Gremiales
Redacción
Crónica Ferroviaria:
La
Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro informa que en
los últimos días de este mes se publicó el comunicado oficial de la empresa
SBASE que confirmó la compra de 6 nuevas formaciones que funcionarán en la
Línea "H". Los trenes que serán 13 en total, los primeros 0km.
comprados por la gestión del PRO desde que asumió al frente de los subterráneos
porteños. Los mismos cuentan con la tecnología CBTC (Control de Trenes Basado
en Comunicaciones), una de cuyas características es que funcionan de forma
automática.
Sin
embargo, continúa expresando la AGTSyP, lo que desató un sordo conflicto
latente bajo tierra es que las formaciones, que están en etapa final de prueba,
están siendo modificadas para eliminar el puesto de guarda. Esa decisión
empresarial pone en riesgo 40 puestos de trabajo en la Línea "H" y unos 400 en la totalidad del Subte.
También
expresa que: "Desde la empresa aclaran que en principio no despedirán a
ningún trabajador, sino que les propondrán que avancen en la cerrara laboral y
puedan acceder al puesto de conductor. Sin embargo desde el gremio alertan que
no todos están en condiciones psicofísicas de hacerlo y que, además, implica
una merma en la seguridad de los pasajeros".
Los
Metrodelegados citan un fallo de la justicia norteamericana sobre coches con la
misma tecnología que se utilizará en la Línea "H", que señala que un
conductor no está en condiciones de garantizar, además del manejo, la seguridad
de los pasajeros. Por lo que eliminación del puesto de guarda implicaría un
viaje con mayor inseguridad en los subterráneos.
"Además
los gremialistas entienden que este es el primer paso en la eliminación del
puesto, que podría continuar con la totalidad de las líneas, por lo que se
pondrían en juego unos 400 empleos. Algo que superaría la capacidad de
reubicarlos de Metrovías porque estamos hablando de más del 10% de una planta
de 3700 trabajadores".
Por
ahora el gremio comenzó a hacer asambleas en las distintas líneas y pide que se
dé marcha atrás con la decisión, mientras se consensúa cuáles serán los pasos a
seguir. Para los Metrodelegados la nueva modalidad de trabajo implicaría una
reducción de costos de Metrovías y sería un boleto hacia condiciones de viaje
más inseguras para empleados y usuarios.
Lo
que queda claro es que de no mediar un cambio de rumbo en los planes de la
empresa, es cuestión de tiempo para que se desate un duro conflicto bajo tierra
que volverá a testear la capacidad de fuego de Metrodelegados.
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