucionales y Comunicación de Belgrano Cargas, explicó a Los Andes que "en primer lugar el acuerdo no estipula tarifas sino que habla de la sesión de un predio en el Pasip para depositar la mercadería y ahí subirla al tren. En segundo lugar, según nuestros registros, se hizo el envío de 2014 y después nada más".
Funes agregó que "el acuerdo original, de abril de 2014, era sólo para el sector vitícola y establecía que la Dirección de Vitivinicultura debía armar una unidad ejecutora, la que definía cuáles eran los establecimientos beneficiados y, como condición, tenían que elaborar menos de 10 millones de litros de vino. Se fijó en ese momento una tarifa base, y cada 60 días se informaban los cambios de las mismas, siempre en base a un pedido de la unidad ejecutora, que debía presentar mensualmente la demanda de los establecimientos”.
Agregó que “la unidad ejecutora hizo una sola carga al principio y después de eso no se generaron nuevos pedidos. El convenio no estipula fecha de vencimiento”.
Igualmente como el representante era la Dirección de Vitivinicultura y este organismo ya no existe en el organigrama del Ministerio de Economía, Funes aclaró que “debe considerarse caído el convenio”.
El vocero de la empresa manifestó que ellos siguen haciendo la traza que conecta Mendoza con Buenos Aires, pero sólo para carbón y fundente para acero. Pero nada de productos vinculados a la agroindustria de la provincia.
Empresas que en su momento mandaron su producción a través de este servicio contaron que la experiencia fue mala por varios motivos, principalmente vinculados al mal estado de la traza ferroviaria. En cuanto a las que participaron del segundo envío de 2015, dos de estas compañías manifestaron que no tuvieron mayores inconvenientes, pero que no volvieron a utilizar el servicio.
Malas experiencias
Desde Bodegas de Argentina, Juan Carlos Pina explicó que “no fue buena la experiencia, porque las vías no estaba en condiciones, el movimiento de los vagones que genera roce entre los productos hacía que no llegaran en óptimas condiciones, es decir, con etiquetas maltrechas y botellas rotas”.
Pero éste no fue el único problema que tuvo el servicio. Desde esa organización manifestaron que “tuvimos dos problemas más: una vinculado con la seguridad de la carga y el segundo con la velocidad. Al estar en tan malas condiciones las vías, el tren viaja realmente muy lento. Hoy lamentablemente esto está lejos de ser una solución de logística. Tenemos varios asociados que intentaron utilizarlo, pero hoy no tenemos registro de que alguien esté mandando mercadería por tren”.
El 7 de mayo salió el tren desde Mendoza con destino al Mercado Central de Buenos Aires, con cuatro vagones completos cargados con legumbres de la empresa local Isidro Peña, tomate triturado en tetra de la empresa Solvencia, salsa de tomate de la asociación Unidos sin Tierra, duraznos al natural de Aprosur y tomates en conserva de la cooperativa Revivir.
La experiencia de dos de estas empresas no fue de las mejores, pero sin dudas se vieron empañadas por incumplimiento de pagos, no de la empresa transportista sino de los destinos a los que fueron a parar su producción.
“En ese momento lo mandamos por tren porque el gobierno nos pidió que así lo hiciéramos. Era mucho más barata la logística, sin dudas. Pero en mi caso particular mandé $ 80.000 en Harina de Maíz y el Mercado Central de Buenos Aires todavía no me paga”, comentó el titular de la firma Isidro Peña.
En lo referido al servicio de traslado por tren, Peña sostuvo que “estuvo bien. La verdad es que es mucho más conveniente. A nosotros nos salía el 10% de lo que valen otros servicios a Buenos Aires. Pero la realidad es que si no hay más flete por ferrocarril es porque el gremio de camioneros se opone. No lo hacen funcionar a propósito”.
Peña manifestó que luego de esa experiencia de 2015, nunca más volvió a utilizar el servicio para mandar sus productos a Buenos Aires, sobre todo por la deuda que asegura mantiene el Mercado Central con su empresa.
Otro de los que dialogó con Los Andes, fue Andrés Bianchetti dueño de la empresa Solvencia, quien el año pasado envió tomate triturado en tetra.
