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16 de septiembre de 2011
COMUNICADO DE PRENSA DEL GREMIO "LA FRATERNIDAD"
El grave accidente ferroviario ocurrido en las vías del Ferrocarril Sarmiento, en la estación Flores, pone en evidencia la grave situación de todo el transporte en nuestro país. El desbordado crecimiento del parque automotor y las carencias inocultables de la infraestructura ferroviaria han dejado nuevamente un luctuoso saldo de muertos, heridos e importantes daños materiales.
El ferrocarril fue construido durante el siglo XIX sobre zonas casi despobladas que vinculaban la Plaza Once con el oeste del gran Buenos Aires. Transcurridos 154 años de su inauguración su trazado sigue siendo el mismo y la circulación de los trenes se realiza casi totalmente a nivel como entonces.
La grave y particular situación del Ferrocarril Sarmiento hizo que desde hace años se planificara la construcción de puentes y túneles que separara su trazado de 36 KM. del caos peatonal y vehicular que lo atraviesa.
Amparos que frenan todo tipo de obras en el ferrocarril
El desmedido crecimiento demográfico de la zona oeste y la expansión de la actividad económica profundizaron la situación reinante. Incluso la obra del soterramiento del trazado, largamente demorada, encontró resistencias y recursos de amparos que demoran su concreción.
Distintos sectores políticos, comerciantes y fuerzas vivas se opusieron a todo tipo de iniciativas para paralizar o demorar el comienzo de las obras. Así el soterramiento y los 40 puentes y viaductos nunca se construyeron.
Los usuarios del ferrocarril y los trabajadores ferroviarios, especialmente los conductores de trenes, hemos pagado un alto costo por estas demoras inaceptables. Aún hoy estos sectores siguen interponiendo recursos de amparo. Los que desde 2006 proponían no levantar otro “Muro de Berlín”, solo atendían su interés personal o sectorial en desmedro de los legítimos intereses de toda la comunidad.
Pese a ello, y en virtud de los grandes esfuerzos realizados por el Estado Nacional se está iniciando la primer etapa de la obra del Soterramiento del Ferrocarril Sarmiento entre Caballito y Liniers, a tal fin arribó a nuestro país la máquina tunelera que hará las excavaciones del proyecto eliminándose a medida que se terminen los tramos los pasos a nivel vehiculares y peatonales, estimándose en un plazo acorde al cronograma de obras establecido en el Contrato oportunamente suscripto de 48 meses para esta primer etapa, conviviendo durante ese lapso con el riesgo inminente de que se repitan luctuosos accidentes, requiriendo a las autoridades competentes que gestionen las acciones a corto plazo tendientes a evitar este tipo de sucesos.
El crecimiento del pasaje transportado, accidentes y Estrés Postraumático
El Ferrocarril Sarmiento transportó durante el mes agosto 8.123.383 pasajeros, corrió 384 trenes (1 cada 8 minutos), atravesó por cada uno de los trenes la cantidad de 50 pasos vehiculares y peatonales, 31 pasos solo peatonales y 18 pasos clandestinos, lo que genera un total de 38016 cruces por día con pasos a nivel.
Como consecuencia de ello en lo que va del año 2011, se registraron 47 arrollamientos que ocasionaron la muerte de 30 personas y 19 colisiones con vehículos que produjeron 2 muertes, sin considerar el lamentable y luctuoso hecho ocurrido el día de ayer que provocó la muerte de 11 personas.
En trenes de la década del 60 abarrotados de pasajeros, la tarea del personal de conducción resulta doblemente riesgosa y estresante. El Estrés Postraumático de los conductores ferroviarios está determinado por la gran cantidad de arrollamientos con muertos y heridos, lo que ocasiona todos los días una persona muerta en las vías de nuestro país.
El grave accidente de la estación Flores, con el colectivo colmado de pasajeros sin atender las normas del tránsito, en plena ciudad de Buenos Aires, expresa la situación de anomia en que se desarrolla la vida ciudadana y la ausencia de planificación e infraestructuras adecuadas que puedan superar el caos reinante.
Los accidentes ferroviarios resultan espectaculares y trágicos, pero sin embargo es el transporte automotor el protagonista fundamental de los más graves accidentes en nuestro país, naturalmente agravados por el desguace del sistema ferroviario nacional.
Durante el año 2010 murieron en las calles, rutas y caminos 7659 personas, 21 por cada día transcurrido, y más de 40.000 quedaron heridas, con graves secuelas físicas y emocionales. Las perdidas económicas fueron superiores a los 30.000 millones de pesos (datos de la fundación Luchemos por la Vida y del Instituto de Seguridad y Educación Vial).
La gran actividad económica que evidenciará nuestro país producto de las políticas implementadas por el Gobierno Nacional desde mayo de 2003 y que este gremio acompaña, conlleva, entre otras cuestiones, al incremento de pasajeros transportados, no pudiendo dicha demanda ser atendida solo desde la lógica de transporte automotor. En efecto autos, ómnibus y camiones son una parte de la solución, la otra la debe proveer el ferrocarril, resultando para ello imperioso contar con la infraestructura que los demás país llamados “del primer mundo” poseen y que nuestra argentina merece tener, eliminando para ello, en las áreas urbanas, los pasos a nivel existentes.
La necesidad de un Ministerio de Transporte Federal y aprobar una Ley Federal de Transporte
La Fraternidad sostiene la imperiosa recuperación de la actividad ferroviaria nacional. Creemos que en la reconstrucción y modernización del ferrocarril se hallan las respuestas para salir de la desorganización reinante, que limita y condiciona la expansión económica y atenta con una mejor calidad de vida para todos los ciudadanos.
Estamos convencidos que ha llegado el momento de organizar de manera definitiva todo el sistema de transporte y de logística nacional.
Los poderes políticos deben impulsar un Ministerio de Transporte Federal y aprobar una Ley Federal de Transporte, que de respuesta definitiva a todo el sistema, posibilitando su planificación racional y su integración, proponiendo además la multimodalidad entre los distintos modos de transporte. Asimismo se debe dotar al organismo de control (C.N.R.T.) de mayor presupuesto y personal, con el propósito de que en el ejercicio de sus competencias y atribuciones vele por el estricto cumplimiento de las reglamentaciones vigentes, aplicando las medidas coercitivas que pudieren corresponder.
Los conductores de trenes comprometidos con el ferrocarril y con nuestra profesión requerimos de medidas que hagan que nuestra actividad sea previsible y segura. Medidas que protejan la vida de los pasajeros y los bienes de la empresa, que son nuestra fuente de trabajo.
Los conductores de trenes queremos dejar de ser “victimas de nuestra profesión”, por eso exigimos que se tomen medidas para que los accidentes ferroviarios como el de la estación Flores no vuelvan a ocurrir nunca más, y queden definitivamente en el olvido. Para que dejemos de discutir las consecuencias y se tomen todas las decisiones que nos pongan al resguardo del estado indefensión en que se debate el Sistema de Transporte Nacional. Pongamos manos a la obra para que de una vez por todas, la recuperación del ferrocarril sea una realidad.
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