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Redacción
Crónica Ferroviaria
Se
encuentra en la Comisión de Transporte de la Honorable Cámara de Diputados un
proyecto de Resolución solicitando un pedido de informes al P.E.N. sobre
diversas cuestiones relacionadas con los plazos y costos para la
electrificación de la Línea Roca entre las estaciones Plaza Constitución y La
Plata.
Dicho
trámite recayó en el Expte. 9973-D-2014 del 13 de Febrero del corriente año,
siendo la firmante de dicho proyecto de Resolución del Diputado Nacional
Alberto Emilio Asseff (UNIR - Buenos Aires).
Fundamentos
El
ministro del Interior y Transporte visitó La Plata y anunció, por segunda vez
en 60 días, la electrificación del tren que une la ciudad con Constitución. Se
trata de una obra prometida una docena de veces y jamás concretada por la
"revolución ferroviaria" de los K.
La
desidia gubernamental no cesa. A los ya habituales papelones en los que suele
inmiscuirse la presidenta Cristina Fernández o el jefe de Gabinete Jorge
Capitanich cuando desatan su diatriba, se le suma el ministro del Interior y
Transporte, Florencio Randazzo, que promete obras a diestra y siniestra con tal
de sumar votos que le sirvan para su campaña presidencial.
El
5 de febrero, el oriundo de Chivilcoy visitó la ciudad de La Plata y anunció
sin ponerse colorado la electrificación del ferrocarril Roca que une la ciudad
fundada por Dardo Rocha con Capital Federal, algo que ya había hecho hace 60
días atrás en un acto en rectorado de la UNLP y que el gobierno nacional en la
última década ha anunciado una docena de veces sin concretarlo jamás.
La
pasión del gobierno por mostrarse en acción en tiempos electorales lo lleva a
cometer chapucerías como las hechas por Randazzo, que no cayó en la cuenta que
en el paso de sólo dos meses anuncia con bombos y platillos una misma obra de
la cual todavía hay apenas esbozos de cómo se ejecutaría.
A
lo largo de su gestión al mando del transporte en el país, Florencio Randazzo
no ha tenido inconvenientes en acusar a los trabajadores ferroviarios de ser
uno de los problemas de las fallas del sistema, quitándose él mismo la
responsabilidad que le cabe, como así también a un gobierno que sólo ha sabido
ser socio de los concesionarios a los que se les dieron millonarios subsidios
sin que llevaran adelante las obras de infraestructura necesaria. Subsidios
descontrolados.
No
hubo nunca un plan estratégico que tendiera a la recuperación del sistema
ferroviario como alguna vez supo tener nuestro país en el siglo pasado.
"El kirchnerismo y Randazzo en particular, lo único que hicieron fue
seguir con la política menemista en materia de ferrocarriles y permitir que
destruyeran todo", señala a Hoy el ex secretario general de la Asociación
del Personal de Dirección de los Ferrocarriles Argentinos (APDFA), Élido
Veschi.
Para
el ingeniero ferroviario, autor del libro "Relato sobre el saqueo del
sistema ferroviario nacional", la revolución de la que tanto hablan desde
el gobierno nacional, "es meterle la mano en el bolsillo a la gente y
comprar algún material nuevo que en poco tiempo van a empezar a tener problemas,
porque no están contemplados en la secuencia normal de aprovisionamiento de
repuestos y demás, y entonces lo que pasa es que dependemos de los chinos
exclusivamente".
"El
gobierno kirchnerista jamás tuvo un plan estratégico en materia de
ferrocarriles que sea a largo plazo, y jamás han perseguido a quienes se
robaron y destruyeron todo el sistema ferroviario en nuestro país. Tengo mis
serias dudas de que la electrificación del Roca se lleve adelante, la falta de
seriedad con la que se manejan habla por sí solo", destaca Veschi.
La
verborragia de Randazzo da rienda suelta a promesas que no sabe si podrá llevar
adelante, convirtiendo su discurso en algo muy poco serio, ya que durante su
gestión se ha hecho poco y nada para cambiar décadas de un desguace de los
ferrocarriles, que comenzó en los '60 con el Plan Larkin y que Menem profundizó
con las privatizaciones.
Raúl
Scalabrini Ortíz, en su magistral obra "Historia de los ferrocarriles en
Argentina", planteaba que "los ferrocarriles constituyen la llave
fundamental de una nación". El ministro Randazzo parece no haber leído
nunca a este brillante intelectual argentino, y lo único que hace es un
maquillaje superficial a los trenes que sirva para mostrar algo de gestión,
pero no para que el ferrocarril volverá a tener su rol de servicio público para
el que fue creado (Fuente: diario Hoy).
Una
de las claves de la política ferroviaria encarada por el gobierno nacional ha
sido el trabajar sólo para los sectores más poblados del país y que le puedan
redituar en votos en épocas de elecciones.
Randazzo
sólo se encuentra trabajando sobre 800 kilómetros de vías en la zona
metropolitana, olvidándose de los más de 30.000 kilómetros de vías en concesión
que no se han tocado en lo más mínimo, y que se encuentran absolutamente destruidos.
El
interior del país ha sido totalmente olvidado por el gobierno, de ahí que las
cientos de estaciones cerradas tras el paso del neoliberalismo privatizador y
los talleres ferroviarios que daban trabajo a miles de personas en las
provincias argentina, sigan tan inactivos como al comienzo de la gestión K, sin
que haya ninguna clase proyecto para ponerlos en funcionamiento.
Los
ferrocarriles andan bien o mal de acuerdo a una decisión política, y hoy en
día, más allá de las palabras que hablan de reactivar el sistema ferroviario,
puede verse que no hay decisión política para acabar con esta situación.
El
efecto negativo sobre las economías regionales que ha tenido la destrucción del
ferrocarril ha seguido llevándose adelante durante la larga década kirchnerista,
sin que sus efectos centralistas hayan sido modificados en lo más mínimo por
una política que sólo piensa en el cortoplacismo y no mira una solución
concreta que abarque a toda la Argentina.