“Fue una desgracia venderle al gobierno. No comercializo más con ninguna gestión. Mandamos para Precios Cuidados y por Belgrano Cargas y fue una tortura poder cobrar”, sostuvo Bianchetti.
Explicó que, al igual que Peña, mandó su carga en 2015 por expreso pedido del gobierno, pero que luego nunca más ocuparon el servicio. “Ni nos llamaron para volver a ocuparlo ni nos interesaba usarlo porque requiere una logística distinta que termina siendo cara”, sostuvo.
Martín Hinojosa, quien se desempeñó como subsecretario de Industria durante la gestión Pérez manifestó que “hacía más de 30 años que el tren no se ocupaba para esta función y no hay que negar que las vías están en mal estado, lo que hizo más lento el servicio. El tema es tratar de hacer. Hubo una intención porque es necesaria una vía alternativa de logística que conecte Mendoza con Buenos Aires, que permita reducir los costos actuales. Es una buena posibilidad para desarrollar, pero que requiere de una decisión de inversión importante”.
Un plan que no benefició a nadie
Si bien el vocero de Belgrano Cargas explicó que el acuerdo firmado en 2014 no estipulaba precios, en su momento se comunicó que ese convenio firmado entre el Estado provincial y la empresa ferroviaria permitía a pequeños productores de Mendoza reducir los costos de logística para llegar a Buenos Aires.
En ese momento se informó que pasaban de pagar $ 11.000 a $ 5.000, lo que representaba una reducción aproximada del 60%, sin contar el envío por tierra hasta el Pasip, ubicado en San Martín.
Lo que se buscaba con este programa era mejorar la competitividad en los productores, mediante una disminución en el costo de traslado para el tramo Mendoza-Buenos Aires, utilizando los servicios del ferrocarril Belgrano Cargas.
Para acceder a este beneficio el productor debía inscribirse en la Dirección de Vitivinicultura (hoy sin ese nombre pero cuyas tareas quedaron a cargo de Alfredo Aciar) y el pedido se sometía a aprobación ante los miembros del comité ejecutivo del organismo oficial.
Los productores que completaban una carga completa de 24 pallets, accedían directamente al precio pactado por anillo geográfico. Los que no llegaban a completar una carga completa debían acceder a un precio de escala por pallet.
Al principio los beneficiarios eran bodegas inscriptas en el INV, radicadas en Mendoza y establecimientos elaboradores de vino casero y/o artesanal inscriptos también ante ese organismo oficial, de capitales nacionales y no poseer deuda con el Estado provincial.
Para el envío de 2015, desde la administración Pérez indicaban que la carga de conservas, agua mineral, legumbres y especias enviadas, se realizaba a través de la Red Comprar y el destino era el mercado bonaerense.
También señalaban que la carga era trasladada con una reducción en los costos del 72%, comparando con el transporte de cargas en camiones.
Actualmente desde el Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía, aseguraron que el convenio firmado en su momento no aparece por ningún lado, y que ni siquiera saben si está vigente ni si los costos que se manejan son los mismos que se establecieron en 2014, o si se iban indexando. DiarioLosÁndes.com
El tren realizó sólo dos envíos. Las empresas que enviaron mercadería, a pedido de Gobierno, no volvieron a utilizarlo por las demoras y mala gestión.
11 de mayo de 2014, salió desde el Parque Servicios Industriales Palmira (Pasip) el tren con destino a Buenos Aires con un vagón completo de 24 pallets con la producción de vinos de seis bodegas locales.
Casi un año después, el 7 de mayo de 2015, nuevamente el tren partía desde ese mismo lugar con destino directo al Mercado Central de Buenos Aires.
Esta vez eran cuatro vagones completos cargados con legumbres, tomate triturado, salsa de tomate, duraznos al natural y tomates en conserva.
Después de estos dos eventos, nada más se sabe del convenio que firmó el Gobierno de Mendoza, en ese momento comandado por Francisco Pérez, con la empresa Belgrano Cargas y que buscaba lograr una reducción del 70% en los costos de logística para los productores de la provincia.
