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29 de marzo de 2024

Rosario: Los chicos del tren: La vida en los vagones frente al parque Scalabrini Ortiz

Actualidad

A lo largo de avenida Mongsfeld, en una zona muy valorada de Rosario, una hilera de furgones deteriorados sirve de casa a un puñado de personas. Martín, Elías y Rafa viven allí hace unos 5 años, pero están en situación de calle desde niños. Una postal de una ciudad con contrastes, a cuyo centro cada vez más hombres, mujeres y niños necesitados de comida se arriman desde los márgenes, transitando y durmiendo en sus calles

Mongsfeld es una avenida de contrastes entre una Rosario pujante y otra paralizada. Desde avenida Alberdi hasta Francia, a mano izquierda se expande el verde del parque Scalabrini Ortiz con sus juegos para niños, runners, vendedores ambulantes y un fondo de edificios sofisticados que miran al río. Enfrente, en el patio cadenas del Nuevo Central Argentino (NCA), una hilera de vagones desvencijados y roídos hace las veces de casa para un puñado de personas. Escondidas y a la vista de todos.

Los chicos de tren sobreviven en la calle desde que son niños. (Alan Monzón)

En el corazón de la ciudad, donde actualmente se concentra la mayor inversión inmobiliaria y gastronómica, hay rosarinos que habitan o pasan algunas horas del día en trenes estacionados. Forman parte de un grupo mucho más nutrido de personas que, provenientes de los rincones más empobrecidos de la ciudad donde escasea el trabajo y la comida, deambulan por la zona que abarca el denominado barrio Agote de Rosario, buscando una changuita que les salve el día o algo para rescatar de los contenedores de residuos. Se la rebuscan como pueden, en un trajinar eterno que, necesariamente, los enfrenta con los vecinos asentados.

En medio de una zona pujante de Rosario, la pobreza encuentra un refugio desde hace años. (Alan Monzón).

Los chicos del tren

Martín, Elías y Rafael conviven desde hace 5 años en uno de los furgones que se disponen en una retorcida fila cruzada por restos de comida, jirones de ropa, almohadas quemadas y botellas plásticas desechadas. Desde lejos podría ser un tren, pero de cerca es apenas una docena de vagones enganchados, sin máquina, detenidos y alcanzados por la crudeza del sol y la lluvia. Las carcasas de madera podrida abren puertas para los que no tienen nada, y allí en los vagones que el NCA separa con fines de reparación, algunas personas, incluso familias, encontraron un refugio.

El barro está fresco todavía el lunes al mediodía. Al pasar al otro lado del alambrado caído, que alguna vez cercó el predio del ferrocarril, cada paso marca, fácilmente, una huella. En el primer vagón un colchón desmenuzado, un canasto enclenque y algunas botellas indican la estadía de personas. Más allá, en otro de los furgones, asoma una mano por uno de los agujeros de los laterales. Es Martín, un joven de 20 años que, de acuerdo a lo que contó a Rosario3, habita en el lugar hace 5. Flaco y alto, de modos pausados y sonrisa amplia, se escabulle de su vagón-casa descalzo, arrastrando en sus ropas el deterioro del ambiente.

“En este vagón somos tres, somos los más fijos, pero en las otras puntas hay otros chicos y chicas, hombres más grandes también”, precisa acerca de sus vecinos. Enseguida, advierte: “Nosotros cuidamos la zona de que no vengan acá y saquen fierros o quieran robar o se metan. Los sacamos corriendo, no queremos que nos engarronen a nosotros ya nos dijeron que si alguien acá saca un fierro vamos en cana”.

El muchacho calza los brazos a los costados de la cadera. Está por su cuenta desde los 12 años cuando su madre y padre fallecieron. “Me quedé solo y sin nada, pero hace un tiempo estoy con ellos, estamos tranquilos, tomamos mate acá afuera, charlamos, nos visita una amiga y también hablamos con los otros que están en el tren”, explicó sobre la dinámica del lugar.

