CARTAS DE LECTORES
Señor Director de Crónica Ferroviaria:
Mucho se ha escrito sobre la tragedia de Once. En el diario Clarín se publicaron dos cartas de parientes de fallecidos que me conmovieron bastante.
Una de las cartas fue la de la Sra. María Celina del Campo del 26 de febrero: con el título de "Le escribo de mamá a mamá", y la otra fue la de la Sra. Zulma Viviana de Garbuio del 4 de marzo: “Mi hijo no tuvo la culpa ...”
Estas dos cartas dispararon en mí la necesidad de escribir un comentario que envié al diario para que lo publicaran el pasado domingo 11 de marzo:
En mis 60 años no recuerdo que una tragedia me haya conmocionado tanto como la que sucedió en Once hace unos días. Seguro fue por la cantidad de víctimas inocentes y sobre todo por la desesperación y el coraje mostrado por la madre de Lucas Menghini Rey, quien fuera encontrado dentro del tren dos días después del choque en un lugar donde nadie había revisado.
Fueron horas de angustia las que vivimos en mi casa aunque sé que no podrá ser comparada con la que vivieron los involucrados, tanto heridos como todos los familiares y amigos de las víctimas.
La Sra. Zulma Viviana de Garbuio escribió el pasado domingo que su hijo no tuvo la culpa. Estoy seguro que ninguno de los heridos y menos los fallecidos han tenido culpa alguna, aunque desde algunos espacios políticos y empresariales pretendan culparlos para lavarse las manos.
Solo hace falta recordar las palabras del secretario Schiavi, de la ministra Garré y del jefe de ministros Abal Medina, para darse cuenta de hacia dónde apunta la estrategia oficial. Como todos lo sabemos esta gente no piensa y menos hablan como lo hicieron si no tienen el aval presidencial. A no pecar de ingenuos.
Si a eso le sumamos el silencio de la presidenta Cristina Kirchner, la ecuación tiene un solo resultado: los culpables son los muertos porque se amontonaron en el primer coche y viajaron en un día que no era feriado tal como dijo Schiavi, el culpable fue Lucas porque viajó en un lugar indebido como dijo Garré, o la frutilla del postre de Abal Medina: las vidas que se perdieron, se perdieron ...
Tanta sinceridad da asco.
Le escribo esto señora para acompañarla en su dolor aunque no tenga la menor idea de lo que padece, o lo que padecen todos ustedes porque nunca he perdido un ser querido en circunstancias parecidas.
Dejando de lado mi opinión política acerca de la presidenta, o por lo menos tratando, quiero decirle que hace bien en no esperar absolutamente nada de ella. Lamentablemente desconoce la piedad y la misericordia hacia sus semejantes. Suficiente prueba de ello fue su silencio cómplice y su rápida evasión a su lugar en el mundo.
Otros ya no tienen tanta suerte, ya ni siquiera están en este mundo!.
La señora María Celina del Campo que escribió el 26 de febrero su carta “De mamá a mamá” a la presidenta tampoco debería esperar una palabra de aliento. A esa madre no le interesa absolutamente nada lo que siente ésta y otras madres.
Fue más importante recibir en la Casa Rosada a un cantante (que fuera inglés es lo de menos), que acercarse a los parientes de las víctimas y consolarlos desde su lugar de dirigente máximo del país. Bien lo dijo en un discurso: no esperen de mí un acto demagógico.
Yo opino que aunque así lo hubiera considerado todo el país, debió hacerlo por respeto a los muertos.
Pero eso sólo lo hace un estadista y en eso estamos huérfanos desde hace muchos, muchos años.
Ud. señora dijo que lloró por su esposo muerto, me refiero a Néstor Kirchner, y por ella. Seguramente lo hizo por piedad, comprensión y amor al semejante. Es lógico que se sienta desamparada ante tamaña muestra de frialdad.
La presidenta debería devolver los millones de lágrimas que su pueblo lloró por ella y por Él, pero lamentablemente los milagros no existen, al menos en mi concepción filosófica.
También creo que hace bien en no escuchar a los que le hablan de resignación, de la supuesta misión de su hijo y que si pasó lo que pasó fue porque Dios lo quiso así.
Jamás debería resignarse uno a la muerte de un hijo, al menos en estas circunstancias, porque con eso cuentan los culpables de esta masacre. No es la misión, en esta tierra, de nadie morir como un animal entre hierros retorcidos. Y si un supuesto dios permitió eso, ese dios no merece el más mínimo respeto.
Nadie va a devolverles a sus seres queridos fallecidos pero por respeto a ellos, por su recuerdo, no debería haber un solo pariente que deje de luchar hasta el final de sus días para vigilar y exigir resultados a quienes tengan el deber de investigar (peritos, fiscales y jueces) y lograr finalmente que los culpables del gobierno (ministros y secretarios de estado) y los empresarios (los que manejan los ferrocarriles) sufran el escarnio público y terminen buena parte de sus días donde deberían estar, en la cárcel.
Tampoco deberían quedar afuera los organismos de control (CNRT) ni los sindicalistas/empresarios cómplices de este modelo perverso de gobernar un país, en el cual se entremezclan la política y los negocios.
Definitivamente los muertos no fueron culpables de nada, los verdaderos culpables todavía están sueltos, a excepción de Pedraza por otro caso y lo que es peor es que no se sabe dónde están los responsables de TBA.
Lamentablemente a todos estos siniestros personajes los conozco porque soy ferroaficionado y se de la trayectoria de cada uno de los nombrados, y créanme que no tengo la mejor de las opiniones acerca de todos ellos.
No esperen de ellos más que bajezas y golpes bajos, aprietes y engaños. Ya aparecerán, si es que no lo hicieron ya, quienes pretendan “arreglar” el asunto con dinero y falsas promesas.
Creo que la actitud de los familiares de Lucas, la de Romina Báez hermana de Jonathan, la de Vanesa Toledo hija de Graciela Díaz y la de otros muchos que prefieren permanecer en el anonimato, es la forma correcta de luchar contra la impunidad de estos funcionarios, políticos y sindicalistas impresentables.
Los 51 muertos no deben ser una estadística más. Sería triste que así fuera, su muerte habría sido en vano y eso sería la peor de las injusticias.
Mis respetos para todos, a los que ya no están en este mundo y a todos los que lucharán en su nombre.
Miguel Ángel Moreno
mamvideos@telecentro.com.ar
¡Excelente Carta Miguel Angel Moreno! Comparto tus expresiones. Espero que esto no quedo IMPUNE como otros tantos hechos que ha sufrido la sociedad argentina y en "democracia".
ResponderEliminarSergio Enrique Saike
Una carta del señor Moreno muy conmovedora. Estoy totalmente de acuerdo con su exposición y su sentimiento es el mismo que experimenté.
ResponderEliminarRogelio Rodríguez
Tuve la suerte de intercambiar mails con Miguel; una de las cartas hablaba que una de las mamás se conmovió por la muerte de Néstor Kirchner y por eso la votaron para apoyarla; creo que ese fue el grave error del pueblo, hay que saber separar las cosas; cuando se vota a alguien hay que hacerlo por su plan de gobierno y no por temas emocionales.
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