Incluso, desde el Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía, nada saben de ese convenio.
Desde la cartera que comanda Enrique Vaquié manifestaron que “el convenio que se firmó en su momento no aparece por ningún lado, y no se puede hablar sobre la base de algo que ni siquiera sabemos si actualmente está vigente, o cuáles eran las condiciones”.
Carlos Funes, subgerente de Relaciones Institucionales y Comunicación de Belgrano Cargas, explicó a Los Andes que "en primer lugar el acuerdo no estipula tarifas sino que habla de la sesión de un predio en el Pasip para depositar la mercadería y ahí subirla al tren. En segundo lugar, según nuestros registros, se hizo el envío de 2014 y después nada más".
Funes agregó que "el acuerdo original, de abril de 2014, era sólo para el sector vitícola y establecía que la Dirección de Vitivinicultura debía armar una unidad ejecutora, la que definía cuáles eran los establecimientos beneficiados y, como condición, tenían que elaborar menos de 10 millones de litros de vino. Se fijó en ese momento una tarifa base, y cada 60 días se informaban los cambios de las mismas, siempre en base a un pedido de la unidad ejecutora, que debía presentar mensualmente la demanda de los establecimientos”.
Agregó que “la unidad ejecutora hizo una sola carga al principio y después de eso no se generaron nuevos pedidos. El convenio no estipula fecha de vencimiento”.
Igualmente como el representante era la Dirección de Vitivinicultura y este organismo ya no existe en el organigrama del Ministerio de Economía, Funes aclaró que “debe considerarse caído el convenio”.
El vocero de la empresa manifestó que ellos siguen haciendo la traza que conecta Mendoza con Buenos Aires, pero sólo para carbón y fundente para acero. Pero nada de productos vinculados a la agroindustria de la provincia.
Empresas que en su momento mandaron su producción a través de este servicio contaron que la experiencia fue mala por varios motivos, principalmente vinculados al mal estado de la traza ferroviaria. En cuanto a las que participaron del segundo envío de 2015, dos de estas compañías manifestaron que no tuvieron mayores inconvenientes, pero que no volvieron a utilizar el servicio.
Malas experiencias
Desde Bodegas de Argentina, Juan Carlos Pina explicó que “no fue buena la experiencia, porque las vías no estaba en condiciones, el movimiento de los vagones que genera roce entre los productos hacía que no llegaran en óptimas condiciones, es decir, con etiquetas maltrechas y botellas rotas”.
Pero éste no fue el único problema que tuvo el servicio. Desde esa organización manifestaron que “tuvimos dos problemas más: una vinculado con la seguridad de la carga y el segundo con la velocidad. Al estar en tan malas condiciones las vías, el tren viaja realmente muy lento. Hoy lamentablemente esto está lejos de ser una solución de logística. Tenemos varios asociados que intentaron utilizarlo, pero hoy no tenemos registro de que alguien esté mandando mercadería por tren”.
El 7 de mayo salió el tren desde Mendoza con destino al Mercado Central de Buenos Aires, con cuatro vagones completos cargados con legumbres de la empresa local Isidro Peña, tomate triturado en tetra de la empresa Solvencia, salsa de tomate de la asociación Unidos sin Tierra, duraznos al natural de Aprosur y tomates en conserva de la cooperativa Revivir.
La experiencia de dos de estas empresas no fue de las mejores, pero sin dudas se vieron empañadas por incumplimiento de pagos, no de la empresa transportista sino de los destinos a los que fueron a parar su producción.
“En ese momento lo mandamos por tren porque el gobierno nos pidió que así lo hiciéramos. Era mucho más barata la logística, sin dudas. Pero en mi caso particular mandé $ 80.000 en Harina de Maíz y el Mercado Central de Buenos Aires todavía no me paga”, comentó el titular de la firma Isidro Peña.
En lo referido al servicio de traslado por tren, Peña sostuvo que “estuvo bien. La verdad es que es mucho más conveniente. A nosotros nos salía el 10% de lo que valen otros servicios a Buenos Aires. Pero la realidad es que si no hay más flete por ferrocarril es porque el gremio de camioneros se opone. No lo hacen funcionar a propósito”.
