El sistema ferroviario argentino tuvo históricamente serios defectos y causó grandes erogaciones al Estado Nacional, pero la privatización realizada en los años noventa, lejos de racionalizar el servicio, lo deterioró aún más al tiempo que siguió absorbiendo elevados subsidios públicos. La recuperación de la economía a partir de 2003, acompañada de un incremento en los volúmenes de mercaderías para transportar, especialmente del sector agrícola, crearon la posibilidad y la necesidad de iniciar la reconstrucción de los ferrocarriles.
Patio de Cargas Kilo Cinco - Foto: Rodolfo Risciotti
Sin embargo, la política oficial no modificó el cuadro heredado. Se dispuso un congelamiento de las tarifas del transporte de pasajeros que fue compensado con crecientes y muy opacos subsidios, que no sirvieron para aumentar la inversión y no se revirtió el deterioro de los talleres ferroviarios. En las últimas semanas, los mails de Manuel Vázquez, el intermediario de Ricardo Jaime en diversas negociaciones con empresas extranjeras, sacaron a la luz, además, operaciones sospechosas y algunas abiertamente ilegales para la compra de material ferroviario en Europa que en gran parte permanece inutilizable, así como gestiones cuestionables en negociaciones por la licitación de el proyectado tren de alta velocidad. También han creado sospechas de precios elevados o costos ocultos, sobre compras recientes de material ferroviario realizadas en España y en China. La investigación por el asesinato de un activista en el contexto de un conflicto sindical ferroviario puso en primer plano, finalmente, la opaca trama de sociedades que administran líneas ferroviarias en crisis permanente, en la que participan sindicalistas, empresarios amigos del Gobierno y el Estado.
Ante este cuadro, para los organismos competentes y el Congreso se plantea la necesidad de investigar los contratos y manejos societarios de los ferrocarriles; y, para los especialistas, el diseño de una política para la recuperación del sistema.
La política oficial agrava los problemas heredados del sistema ferroviario y está, además, rodeada de crecientes sospechas de prácticas de corrupción.(Fuente: Clarín)
Si los sueldos son tan bajos, los pasajes seguiran congelados, y si los suben tendremos que viajar en bicicleta o a caballo...
ResponderEliminarEl hecho de que muchos sueldos sean bajos no justifica que los pasajes en tren tengan que ser prácticamente gratis. En el interior generalmente los sueldos son más bajos que en Bs. As. y sin embargo el costo del transporte es mucho más alto. Las tarifas deben ser sinceradas o no nos quejemos de los servicios que tenemos.-
ResponderEliminarEl comentario de editorial del diario Clarín, con relación a los talleres ferroviarios, no especifíca que la mayoría de estos fueron adquiridos por las empresas concesionarias de pasajeros con el visto bueno de la Sec. de Transp. porque hay mucho material que reparar (como el adquirido a España y Portugal o por el que hace 40 años circula por el país)y cuyos destinatarios para ponerlos en estado son esos mismos talleres cobrando para repararlos seguramente precios fuera de lugar.
ResponderEliminarEl diario Clarín, no dice que ellos mismos fueron instigadores en el pasado apoyando abiertamente al sistema de transporte automotor y publicando siempre artículos y notas de opinión contra el ferrocarril con eso del gasto público y que eran una verdadera carga para el erario público. Ahora todos quieren ver que el tren resurja. Enhorabuena, pero también es bueno que haya una autocrítica de parte de dicho multimedio.