Gremiales
Fuentes de la cartera laboral confirmaron a iProfesional que evalúan
llamar los sindicatos del sector para realizar una nueva audiencia. Es para
desactivar la medida del próximo jueves que afectará a casi todos los
servicios. Para los sindicatos, el Ejecutivo sólo busca ganar tiempo
El Ministerio de Trabajo convocará a los gremios del transporte en las
próximas horas para desactivar el paro contra el Impuesto a las Ganancias, que
amenaza con paralizar el jueves la mayor parte de la actividad, en lo que
podría ser la medida de fuerza más importante durante la era K.
"Capaz que en las próximas horas o el martes tenemos una
reunión", informaron a iProfesional fuentes de la cartera laboral.
La audiencia apunta a desinflar la protesta anunciada por 25
organizaciones del sector automotor, ferroviario, aerocomercial, portuario y
marítimo, que están encolumnadas tanto en centrales oficialistas como
opositoras. Aunque las autoridades tampoco descartan aplicar la conciliación
obligatoria.
Desde la óptica sindical, el Gobierno busca ganar tiempo con reuniones,
pero sin dar una respuesta concreta a los reclamos, mientras los funcionarios
aguardan una señal política de Cristina Kirchner, que este martes retomará la
agenda pública tras dos semanas de reposo.
"Todavía no nos llamaron. La estrategia oficial es contenernos,
ahora esperaremos hasta el jueves", dijo a este medio el titular del
gremio ferroviario La Fraternidad, Omar Maturano.
En un plenario realizado en la sede de la Unión Tranviaria Automotor
(UTA), los dirigentes sindicales decidieron convocar asambleas en los lugares
de trabajo para el próximo jueves entre las 4 y 7 de la mañana, en una
modalidad de paro encubierto que apunta a afectar el sistema de transporte
nacional.
"Van a afectar inevitablemente la prestación de los servicios
públicos, en los puertos, en la navegación interior, en los ferrocarriles, en
el servicio aéreo, en el transporte urbano, de carga y también de los taxis,
pero no es un paro, es derecho constitucional a realizar asambleas ante la
situación que nos empuja el gobierno", dijo Maturano.
A la protesta se sumarán los camioneros, un gremio con alta capacidad de
fuego, y también evalúan hacerlo los trabajadores de la Línea B del
subterráneo, donde la izquierda tiene peso.
La medida fue resuelta luego de la reunión que el lunes mantuvieron los
sindicalistas con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y la viceministra de
la cartera, Noemí Rial, en la cual vieron frustradas las expectativas de que
las autoridades ofrecieran una solución a sus demandas.
Los sindicatos exigen la modificación de las escalas al impuesto a las
ganancias, la excepción del pago del tribubuto para el aguinaldo y un bono
compensatorio por la pérdida de poder adquisitivo del salario.
"El Gobierno tiene que escucharnos. Los políticos tienen que saber
que el poder lo tiene solo el pueblo, ellos están para gobernar", dijo el
secretario general de la UTA, Roberto Fernández, en declaraciones radiales, y advirtió
que al Gobierno le queda una semana por medio "para dialogar y alcanzar
una solución" antes del paro.
En respuesta a la presión gremial, el jefe de Gabinete, Jorge
Capitanich, no descartó la posibilidad de que Trabajo dicte la conciliación
obligatoria para frenar la protesta, una medida que es rechazada por los
gremios ya que, según sostienen, las asambleas no pueden ser consideradas como
un conflicto laboral.
"Existe una autoridad regulatoria, que es el Ministerio de Trabajo,
que, frente a un conflicto, tiene la potestad de llamar a una conciliación de
carácter obligatorio", afirmó el jefe de ministros durante una conferencia
de prens.
Frente a los reclamos vinculados con Ganancias, reiteró una vez más que
"no ha variado la posición" del gobierno nacional, que descartó de
plano cualquier eventual modificación en ese impuesto así como la reapertura de
paritarias.
Si bien sostuvo que el Estado "no tiene injerencia respecto de
acuerdos bilaterales entre empresas y trabajadores" al referirse al
conflicto y el plan de lucha de los gremios del transporte, Capitanich volvió a
destacar "la enorme injerencia que sí tiene el Estado en el otorgamiento
de subsidios" en esta materia.
Por ello, las autoridades reconocen que el problema que enfrenta el
Gobierno es mayor en ese sector, ya que la posibilidad de que haya un acuerdo
no sólo depende de la capacidad económica del sector privado, sino también de
los fondos en las arcas públicas, como es el caso de los ferroviarios, dónde el
Estado es el empleador directo.
En tanto, el secretario general de la CGT opositora, Hugo Moyano,
advirtió el jueves que esa central obrera se reunirá la semana que viene y
podría convocar a una medida de fuerza si el Gobierno no acepta exceptuar al
aguinaldo del pago del impuesto a las Ganancias.
Asimismo, el líder del Sindicato de Choferes de Camiones (Sichoca),
plegó a su gremio al paro de tres horas que los gremios del transporte
anunciaron para la mañana del jueves 27.IProfesional.com
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