Los chicos del tren (Alan Monzón)

Ellos son Elías y Rafa, el santiagueño. Al rato surgen del interior del furgón, los ojos chinos al enfrentar la luz del día que escasea adentro. También veinteañeros y en situación de calle desde niños, sonríen con amabilidad, prestos a hablar de sus vidas. La de Elías suena complicada y difícil: “Hace mucho que no veo a mi familia, desde los once estoy en la calle, me faltan dos años para terminar la escuela”, relata y refiere a una malformación que padece. “En un tiempo iba a un refugio frente a la plaza del Che, ahí me ayudaron con el brazo, me dieron talleres de panadería, y podía hablar con una psicóloga, me hacía muy bien, pero no fui más”.


Rafa es callado, distante, pero sonriente, asiente lo que sus compañeros de vagón comentan. “Vivimos juntando latas y cartones con una carreta, después vendemos en la compra-venta de enfrente”, indica Martín, quien aporta que actualmente les pagan unos 150 pesos el kilo de material. “Imagináte que si hacemos 9 mil pesos para nosotros es una fortuna”, aclara y refuerza con los ojos bien abiertos.

Además, de esos "rebusques", “cuidamos autos y buscamos en el volquete la comida”, agregan. La rueda de la sobrevivencia, muchas veces, es empujada por la solidaridad que llega del otro lado de la avenida: “Como la gente de enfrente ve que no hacemos nada malo, muchas veces nos ayudan con alguna moneda”, relatan.

Vivir en un vagón de tren (Alan Monzón).

La estadía en el tren los aleja de los inconvenientes de la intemperie, pero no les evita ningún padecimiento ni preocupación. “No nos mojamos, tenemos colchones y frazadas, ollas para cocinar, yerba y azúcar para el desayuno. Los del ferrocarril nos dicen que no tenemos que estar, pero nos dejan si cuidamos el lugar, si mantenemos limpio y no hacemos fuego, pero es muy duro vivir acá”, plantea Martín, y reconoce: “Vivir en un vagón no es lo mismo que vivir en una casa, es agobiante, no te sentís tranquilo, no sabés si te pueden sacar de un día para el otro”.

Para Elías, su situación, como la de sus amigos, es más favorable que la de otros habitúes del tren. “Nosotros estamos en la calle y nos gustaría salir adelante, pero muchos están peor, tienen familia y necesitan más ayuda. Hay mucha gente grande que no tiene nada”, remarca.

El santiagueño pregunta la hora aunque tiene un reloj en la muñeca. Como en cualquier casa, se interpreta como una invitación a retirarse. Los tres se ríen en las fotos mientras confiesan que aunque se llevan bien, la convivencia es difícil. “Hay que adaptarse al otro porque acá estamos todos en la misma”, tira Elías como una pauta. Ya es mediodía en Rosario, pero el sol no aparece.

La zona alrededor del tren detenido (Alan Monzón).

De los bordes al centro

No existe un relevamiento oficial sobre los residentes o personas que frecuentan los vagones del patio ferroviario, pero desde la Municipalidad de Rosario reconocen que algunos de los que recalan allí son quienes deambulan por el barrio Luis Agote: mujeres con niñitos upa, muchas veces con carros en los que amontonan todo tipo de cosas que recogen a su paso, hombres mayores rodeados de bolsas en los palieres de edificios, adolescentes solos que venden pañuelos, que entran y salen de los negocios o tocan timbre pidiendo "algo para dar".

La  migración de habitantes, desde los confines de la ciudad a la zona central, es cada vez más notable no solo porque son más, sino porque se quedan. Permanecen en esta parte de la urbe porque les ofrece una variedad de alternativas a la pobreza extrema que sufren en sus barrios de origen en un circuito que, según explicó el subsecretario de Abordaje Integral municipal, Gabriel Pereyra, abarca la zona del Hospital Agudo Ávila, Hospital Centenario, alrededores de calle Santa Fe (pasando por la Facultad de Medicina y Odontología, Mercado del Patio y Parque Juan Domingo Perón) llegando a la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno, desembocando en los vagones de calle Francia y Güemes, haciendo triangulación con el asentamiento que se encuentra a unos metros.

La zona ferroviaria es uno de los puntos de un circuito de gente sin techo (Alan Monzón).

“El motivo tiene múltiples correlatos –explicaron– como la imposibilidad de seguir pagando alquileres de viviendas, problemas de seguridad personal dentro de su barrio de origen, discusiones intrafamiliares, que en muchos casos determinan que el jefe de hogar se retire de su vivienda y el consumo problemático”, y por supuesto, “la oportunidad económica de generar un ingreso en un sector de la ciudad trabajando como cuidacoches, limpiavidrios, vendedores ambulantes y de esquinas, recicladores formales e informales”.

