Exterior
La
velocidad con la que marcha el tren del pacífico es la misma con la que han avanzado muchos proyectos de infraestructura en el país. Es
decir, lentamente.
Por
lo menos la historia de la red férrea en esta región de Colombia así lo indica. En 1998 el Gobierno entregó en concesión la rehabilitación y el mantenimiento de 498
kilómetros de la vía, entre Buenaventura y La Tebaida, en el Quindío.
Hoy,
17 años después, el tren rueda entre el
Puerto y el municipio de Yumbo,
pero moviendo solo 23.000 toneladas de carga mensual y con la
meta de transportar, en el corto plazo, un millón de toneladas al año. Este fue
el mismo sueño que se tuvo en 1998 y que aún no se ha logrado, pues la red
férrea del Pacífico ha tenido tres
concesionarios, el primero se quebró, el segundo no pudo cumplir los
objetivos y ahora las esperanzas están puestas en el tercero: la empresa
Ferrocarril del Pacífico (FDP), cuyo principal socio es la multinacional Impala.
El
tren se encarrila
Esta
semana el Gobierno Nacional presentó con ‘bombos y platillos’ las nuevas
locomotoras que compró este concesionario, inversión de US$10 millones, que
además de aumentar la capacidad de carga
trajo optimismo para la región.
Para María
Claudia Álvarez, directora de la Cámara Colombiana de la Infraestructura
(CCI), seccional Suroccidente, todo parece indicar que el tren se encarrila y
vuelve a ser una alternativa para el empresariado nacional y local.
Las
razones para este optimismo las resume en
tres puntos: desde octubre del 2013 la concesión pasó a manos de una
multinacional que tiene experiencia en la operación férrea en muchos países en
el mundo; la segunda razón tiene que ver con las inversiones que está organización ha venido haciendo y la
tercera es la credibilidad que genera Pilar Rodríguez, actual gerente del Ferrocarrill del Pacífico (FPD).
“Es
evidente la voluntad de sacar adelante
el tren, creo que esta alternativa de
transporte es una opción válida para la
conectividad como un complemento
para el transporte de carretera, y el mensaje es que hay que ser
optimista”, afirma Álvarez.
Pilar
Rodríguez, gerente del FDP, también cree que esta vez las condiciones son
diferentes y ratificó que el concesionario - que tiene la operación del tren
por hasta el año 2030- tiene la experiencia, la capacidad financiera y técnica
para sacarlo adelante. “Creo que esto se ha demostrado con hechos, desde que
se asumió el proyecto hace más de un año, se pagaron las deudas por $26.000
millones, se compraron locomotoras, equipos,
se amplió la planta de personal y los resultados se ven”, dice.
En
el 2013, cuando la empresa Ferrocarril
del Pacífico comenzó a operar el tren, movieron
90.000 toneladas de carga, el año pasado llegaron a 180.000 toneladas y la meta para este 2015
son 560.000 toneladas. De cumplir ese
objetivo, sería el mejor año de las últimas dos décadas, pues en su mejor momento
el anterior concesionario de la red férrea (la empresa Ferrocarril del Oeste)
movilizó 259.000 toneladas de carga al año.
Recuperar
la confianza
El
Ferrocarril de Pacífico pasó de tener 6
clientes en el 2013, a un total de 25, en este momento, y el operador asegura
que cada día crece el número de compañías
interesadas en este sistema de transporte, pero algunos empresarios
consideran que hace falta mayor conocimiento y sobretodo confianza en el
desarrollo que ha tenido el tren.
Sobre
este tema Christine Riani, directora del Comité Intergremial y Empresarial del
Valle, dice que es obvio que para los
empresarios el tren puede ser una
opción para mejorar los tiempos de entrega de las mercancías, pero dijo que
una parte del sector productivo no
conocen bien este medio y tiene temores.
Adicionalmente,
asegura que para que el ferrocarril sea
una alternativa se requiere que ofrezca tarifas competitivas, frente al transporte de carga por carretera,
lo que cree que no sucede en este momento.
Al
respecto la Gerente del FDP, asegura que recuperar esa confianza no ha sido
fácil “porque el tren ha tenido una
historia difícil y tortuosa y es uno de nuestros obstáculos a vencer”. Pero considera que cada vez ganan mayor
credibilidad.
“Nosotros
sabemos que para poder entrar al mercado nuestras tarifas deben ser
competitivas con el camión y estamos en ese propósito, pero también ofrecemos
otras ventajas como un ingreso directo a la terminal portuaria, esta es una eficiencia que no ofrece el camión que
puede tardar 6 horas en enturnarse para entrar al puerto”.
En
este momento, la red férrea del Pacífico está rehabilitada hasta Buga y se espera que hacia el mes de mayo esté lista
hasta La Tebaida, en el Quindío, lo que abre la opción de mover más carga y
hacer estaciones de transferencias que motiven la creación
de sistemas multimodales.
Si
se logra mover un millón de toneladas al
año por el tren, serían solo el 6,5 % de lo que entra y sale por el
puerto de Buenaventura en carga de comercio exterior anualmente.
Alexander
Micolta, presidente de la Cámara de
Comercio de Buenaventura, dice que
aunque la cifra es pequeña es importante que este modo de transporte se
consolide para que los generadores de carga tengan opciones y se avance en la
meta de crear sistemas multimodales para mover la carga, propósito que tampoco se ha logrado en el
país. “Es un gran desafío, esperamos que el camino trazado por el concesionario
se cumpla”, afirma.
Hace
precisamente 100 años el ferrocarril del Pacífico unió a Cali con Buenaventura
y fue el detonante del desarrollo de esta ciudad. Un siglo después parece que
el tren renace.ElPaís.com.co
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