Peña manifestó que luego de esa experiencia de 2015, nunca más volvió a utilizar el servicio para mandar sus productos a Buenos Aires, sobre todo por la deuda que asegura mantiene el Mercado Central con su empresa.
Otro de los que dialogó con Los Andes, fue Andrés Bianchetti dueño de la empresa Solvencia, quien el año pasado envió tomate triturado en tetra.
“Fue una desgracia venderle al gobierno. No comercializo más con ninguna gestión. Mandamos para Precios Cuidados y por Belgrano Cargas y fue una tortura poder cobrar”, sostuvo Bianchetti.
Explicó que, al igual que Peña, mandó su carga en 2015 por expreso pedido del gobierno, pero que luego nunca más ocuparon el servicio. “Ni nos llamaron para volver a ocuparlo ni nos interesaba usarlo porque requiere una logística distinta que termina siendo cara”, sostuvo.
Martín Hinojosa, quien se desempeñó como subsecretario de Industria durante la gestión Pérez manifestó que “hacía más de 30 años que el tren no se ocupaba para esta función y no hay que negar que las vías están en mal estado, lo que hizo más lento el servicio. El tema es tratar de hacer. Hubo una intención porque es necesaria una vía alternativa de logística que conecte Mendoza con Buenos Aires, que permita reducir los costos actuales. Es una buena posibilidad para desarrollar, pero que requiere de una decisión de inversión importante”.
Un plan que no benefició a nadie
Si bien el vocero de Belgrano Cargas explicó que el acuerdo firmado en 2014 no estipulaba precios, en su momento se comunicó que ese convenio firmado entre el Estado provincial y la empresa ferroviaria permitía a pequeños productores de Mendoza reducir los costos de logística para llegar a Buenos Aires.
En ese momento se informó que pasaban de pagar $ 11.000 a $ 5.000, lo que representaba una reducción aproximada del 60%, sin contar el envío por tierra hasta el Pasip, ubicado en San Martín.
Lo que se buscaba con este programa era mejorar la competitividad en los productores, mediante una disminución en el costo de traslado para el tramo Mendoza-Buenos Aires, utilizando los servicios del ferrocarril Belgrano Cargas.
Para acceder a este beneficio el productor debía inscribirse en la Dirección de Vitivinicultura (hoy sin ese nombre pero cuyas tareas quedaron a cargo de Alfredo Aciar) y el pedido se sometía a aprobación ante los miembros del comité ejecutivo del organismo oficial.
Los productores que completaban una carga completa de 24 pallets, accedían directamente al precio pactado por anillo geográfico. Los que no llegaban a completar una carga completa debían acceder a un precio de escala por pallet.
Al principio los beneficiarios eran bodegas inscriptas en el INV, radicadas en Mendoza y establecimientos elaboradores de vino casero y/o artesanal inscriptos también ante ese organismo oficial, de capitales nacionales y no poseer deuda con el Estado provincial.
Para el envío de 2015, desde la administración Pérez indicaban que la carga de conservas, agua mineral, legumbres y especias enviadas, se realizaba a través de la Red Comprar y el destino era el mercado bonaerense.
También señalaban que la carga era trasladada con una reducción en los costos del 72%, comparando con el transporte de cargas en camiones.
Actualmente desde el Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía, aseguraron que el convenio firmado en su momento no aparece por ningún lado, y que ni siquiera saben si está vigente ni si los costos que se manejan son los mismos que se establecieron en 2014, o si se iban indexando. DiarioLosÁndes.com
Me da mucha tristeza y bronca leer ésta nota. ¿ Qué quieren decir con la misma ?. ¿ Qué Florencio Randazzo nos mintió ?. Me siento engañado. Estaba convencido que el Servicio al Mercado Central se estaba efectuando semanalmente desde Mendoza. ¿ Es verdad entonces que no llega el tren al Mercado Central ?. ¿ Qué buscó entonces Randazzo con esto ?. ¿ Fue todo para fines electoralistas y engañarnos a los que los votamos, Sr. Randazzo ?. Si es así, me siento defraudado y engañado, Sr. Randazzo. Martín.
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