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Muebles
comprados en la Polinesia francesa, joyas, carteras, vinos, champagne, bandejas
de plata y hasta dos entradas para un recital de Roger Waters figuran entre los
insólitos gastos que hizo Trenes de Buenos Aires (TBA).
Todo
esto, mientras tenía la concesión del ferrocarril Sarmiento (y también del
Mitre), antes de la tragedia de Once, el 22 de febrero de 2012.
La
empresa era dirigida por los hermanos Claudio y Mario Cirigliano hasta que en
mayo de ese año el Gobierno puso fin a la concesión tras el fatal accidente en
el que murieron 51 personas y hubo más de 700 heridos. Ambos empresarios están
siendo juzgados hoy en los tribunales federales de Comodoro Py, acusados de
estrago culposo.
La
información forma parte de los alegatos de la abogada querellante, Patricia
Anzoátegui, que representa a la familia de Darío Celle, un usuario que murió en
el choque. En su exposición ante los tribunales, la letrada resumió parte de la
pericia contable hecha a la empresa por peritos oficiales, y que fue expuesta
durante el proceso y tomada como prueba por el Tribunal Federal N° 2.
El
Grupo Cirigliano, que hasta el día del choque en la estación de Once era uno de
los más poderosos en la gestión del transporte público, estuvo a cargo del tren
Sarmiento desde 1995 hasta 2012, cuando el ministro de Planificación, Julio De
Vido, anunció la rescisión del contrato.
Entre
otros argumentos, el funcionario resaltó las 250.000 multas que acumuló la
empresa por $70 millones. Sin embargo, entre mayo de 2003 y diciembre de 2011
el Gobierno le otorgó unos $3.000 millones en subsidios por la explotación de
las líneas Mitre y Sarmiento.
En
el juicio, además de evaluar las responsabilidades de los Cirigliano y de otros
26 imputados en la tragedia, se está discutiendo si los empresarios y ex
funcionarios, entre los que se encuentran los ex secretarios de Transporte
Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, cometieron el delito de administración
fraudulenta de los bienes del Estado.
Los
consumos que más llaman la atención son aquellos que no tienen nada que ver con
los requerimientos para mantener en óptimo estado el material rodante o brindar
un buen servicio de transporte.
Entre
ellos aparece la compra de muebles en la Polinesia francesa por u$s10.193,
joyas por u$s17.981 y carteras por u$s2544. A los pagos en moneda
estadounidense se les deben sumar u$s5183 por la adquisición de rosas y
orquídeas.
En
el mismo apartado de "curiosidades" se incluyen dos entradas para un
recital de Roger Waters por un valor de $1100 cada una. El ex líder de Pink
Floyd dio nueve recitales en el estadio de River Plate, el primero de ellos fue
el 7 de marzo de 2012, trece días después del trágico choque en la estación de
Once.
En
los alegatos de Anzoátegui también se hace mención a que la empresa TBA
desembolsó $42.600 por la compra de dos bandejas rectangulares de plata 925,
grabadas, y otra bandeja cincelada de plata 925, con estuche de antílope azul,
todas adquiridas en La Casa de las Copas.
Según
la letrada, la pericia contable dio cuenta de varios gastos en bebidas
alcohólicas. Por ejemplo, la empresa pagó $4731 por doce botellas de champagne
de Bodegas Chandon (a razón de unos $400 cada una), y más de $120.000 en Winery
en otros productos, con facturas que van desde los $7.000 hasta los 50.000
pesos.
Los
pagos con tarjetas de crédito corporativas y los viáticos para los viajes al
exterior con recursos de TBA también fueron cuantiosos. Colombia, México,
Italia, Francia, España, Chile y Perú figuran entre los destinos más elegidos
por personas ligadas a la empresa, con erogaciones que oscilan entre 31.000 y
10.000 dólares.
Los
directivos de TBA también viajaron por Qatar, Doha y Dubai para lo que
necesitaron u$s8.000 y $30.000. Y a China, donde llegó un grupo de enviados de
Cometrans (una de las empresas del Grupo Cirigliano), con viáticos por
u$s10.000 y $40.000, por ejemplo.
Hay
más: dos tarjetas de crédito American Express sumaron gastos por más de medio
millón de pesos. Una de ellas, emitida a nombre de Claudio Cirigliano, registró
compras por $400.000 entre enero de 2010 y junio de 2012, según especificó la
querella que consigna La Nación.
Parte
de estos datos también fueron tomados por el fiscal de la causa, Fernando Arrigo,
al argumentar el pedido de penas para los empresarios.
El
funcionario público solicitó diez años y once meses de prisión para Claudio
Cirigliano y diez años y medio para Mario Cirigliano. Además, pidió once años
de cárcel para Jaime y Schiavi, y tres años y ocho meses para el maquinista,
Marcos Córdoba.IProfesional.com
Ya sabemos lo que fue TBA, una empresa que en convivencia con el Estado, hizo lo que quiso. Lamentablemente tuvo que suceder el accidente de Once para que el Estado cambie la espantosa política de transporte que se implementaba. Si no hubiera ocurrido dicho accidente, hoy seguíamos soportando a la horrenda TBA. Enrique
ResponderEliminarEstás totalmente en lo cierto Enrique, no hace falta agregar media palabra siquiera a lo que decís.
EliminarTe sumo la enemistad con Moyano... mientras eran amiguitos con el gobierno todo el transporte de cargas era en camion con los altos costos que todos conocemos, ahora se acordaron de los trenes para algo que siempre tuvo que ser de esa manera... asi son, van a vienen y los giles son los que compran las galletitas de la revolucion ferroviaria, por favor!!!!
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