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La firma Sabb de María Juana está a punto de terminar las 59 unidades
que le dio la Nación para reparar. La histórica empresa hoy está en condiciones
de fabricar rodantes nuevos.
El ingreso a las instalaciones que la fábrica de vagones ferroviarios
Sabb SA posee en María Juana dispara las emociones más profundas. De un largo
historial de fracasos, atados a los vaivenes de la economía y a las decisiones
políticas respecto al funcionamiento del sistema ferroviario argentino que
determinaron el transcurso de años de desempleo, desmantelamiento y abandono,
se puede apreciar hoy un conmovedor panorama con hombres y máquinas en
movimiento. Las grandes estructuras se desplazan al compás de un concierto de
metales que se rozan y motores que se apuran entre ráfagas de chispas y olor a
pintura fresca.
Con una prepotencia de trabajo increíble los 90 obreros de la empresa
renovaron la mayor parte de los 59 vagones que el Estado nacional les encargó a
través de la compañía Belgrano Cargas para dar respuesta a la demanda laboral y
al potencial de montaje que tiene esta planta —para muchos desconocido— y
contribuir con la reactivación ferroviaria.
La transformación que sufrió la fábrica en pocos meses sorprende como la
calidad del resultado final de los vagones restaurados, que salen por la vía
desde el interior de la planta. El esfuerzo por cumplir con los plazos y la
dedicación de ajustar los procesos los ubicaron en un punto tal que hoy lleva a
los directivos a anunciar que están en condiciones de construir vagones nuevos
para sumarse a los esfuerzos del gobierno por reestructurar el entramado
ferroviario nacional.
Esta posibilidad posiciona a la compañía en un escalón más alto en sus
aspiraciones de presentarse al mercado para resolver esa demanda. "Si
sabemos que actualmente tenemos un tráfico que transporta una cantidad
determinada de carga de tantas toneladas y le incorporamos vagones nuevos,
automáticamente hacemos crecer la cantidad de toneladas transportadas. Las
operadoras que cuenten con esos equipos podrán trasladar mayor volumen",
explicó a LaCapital el director de la fábrica, Roberto Amoroso.
Reactivación. Para el ingeniero, el proceso de reactivación que lleva
adelante el Estado permite la continuidad de trabajo y hace prever un futuro
prometedor. "Hoy se da una realidad que en algún momento se planteó como
objetivo. Dijeron que darían trabajo a todos los talleres del país y
cumplieron. Como contraparte, debemos ejecutar las tareas en el tiempo acordado
y rápidamente ponerlos a disposición para que comiencen a trabajar. Esto es lo
que realimenta al sistema", sostuvo.
En Tecnópolis. Este potencial fue exhibido recientemente en la Primera
Feria Internacional de Transporte Ferroviario que se hizo en el país, montada en
Tecnópolis y organizada por la Subsecretaría de Transporte Ferroviario.
"La exposición fue muy simbólica para nosotros porque nos permitió
mostrar lo que logramos en este tiempo", explicó el director. "En un
sistema que se está reactivando y que necesita de la participación de la
industria nacional, esta posibilidad de participar fue un gran desafío",
dijo.
Y para graficar la inserción de la fábrica de María Juana en el
historial ferroviario argentino, contó que "cuatro de los cinco vagones de
carga que había en la exposición fueron construidos en nuestras instalaciones
en distintas épocas de su historia. Nosotros exhibimos uno nuevo, cuyo proyecto
fue presentado a la Secretaría de Transporte de la Nación como una alternativa
para trasladar el balasto necesario para la construcción de las vías. Este
proyecto se hizo realidad gracias a la compañía BTU —una de las empresas que se
dedica a hacer infraestructura ferroviaria— que contrató la construcción de un
tren de trabajo con seis vagones para transporte de balasto y seis unidades
plataforma para llevar parrillas completas de rieles y durmientes",
relató.
Si todo se da como ellos piensan, la fábrica conseguirá la continuidad
que les garantice estabilidad laboral. "Es necesario que tengamos un
empleo que nos permita ver un horizonte con más trabajo. Hoy concretamente
tenemos 59 vagones que estamos terminando. Luego, sabemos por comentarios, que
habrá una nueva licitación, pero no tenemos certezas", sostuvo Amoroso.
El objetivo de la fábrica es
realizar un buen trabajo para quedar bien posicionada y poder decir: “Nos dieron tareas, cumplimos en tiempo y forma, ahora
queremos más trabajo y ensayar esto de incorporar vagones nuevos al sistema”.
Para el directivo de la firma, “esto sería ideal porque, gracias a la
experiencia y conocimientos de los antiguos empleados que hoy continúan en la
fábrica, podremos asimilar todo el conocimiento de lo que fue la planta
trabajando a pleno. Volver a poner en marcha lel sistema de construcción de
vagones nuevos sería extraordinario, un broche de oro”, se ilusiona.
La planta de Sabb tiene la capacidad intacta. “El gran desafío es la capacitación de los recursos
humanos. Con esta obra se incorporó gente y se formó de acuerdo a las
necesidades de la planta. Ahora desarrollamos proyectos que exigen alta
calificación de la mano de obra, un proceso que también incorporamos a las
actividades cotidianas”, comentó Amoroso.
De este modo, buscan cerrar un “círculo virtuoso” que les
alimenta el ánimo para decir a viva voz: “Queremos colaborar y aplicar el potencial que hay en
María Juana para sumar al proyecto de recuperación del entramado vial argentino”.Fuente: LaCapital
(Nota enviada a C.F. por el señor M.Erardo Césari)
parecido al taller obsoleto de tafi viejo que repintan un vagon en tres meses,que no supieron reparar el locotractor que tienen,(una simple falla en la inversion de marcha).bien por la gente de SABB SA.
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