Aunque algunos regresan a sus lugares de pertenencia a dormir,  al igual que los chicos del tren, otros se asientan en algún rincón y despliegan sus escasas posesiones, a fin de preservar de alguna manera sus fuentes de ingreso. Un palier, un acceso despejado, una obra en construcción, un cajero automático o un cantero techado pueden servir de habitación al aire libre. 

Rosario de contrastes (Alan Monzón).

Y, si se consolida una red de trabajo informal, también se despliegan "trayectos o circuitos delictivos que originan situaciones contravencionales o conflictos de índole interpersonal", según relevan desde la Municipalidad. La calle es picante y la estadía tiene su costo y sus propias leyes. Pero, más allá de los delitos que se puedan cometer en el marco de este desplazamiento del margen al centro, la permanencia de estas personas. principalmente durante la noche, durmiendo en palieres de edificios, reparos de viviendas o plazas provoca tensión con los habitantes establecidos, quienes acuden al Estado para denunciar que no pueden acceder libremente a sus propias casas y que deben soportar situaciones desagradables, peleas y olores nauseabundos, según precisan fuentes oficiales.

“Tenemos que compatibilizar dos situaciones, por un lado, el aspecto inclusivo que nosotros queremos llevar adelante con esa gente, ya que el fin máximo del proceso de intervención es que la persona, en la medida que quiera, deje de estar en la calle, y es por eso que los operadores de calle los invitan a los refugios, ya que si no generan inconvenientes pueden estar en la vía pública”, explicó y advirtió: “Pero también está el derecho de cada morador a poder salir de su vivienda, que no les tapen un estacionamiento y que su entorno esté limpio”, planteó Pereyra sobre el gran dilema que introduce la crisis socioeconómica y que deja en evidencia que, inevitablemente, la pobreza cuando es extrema, alcanza a todos de alguna u otra manera.Rosario3.com

11 de mayo de 2022

Vagones de cargas abandonados a la vera de la vía que pueden ser recuperados para circular nuevamente

Cartas de Lectores

Señor Director de Crónica Ferroviaria

Como siempre muy agradecido a Crónica Ferroviaria por las noticias que comparten a diario. Les acerco una consulta que también hice a otros sitios ferroviarios.

En Google aparecen como sitio de interés fotográfico, vagones descarrilados que se encuentran a la vera de las vías de la Línea Belgrano entre las estaciones Carlos Lemée y Chenaut. Cualquiera puede observarlo ya que aparece 2 veces informado.

Sería muy bueno que esto llegue a manos de la empresa Trenes Argentinos Cargas y puedan recuperarse, ya que por lo que ustedes publican se le están dando vehículos en esas condiciones a los distintos talleres ferroviarios para su reparación. 

Desconozco desde cuándo están allí, pero sería bueno recuperan ese material abandonado por todos lados, esta es una buena oportunidad para que lo hagan. Atte.

Gabriel Mercolli

gabrielmercolli@gmail.com

25 de febrero de 2021

Talleres que ganaron la licitación de los 96 vagones abandonados a recuperar

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria

Crónica Ferroviaria de acuerdo a la nota publicada en el día ayer titulada: "Trenes Argentinos Cargas envía 96 vagones abandonados a distintos talleres ferroviarios para su recuperación", podemos informar sobre cuáles son los talleres a los que serán destinados dichos vehículos.

Según lo que informamos en el día de ayer, la inversión realizada por la empresa estatal ferroviaria será de $420 millones de pesos y se entregarán 76 unidades a la Línea Belgrano y 20 a la Línea San Martín, en todos los casos el material rodante a recuperar será convertido en vagones cerealeros, producto que genera la mayor demanda de transporte del servicio ferroviario.

Las unidades a reparar, fueron distribuidas a los siguientes talleres:

* 11 vagones al Grupo EMEPA S.A. en Ñanducita (Santa Fe)

* 10 vagones al Grupo EMEPA S.A. en San Cristóbal (Santa Fe)

* 11 vagones empresa Sabb S.A., María Juana en Sorrento (Santa Fe)

* 10 vagones empresa Sabb S.A., en Arocena (Santa Fe), San Justo (Santa Fe) y San Genaro (Santa Fe).

