El nuevo tren de alta velocidad entre Pekín y Shanghái, que se inaugura la próxima semana, podría reducir hasta un 30 por ciento el número de pasajeros en los vuelos entre las dos principales ciudades de China, señalaron directivos de ese sector citados por la agencia oficial ChinaNews
De acuerdo con informes de la industria, las líneas férreas de alta velocidad reducen entre un 20 y un 30 por ciento el número de viajeros, aunque este descenso suele producirse en trayectos de entre 500 y 800 kilómetros (Pekín y Shanghái están separadas por 1.300 kilómetros).
El porcentaje se reduce a mayores distancias, y así las líneas de alta velocidad de entre 1.000 y 1.200 kilómetros suelen conllevar una reducción de entre un 15 y un 20 por ciento, de acuerdo con las estadísticas citadas por ChinaNews.
Actualmente, hay 51 vuelos diarios entre Pekín y Shanghái, controlados principalmente por las aerolíneas estatales China Eastern (con sede en la ciudad shanghainesa y 25 vuelos diarios) y Air China (con base en Pekín y con 16 vuelos), por lo que son estas dos compañías las que han mostrado mayor preocupación.
Por la línea de alta velocidad circularán dos tipos de trenes, unos viajando a 300 kilómetros por hora y otros a 250 (en un principio se habían considerado velocidades de hasta 350 kilómetros por hora, aunque se redujeron para abaratar costes).
Los internautas chinos discuten en los foros estos días si será más rápido viajar entre las dos metrópolis en avión o en tren, ya que aunque el tiempo en transporte aéreo es considerablemente menor (dos horas, frente a las aproximadamente cinco que se tardará con el tren) hay que considerar el viaje al aeropuerto y la facturación.
En las redes sociales, los chinos han concluido que el viaje en avión en realidad supone un gasto de tiempo de seis horas y media, mientras que el de tren será de siete horas y media (las estaciones de ambas ciudades también estarán considerablemente apartadas del centro).
La aún ligera desventaja de los trenes puede verse compensada por el menor precio de los billetes (aproximadamente la mitad que los de avión, aunque sólo si se viaja en la clase más barata), o el hecho de que en el trayecto por este medio los pasajeros podrán usar el móvil o internet, algo que no sería posible en un vuelo. EFECOM
Será que en esas aerolineas tiene participación Moyano?
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