ACTUALIDAD
Lo señala un
grupo de usuarios y ferroviarios que controlan las formaciones que siguen en
servicio. Y faltan banderilleros y hay cabinas sin bloquear.
Un peligro latente.
El furgón tiene agarraderas pero no asientos y hace su recorrido de Once-Moreno
con dos puertas completamente abiertas.
Ventanas
rotas, puertas que no se cierran con el tren en movimiento, ausencia de
banderilleros, falta de protección del “tercer riel” y escasa limpieza de los
coches y estaciones.
Un grupo de
usuarios, ferroviarios y ex empleados del Sarmiento detectaron quecasi el 20%
de las formaciones en servicio se encuentran en mal estado y que la nueva
operadora privada de la línea no cumple con la orden judicial de bloquear los
habitáculos de cabinas internas de conducción para que no se conviertan en una
trampa fatal, como la que terminó con la vida de Lucas Menghini en el trágico
choque de Once.
Un peligro latente. El furgón tiene agarraderas pero no asientos y hace su recorrido de Once-Moreno con dos puertas completamente abiertas.
Enrolados en
la iniciativa denominada VIAS (Verificación Informativa y Auditoría Social),
dirigentes de la agrupación política Libres del Sur-FAP, usuarios y
trabajadores de la línea comenzaron a realizar desde septiembre una
verificación sistemática del estado de la infraestructura y las condiciones en
que se prestan los servicios en el ferrocarril Sarmiento.
El mecanismo
de control consiste en constatar durante un día hábil determinado la realidad
que presentan tanto las principales estaciones de la línea, como las
formaciones que cubren el diagrama operativo.
El
relevamiento lo llevan adelante varios grupos de dos voluntarios, que en los
horarios picos recorren las estaciones y se suben a los trenes para completar
dos planillas específicas con los datos del estado de las instalaciones y el
funcionamiento de los servicios.
Las
conclusiones del último informe cerrado, del 21 de octubre , pusieron sobre el
tapete los siguientes problemas y deficiencias que afectan a los usuarios del
ferrocarril Sarmiento.
Aproximadamente
una quinta parte de las formaciones auditadas se encuentran en mal estado.
De 576
ventanas relevadas, 92 se encontraban rotas o con faltantes.
Las puertas
abiertas siguen constituyendo un potencial peligro de muerte para los usuarios
que viajan parados en los umbrales con medio cuerpo afuera de las formaciones.
Sobre un total de 432 puertas relevadas, 83 no cerraban o estaban averiadas.
En 18
formaciones se hallaron 8 cabinas internas de conducción que no estaban
selladas ni bloqueadas, incumpliendo lo dispuesto por la Justicia tras la tragedia
de Once.
El anuncio
oficial de una mayor presencia de banderilleros no se cumplió y siguen ausentes
en los horarios más cruciales . Además, en los pasos a nivel continúa el mal
funcionamiento de los sistemas de barreras electromecánicas.
El sistema de
alimentación eléctrica del “tercer riel”, con electricidad, sigue visiblemente
descubierto en numerosos tramos de la línea.
Las
estaciones están mal o insuficientemente preparadas para el acceso de
discapacitados; y la seguridad en andenes, pasos a nivel y el resto de las
instalaciones está sujeta al azar.
La falta de
un protocolo visible de evacuación supone otro peligro para los usuarios, que
se ve potenciado por la hiperpoblación del ramal.
No se
respetan las frecuencias de los servicios, lo cual le impide a los usuarios
poder organizar sus tiempos y tareas.
Junto con la
línea Mitre, el ferrocarril Sarmiento había pasado a manos de TBA –la
concesionaria del grupo Cirigliano– el 25 de mayo de 1995. En los primeros días
de marzo de este año, luego de la tragedia de Once en la que murieron 51
personas, el Gobierno nombró un interventor que manejó la empresa por un lapso
de dos meses y medio.
El 24 de mayo
pasado, por medio del decreto 793, la administración kirchnerista le puso fin a
la concesión de TBA y designó como nueva operadora a la UGOMS , una sociedad
integrada por las dos concesionarias ferroviarias metropolitanas que aún
permanecen en actividad: Metrovías (la empresa del grupo Roggio que explota los
subtes y la línea Urquiza) y Ferrovías, la operadora de la línea Belgrano Norte
que pertenece al grupo Romero-Emepa. Clarín
Primero que nada, veo que esta nota es de Clarín e insisto con lo mismo ¿Por qué callaron cuando sabían mejor que nadie el que el menemismo estaba destruyendo el ferrocarril?, ¿En el 2007 cuando el gobierno de Kirchner los apoyaba y les aprobó la compra de Multicanal hubieran puesto notas así?; esto no es nada nuevo, data de años, es totalmente cierta la negligencia de TBA ya hora de UGOLMS, pero hay otra realidad que no se puede ocultar: los trenes son constantemente vandalizados, las puertas se traban los que destruye el mecanismo de cierra; los asientos son detruidos al igual que las ventanas, son muchos los factores que influyen en esto.
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