Actualidad
Redacción
Crónica Ferroviaria
Se
encuentra en la Comisión de Transporte de la Honorable Cámara de Diputados un
proyecto de Resolución solicitando un pedido de informes al P.E.N. sobre el
descarrilamiento sufrido por una formación ferroviaria de cargas de la empresa
Trenes Argentinos Cargas y Logística ocurrido el 1ro. de Julio de 2015 en
cercanías de Rosario.
Dicho
trámite recayó en el Expte. 3742-D-2015 del 02 de Julio del corriente año,
siendo el firmante de dicho proyecto de Resolución el Diputado Nacional Alberto
Emilio Asseff (UNIR - Buenos Aires).
Fundamentos
Recientemente
se ha denunciado la rotura de durmientes en el ramal Plaza Constitución - Mar
del Plaza, los cuales habían sido colocados en fechas cercanas. Ahora un
descarrilamiento afecta a una formación de carga con el saldo de 17 vagones
siniestrados y su carga desparramada.
Las
imágenes del siniestro hablan por si solas, vagones, rieles y durmientes
destruidos.. Fuentes de la empresa citadas por los medios declaran que las vías
han sido reparadas recientemente y que lo que hay que examinar son los vagones,
mientras la crónica detalla durmientes podridos y desmenuzados. Al parecer una
contradicción.
Es
necesario conocer las causas de este siniestro, porque si es cierto que las
vías fueron reparadas hace poco como dicen las fuentes citadas y a la vez
tenían durmientes en mal estado se vuelve imprescindible conocer la magnitud y
características de la obra que se dice que se realizó. Es necesario saber si
los durmientes supuestamente podridos formaban parte de la vía o estaban a un
costado. ¿Si los durmientes estaban en mal estado, cuál era el estado de los
rieles? ¿Qué es lo que la empresa dice que reparo?
El
mal estado de las vías no es ajeno a la realidad de los ramales de carga y
basta recordar que en Quequén en la entrada al puerto se han producido en épocas
recientes varios descarrilamientos. En tanto, si lo que hay que examinar son
los vagones deberíamos conocer cuáles son las verificaciones técnicas que se le
realiza al material rodante dado el potencial para causar daño que poseen en
cualquier accidente que protagonicen.
Este
tipo de siniestros conllevan no sólo evidentes perjuicios económicos y
potenciales hipótesis de accidentes futuros, sino que desnudan la precariedad
del sistema ferroviario en general.
Lejos
estamos de las épocas en las que los ferrocarriles argentinos despertaban la
admiración del mundo, como cuando el geopolítico brasileño General Mario
Travassos decía: "...cuanto está realizado, honra sobremanera a la Nación
Argentina, por la grandeza y el alcance de la obra efectuada...".
Hoy
la realidad es de durmientes nuevos que se quiebran, formaciones de carga
siniestradas en vías supuestamente recién reparadas y entradas a puertos que
provocan descarrilamientos.
Mientras
en el continente se planifica el Corredor Ferroviario Bioceánico Central entre
Brasil y Perú financiado por China a un costo de unos 10.000 millones de
dólares, en nuestro país mantener vías en condiciones parece una tarea de una
complejidad titánica.
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