Instituciones
Por: Hugo Mengascini (Para Crónica Ferroviaria)
Hija de Rafael Arizcuren, maquinista y dirigente socialista del
sindicato de La Fraternidad durante los años veinte, Lidia Arizcuren fue una de
las más activas colaboradoras de la investigación histórica que se viene
desarrollando, desde hace alrededor de diez años, en el Barrio de la Estación.
Profundamente comprometida con la temática inherente a “la familia” y a
la “cultura ferroviaria” (sus palabras predilectas al añorar los años dorados
de los ferrocarriles), aportó un nutrido material fotográfico y significativos
testimonios orales que dieron lugar a distintas publicaciones acerca de los trabajadores
y la comunidad ferroviaria de Tandil.
“Maestra de alma”, como solía definirse, ejerció la labor docente
durante treinta años. De su padre y del gremio fraternal había heredado la
devoción por la lectura, hábito que practicó hasta los últimos días de su vida,
“releyendo a Cortázar y a Borges...” como manifestara poco antes de su partida.
Mujer radiante, generosa, de palabra clara y elocuente, nos deja el
ímpetu y la certeza para continuar marchando...
Hasta la próxima Estación.
Hermosas palabras las suyas, Salgado.-
ResponderEliminarSeñor Carlos Andrés. No son palabras mías sino del señor Hugo Mengascini. Saludos
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