* 9   vagones empresa Benito Roggio en Alta Córdoba

* 16 varones empresa Fabricaciones Militares Río Tercero (Córdoba)

* 9   vagones empresas Materfer S.A. y  Benito Roggio en Alta Córdoba

* 10 vagones empresa Pinat Edo S.R.L. en Palmira (Mendoza)

* 10 vagones empresa TMH Argentina en Justo Daract (San Luis)

Asimismo, hay que recordar que la empresa Trenes Argentinos Cargas anteriormente envió una cantidad a los Talleres Ferroviarios Junín (COOTTAJ) para su reparación, cosa que hasta el momento se encuentra en la tarea de terminación. 

El objetivo de este plan, es crear más de 350 puestos de trabajo en forma indirecta y reconstruir el sistema ferroviario poniendo en valor el material rodante que se encontraba abandonado desde hacía muchos años con mano de obra argentina.

24 de febrero de 2021

Trenes Argentinos Cargas envía 96 vagones abandonados a distintos talleres ferroviarios para su recuperación

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria

Como ya lo viene realizando desde hace meses, la empresa Trenes Argentinos Cargas está recuperando material ferroviario que se encuentra abandonado desde hace muchos años en las distintas estaciones de varias líneas.


En esta oportunidad, la cantidad de vagones a recuperar son 96 que serán repartidos a los distintos talleres ferroviarios que se encuentran a lo largo de todo el país


Una vez finalizadas las tareas que demandarán una inversión de 420 millones de pesos se entregarán 76 unidades a la línea Belgrano, que recorre el centro y NOA del país, y las otras 20 al San Martín encargado del circuito Mendoza - Buenos Aires pasando por Córdoba y Santa Fe, en todos los casos el material rodante a recuperar será convertido en vagones cerealeros, producto que genera la mayor demanda del servicio ferroviario. 

Previo a que las unidades a reparar fueran distribuidas en los talleres ubicados en las provincias de Santa Fe, Córdoba, Mendoza y San Luis fue necesario implementar, a lo largo de 2020 y en plena pandemia, un ambicioso plan de recolección de vagones dispersos a lo largo de los 9.100 kilómetros de vía férrea. Este trabajo de ingeniería y logística implicó un primer paso que significó el relevamiento del material por parte de técnicos especializados seguido del uso de grúas mecánicas y el posterior acarreo.

"El objetivo de este plan, que en este caso crea más de 350 puestos de trabajo en forma indirecta, es reconstruir el sistema ferroviario nacional poniendo en valor el material rodante con mano de obra argentina", expresa TAC 

Finalmente, este año y también vinculado al material rodante, TAC está realizando un censo de locomotoras y vagones; acción estratégica que no se realizaba desde el año 1994 y que una vez concluida permitirá proyectar nuevos acuerdos comerciales que consoliden y acompañen el crecimiento del transporte ferroviario de carga. 

14 de diciembre de 2020

Trenes Argentinos Cargas en lo que va del año recuperó 80 vagones que se encontraban abandonados

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria

La empresa Trenes Argentinos Cargas informa que en lo que va del año 2020 pudo recuperar 80 vagones que se encontraban desde hacía años abandonados a un costado de la vía de distintos ramales ferroviarios, por descarrilamientos pasados.


Asimismo, la empresa estatal ferroviaria expresa que "desde el área de mecánica trabajamos en conjunto con distintos talleres nacionales para repararlos integralmente y ponerlos de nuevo en la vía".


Desde CRÓNICA FERROVIARIA apoyamos desde ya esta idea de recuperación de material ferroviario abandonado en distintas estaciones para volverlos al servicio activo.

8 de septiembre de 2020

Trenes Argentinos Cargas continúa reconstruyendo vagones que estaban en desuso

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria

Tal como lo informara CRÓNICA FERROVIARIA sobre la recuperación de distintas clases de vagones que se encontraban abandonados en distintas playas de estaciones ferroviarias, como por ejemplo, la tolva cerealera que se encontraba tirada desde hacía más de 10 años en estación Laplacette de la Línea San Martín y que fuera recuperado por los Talleres Ferroviarios Junín (COOTTAJ).



