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Lo
aseguró un especialista de parte de la secretaría de Transporte y señaló que
los compresores funcionaban perfectamente a la hora de recuperar aire para
lograr un frenado eficiente
El
perito de parte de la secretaría de Transporte Alejandro Leonetti aseguró este
lunes , en la cuarta y última audiencia del juicio por el accidente del tren de
Once, que la velocidad en la que el conductor condujo la formación "da
cuenta de que el tren no presentaba problemas en los frenos", al tiempo
que "No hemos encontrado evidencia alguna de que la formación no sea
eficiente en el frenado", sentenció el especialista.
A
lo largo de casi siete horas, Leonetti volvió a dejar en claro que el factor
determinante para que se produjeran las 51 muertes fue la velocidad con la que
el tren ingresó al andén de Once.
"La
velocidad es el elemento que desencadena semejante tragedia", sentenció en
referencia al choque protagonizado por el tren chapa 16 conducido por Marcos
Córdoba, que el 22 de febrero de 2012 chocó en la estación terminal de Once a
26 kilómetros por hora, cuando lo usual era hacerlo a 12.
"No
hubo aplicación de freno ni desaceleración antes del impacto. No hay manifiesto
ningún indicio de aplicación del sistema de freno, no lo hemos
encontrado", agregó el ingeniero.
El
perito explicó que las conclusiones del cuerpo pericial que indican que el
chapa 16 estuvo con su sistema de freno operativo, se explican por las altas
velocidades a las que se condujo la formación en las estaciones previas a la
estación de Once. Los incumplimientos en las velocidades máximas permitidas y
que el tren haya frenado en todas las estaciones previas da cuenta de que hasta
Once los frenos funcionaban correctamente.
Sobre
los últimos metros, el testigo consignó que en el registro GPS de la curva de
marcha del chapa 16 "se puede advertir que el tren siniestrado evidenció
que iba a la deriva en los últimos 1200 metros del recorrido
Moreno-Once". DiarioPopular.com
-El paragolpes de Once también funcionaba perfectamente, los coches del equipo 16 estaban perfectamente nivelados y las reparaciones efectuadas a sus carrocerías aseguraban la resistencia y estabilidad estructural, para la que fueron diseñados.
ResponderEliminarY el mótorman Leonardo Andrada... se suicidó.
como un ingeniero puede hablar tantas pelotudeces, yo puedo manejar una Ferrari pero sino tiene velocímetro nunca sabre la velocidad, ningún Toshiba ni locomotora del sarmiento contaba con velocímetro.
ResponderEliminary lógica pura si tengo ocho coches y no todos los compresores me funcionan obviamente los restantes trabajan forzados para suplir los faltantes cargar cañerías tubo 1 y depósitos, etc
Ese muchacho debería devolver su titulo de ingeniero
En fin....saludos