Después de varias semanas de malas noticias, ArcelorMittal recibió ayer un poco de aire al conocer que el Administrador de Infraestructuras ferroviarias (Adif) adjudicó a la multinacional del acero un contrato de 21 millones de euros para suministrar el carril que se implantará en las vías férreas de varios tramos de líneas de alta velocidad (AVE).
El contrato, de 12 meses de duración, contempla la laminación de 22.600 toneladas de carril ferroviario así como el transporte de las barras que sustentan y guían a los trenes que circulan sobre ellas en la planta de soldadura eléctrica, en la traza o en las bases establecidas para ello. Asimismo, el acuerdo también prevé la asistencia y los medios humanos para su descarga en estos puntos, las soldaduras eléctricas necesarias para formar las barras largas de 270 metros, su transporte y su descarga.
El carril incluido en el contrato se destinará a la construcción de líneas de alta velocidad como el tramo Albacete-Almansa, en la línea de alta velocidad Madrid-Castilla La Mancha-Comunidad Valenciana-Murcia y la duplicación de las vías en el corredor de acceso a Madrid para las Líneas de alta velocidad Madrid-Levante y Madrid-Andalucía. Además, también contempla el suministro para el tramo La Robla-Pola de Lena, correspondiente a las obras que llevarán el AVE a Asturias.
La división de carril de Arcelor está sufriendo distintas regulaciones de empleo a lo largo del año, ya que precisamente la empresa argumentaba que se le habían retirado varios encargos del AVE, cuestión que en su día fue desmentida por el propio ministerio de Fomento, que es quien controla Adif.
Crisis y cierres La ralentización de la recuperación económica ha motivado un descenso en los beneficios de ArcelorMittal, que pese a ello ganó 2.386 millones en los nueve primeros meses del año. Estas cifras suponen una caída de las ganancias del 11,7% respecto al mismo periodo del año pasado, y eso a pesar de que el resultado bruto de explotación de la multinacional se incrementó el 25,9%, hasta alcanzar los 6.148,8 millones.
A pesar de estos números, la multinacional ya adelantó la paralización de algunas divisiones como la línea uno de galvanizado de Avilés, tal y como como avanzó hace dos semanas LA VOZ. Además, está previsto el cierre de las baterías de coque 7 y 8 de Avilés, debido también la disminución de la demanda de acero en los mercados.
La consecuencia inmediata de este parón es que las auxiliares comienzan asfixiarse, como es el caso de Daorje, que acaba de anunciar un expediente de regulación de empleo que afectará a más de 1.000 trabajadores, 400 de ellos eventuales que se quedarán en la calle.La Voz de Asturias.
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