Ahora se recuperaron 4 vagones que también estaban en desuso (hay también otros 4 que saldrán en lo que va del año) para atender la alta demanda de cargas de mercaderías entre la Provincia de Mendoza y Buenos Aires.

"Con estos vagones de dos puertas podremos aumentar el transporte de productos como cemento, vino y agua" expresa la empresa Trenes Argentinos Cargas.

12 de mayo de 2020

Tucumán: Buscarán reciclar vagones viejos como viviendas

Actualidad

Reutilizar material ferroviario abandonado, una vez refaccionado y readaptado, para mejorar las condiciones de vida de la población de San Miguel de Tucumán que vive en casillas precarias, hacinados y sin comodidades. Eso es lo que se propone el funcionario de la Municipalidad José Luis Avignone: "vamos a solicitar formalmente los vagones viejos, abandonados, a Ferrocarriles Argentinos, para que sean donados y podamos reutilizarlos para vivienda".


Avignone, secretario de Relaciones Institucionales de la municipalidad, explicó que la iniciativa surgió por el comentario de una pariente. "Me contaron tras un viaje que en otros lugares utilizaban vagones viejos para reconvertirlos como viviendas o anexarlos como habitaciones. Lo charlé con el intendente, Germán Alfaro, y me manifestó que podría ser una idea positiva", comentó a LA GACETA el funcionario municipal. Y agregó: "solicitaremos la donación de los vagones en desuso que están prácticamente sin utilidad y deteriorándose, sobre todo en la estación Tucumán (Mitre). Podemos verlos cuando transitamos por el puente de la avenida Sarmiento. Algunos hace décadas que ni siquiera se los mueve de la vía".

Fuentes del Ministerio de Transporte de la Nación informaron a este diario que no pueden adelantar una postura hasta conocer el pedido formal del municipio a Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado.


De acuerdo al último reporte (para el segundo semestre de 2019) del Indec sobre la medición de personas y hogares bajo la línea de la pobreza y de indigencia, en el Gran San Miguel de Tucumán-Tafí Viejo, el organismo nacional ha relevado 12.159 hogares bajo la línea de la indigencia, conformados por 60.879 personas.

"Quienes andamos por la ciudad sabemos muy bien de la cantidad de personas que viven en barrios y asentamientos en condiciones de mucha precariedad, estamos en el siglo XXI y muchas personas viven en casillas muy precarias, prácticamente son taperas. Así que si prospera esta iniciativa sería un aporte desde el municipio para mejorar las condiciones habitacionales”, insistió Avignone. Y agregó: “además conocemos que las condiciones de las viviendas significan mejorar la calidad de vida de las personas. Pensemos que en esta pandemia, ante la medid de aislamiento social, preventivo y obligatorio por ejemplo, muchas personas no pueden sostener las recomendaciones porque no tienen la posibilidad de permanecer todos en la misma casa por lo hacinados que están. Queremos darle una solución para ellos".LaGaceta.com

21 de abril de 2020

Reacondicionan vagones abandonados para la Línea San Martín de la empresa Trenes Argentinos Cargas

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria

La empresa Trenes Argentino de Cargas informa que incorporó 20 vagones reciclados a la flota de la Línea San Martín. Se trata de la primera tanda de un centenar que estaban en desuso desde hace varios años. El próximo lote estará incorporado, aproximadamente, en tres meses.



El diseño de este material rodante fue realizado por el área de mecánica y contempló la ampliación de la capacidad de carga. En ese sentido se eliminaron las puertas laterales y se colocó chapa continua en su lugar: este desarrollo técnico eliminará las pérdidas de cereal que eran habituales en este sector. Algo similar se llevó a cabo con las compuertas de carga superiores: se colocaron otras de formato continuo para mejorar los tiempos y disminuir los problemas de caída de producto en el techo.



Pero también la duración de la descarga disminuirá ya que se incorporaron dos bocas ventrales similares a las de los actuales vagones cilíndricos. A su vez esta mejora baja el centro de gravedad dándole mayor estabilidad a la formación.




Por último, vale la pena destacar, que a todo el material rodante se le incorporó enganche automático y frenos individuales, algo de lo que carecían.